Una explosión sacudió el lunes una instalación que procesa desechos nucleares en el sur de Francia, causando un muerto y cuatro heridos, percance que las autoridades minimizaron pero que fue criticado por ambientalistas.
No se detectaron fugas radiactivas tras la detonación ocurrida poco después del mediodía en un horno en Centraco —una de cuatro instalaciones industriales del sitio nuclear de Marcoule_, en la sureña región Languedoc-Roussillon, a unos 32 kilómetros de la ciudad de Avignon, informó la Autoridad de Seguridad Nuclear. Uno de los heridos sufrió quemaduras graves.
La agencia declaró rápidamente que el accidente había "concluido" y que la situación fue controlada en menos de una hora. El edificio que alberga el horno no resultó dañado, no se reportaron fugas de material radiactivo y no fue necesario pedirle a los residentes de los alrededores que evacuaran la zona, dijo la agencia.
Se desconoce la causa del accidente, por lo que se abrió una investigación al respecto, dijeron las autoridades.
Francia es el país que más depende de la energía nuclear en el mundo. Cuenta con 58 plantas atómicas que le proporcionan aproximadamente tres cuartas partes de la electricidad que consume y también exporta tecnología nuclear.
Aunque la catástrofe en marzo de la planta de Fukushima en Japón impulsó a otros países a reevaluar sus programas nucleares —e incluso la vecina Alemania se comprometió a cerrar sus plantas de este tipo para 2022, Francia sigue respaldando firmemente su uso de la energía atómica.
Las autoridades francesas minimizaron la importancia del incidente del lunes.
"Se trata de un accidente industrial, no uno nuclear", declaró el ministro de Industria Eric Besson en la televisora i-Tele. "No ha habido fugas radiactivas ni de sustancias químicas", agregó.
A pesar de ello, varios ambientalistas y partidos de izquierda exhortaron a las autoridades a que vuelvan a evaluar las políticas nucleares tras el incidente del lunes.
Sophia Majnoni, que administra en Francia la campaña de Greenpeace contra la energía nuclear, hizo notar que el sitio en cuestión no formó parte de una auditoría de seguridad efectuada después del maremoto que trastornó la planta de Fukushima.
"Es una planta nuclear, pero no se verifica su resistencia a terremotos ni inundaciones, lo cual nos permite pensar que el gobierno no ha captado todas las lecciones que dejó la catástrofe de Fukushima", afirmó. "No son sólo las plantas de energía atómica las que son peligrosas para la población", agregó.