
Tras
la lamentable explosión del Sanatorio Alemán en Concepción, el pasado fin de
semana, muchos expertos han alzado la voz, en vista que son tragedias
totalmente evitables. En efecto, Edifito.com junto a ECOGAS realizaron hace un
par de semanas una capacitación a administradores de edificios y condominios precisamente
sobre este tema, con el objetivo de que éstos manejen información sobre un
elemento siempre peligroso, si no se maneja eficientemente: el gas.
Es
así como Gabriel Roa, representante de ECOGAS, entrega un listado con seis
importantes consejos para evitar este tipo de accidentes. Esto porque hay que
considerar elementos como que Chile es uno de los países más sísmicos del
mundo, y las estructuras de gas son rígidas y tienen altas probabilidades que
se rompan; y que hay que ver la mantención de los artefactos y estructuras no
como una “obligación”, sino que como un acto preventivo que salva vidas. “Así
como le hacemos la revisión técnica a nuestros autos, debemos realizar
mantenimiento a nuestros artefactos a gas al menos una vez al año, pues
previene accidentes donde viven nuestros seres queridos”.
Mantención periódica
Los
artefactos a gas -como todo artículo- tiene la necesidad de ser mantenido, ya
que con el tiempo, comienzan a no funcionar bien. Tal como hay que afinar y
mantener un vehículo, por ejemplo, hay que calibrar los componentes de aire y
gas para que estén siempre en buenas condiciones. Esto aplica para artefactos
como Estufas, Cocinas, Calefont, secadoras a gas, calderas, etc. Todo
fabricante de artefactos establece un mínimo de una vez al año, pero lo mejor es
realizar la mantención cada 6 meses.
Actitud preventiva
En
general, nuestra cultura indica que reparamos los artefactos cuando éstos fallan,
El llamado es cambiar este hábito y entender que hay que mantener y actuar con una actitud preventiva y no curativa. Cambiando este switch,
podemos disminuir focos de peligro.
Mantención
hecha por expertos calificados
Por
otro lado, tenemos la mala costumbre de pedir ayuda o apoyo para arreglar
nuestros artefactos a vecinos, amigos o “maestros chasquilla”. Sin embargo, la
Superintendencia de Electricidad y Combustible establece que las instalaciones
deben ser intervenidas por personal AUTORIZADO. Los servicios técnicos de los
fabricantes deben tener técnicos autorizados, y como usuarios, debemos exigir
que los técnicos muestren su licencia clase 1, 2 o 3, que son precisamente personas
con competencias y que garantizan que el trabajo se realiza de buena manera.
Aunque
suene obvio, de todas maneras hay que mencionarlo: Ante una posible fuga de gas
(que se registra en una red que no quedó hermética), se debe CORTAR DE MANERA
INMEDIATA el suministro de gas. Cabe recordar que somos uno de los países más
sísmicos del mundo, y con cada movimiento telúrico, se puede generar el
rompimiento de alguna red. Hay que verificar constantemente estas redes.
La
ventilación puede salvar vidas
El
gas natural es más liviano que el aire, y por ende, se va hacia arriba; mientras, el
gas licuado es más pesado, y queda abajo. Cuando se sienta olor a gas, es
fundamental ventilar todos los recintos de nuestros departamentos o casas.
Importantísimo es no tocar un timbre, no prender una luz, ni celulares, y/o no
prender ningún artefacto electrónico que pueda ser punto de chispa. Esto porque
la combustión entre aire y gas consume el oxígeno, y es importante que se
renueve el aire.
Todo
tipo de recinto necesita de ventilación inferior y superior. Por lo mismo, no hay
que tapar las ventilaciones. Es un dato no menor, porque en invierno muchas
personas creen que por estos ductos que se está escapando la calefacción. Pero
no. La ventilación es lo que salva vidas, ya que su función ventila los gases
quemados producto de la combustión.
Evacuación
Si
el olor a gas es generalizado y muy potente, tras dejar ventilando todo el
recinto, se hace necesario evacuar y dejar a las personas lo más lejano al lugar.