Marcando un hito para la macrozona norte, el
Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) en un trabajo conjunto con el Instituto de
Desarrollo Agropecuario (INDAP) logró la inscripción de los primeros
agricultores agroecológicos en el Sistema Nacional de Certificación Orgánica.
Productores de quinua
y recolectoras de hierbas pertenecientes a cuatro asociaciones indígenas aymara
de la comuna de Colchane en la región de Tarapacá, son los primeros agricultores
agroecológicos de la macrozona norte en obtener su inscripción en el Sistema
Nacional de Certificación Orgánica del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG).
La
ceremonia de entrega de la resolución que acredita como Organizaciones de
Agricultores Ecológicos (OAE) a las asociaciones indígenas Aymar Warmi, Monte
Huanapa, Suma Juira y Juira Marka pertenecientes a las localidades de Colchane
y Cariquima, fue encabezada por el intendente de Tarapacá, Miguel Ángel
Quezada.
“Este
es un reconocimiento que realiza el Gobierno del Presidente Sebastián Piñera al
trabajo que desde tiempos ancestrales vienen desarrollando en agricultura
orgánica nuestros/as productores/as en el altiplano. Son más de 100 pequeños
campesinos/as pertenecientes a la etnia aymara que a contar de ahora podrán
iniciar su proceso de autocertificación como agricultores agroecológicos, para
posteriormente comercializar un producto con un estándar de calidad debidamente
certificado, lo que constituye un claro elemento diferenciador y de mejora en
los ingresos en el contexto de la agricultura familiar campesina”, señaló el intendente
Miguel Ángel Quezada.
Acompañamiento
La
certificación es el fin de una etapa que comenzó en septiembre de 2017 a través
de un convenio entre INDAP y la Municipalidad de Colchane que permitió
contratar a una consultora para iniciar el proceso, lo cual se realizó como una
acción formativa del Programa de Desarrollo Territorial Indígena (PDTI) de la
altiplánica comuna. A ello se sumó un curso de tres meses sobre la Ley 20.089
de Certificación Orgánica, que les permitió mejorar los registros de producción,
aprender sobre el manejo integrado de plagas, suelo y fertilización orgánica,
entre otros.
En
febrero pasado, los productores iniciaron un nuevo proceso de acompañamiento
para aprender a completar sus cuadernos de campo (para llevar el registro de su
producción) y perfeccionarse en la autocertificación. Esto significa que serán
los mismos agricultores quienes realizarán la autorregulación y certificación
entre ellos, cuidando que todos respeten las normas que este proceso demanda.
Las
recolectoras de yerbas podrán vender sus productos orgánicos inmediatamente
recibida la certificación. En tanto los quinueros inician una etapa de
transición, que esperan se extienda por un periodo no mayor a 12 meses, durante
los cuales serán constantemente fiscalizados por personal del SAG, que debe
corroborar en terreno que todos los procesos para la producción de la quinua sean
efectivamente orgánicos.
El
director regional del SAG, César Cardozo explicó que las cuatro asociaciones indígenas
aymara de Colchane se suman a las diez agrupaciones que forman parte a nivel
nacional del Sistema de Certificación de Productores Orgánicos Agrícolas, “por
lo que su incorporación constituye un verdadero hito para la macrozona norte,
ya que desde la región de Arica y Parinacota hasta Valparaíso, no existen
productores que cuenten con este reconocimiento otorgado por la Ley 20.089 que
establece que las denominaciones de orgánico, ecológico o biológico sólo pueden
estar contenidas en productos que han sido certificados por una empresa
inscrita en el Registro SAG o bien provenir de un sistema de organización
social formalizado”, acotó.
En
tanto, el seremi de Agricultura, Fernando Chiffelle destacó el compromiso
asumido por las agrupaciones productoras de quinua y
recolectoras de hierbas silvestres, al sumarse al desafío de la agricultura
orgánica, “que implica desarrollar un sistema de producción integral donde la
base es no ocupar productos agroquímicos que puedan alterar la calidad del
producto ofrecido. La agricultura orgánica nace por la exigencia de los propios
consumidores que están cada día solicitando productos más inocuos, de mejor
calidad y amigables con el medio ambiente”, recalcó.
El
secretario ministerial, agregó que es de suma importancia poner en valor los
productos locales y de esa forma preservar las tradiciones, donde por miles de
años los pueblos originarios han utilizado estas hierbas para curar dolencias.
Asimismo,
Iván Cerda, director regional (s) de INDAP Tarapacá, aseveró que “esta certificación
implica cerrar una de las etapas del permanente trabajo que realizamos en
conjunto con las demás reparticiones del sector agroproductivo,
mancomunadamente con las organizaciones involucradas, para luego dar inicio a
aquellas más complejas y que para esta región representarán todo un reto, como
obtener resoluciones sanitarias e iniciar el camino de la comercialización a
través de encadenamientos formales”.