
Se
trata de la primera alianza a nivel nacional entre el programa PACE y una
empresa privada, que permitirá a 76 jóvenes de la provincia de Copiapó recibir
apoyo durante su permanencia en la universidad.
La Beca Minera Candelaria, está dirigida a estudiantes con alto
potencial y condiciones sociales vulnerables, egresados de establecimientos
PACE, los que han sido definidos por el Mineduc. Por primera vez en Chile, se
genera esta alianza entre el Ministerio de Educación y una empresa privada, en
este caso Minera Candelaria, cuyo rol radica en
apoyar y fortalecer al Programa de Acompañamiento y Acceso Efectivo a la
Educación Superior (PACE).
La Beca financiada por Minera Candelaria es una iniciativa que se
enmarca en la política de apoyo hacia el desarrollo de las comunidades.
Fundación Atacamágica ejecuta este proyecto, atendiendo a la dimensión social
de la fundación, cuyo objetivo es intervenir en segmentos vulnerables para
transformar su realidad y generar en sus beneficiarios un mayor grado de empatía
con el entorno.
“Luego de realizar una exhaustiva revisión de la oferta de becas
disponibles para estos grupos, arribamos a la firme convicción de que los
alumnos y alumnas más vulnerables del sistema requieren de apoyos adicionales,
lo que no son cubiertos a través de los instrumentos que el Estado otorga”,
explica Marcela Sepúlveda, gerenta de Diálogo Comunitario Minera Candelaria.
“Este proyecto nos ha permitido respaldar talentos y sueños de un grupo de
jóvenes que requieren de este apoyo adicional para fomentar y facilitar su paso
por la educación superior”, agregó.
“La magia nos permite soñar con un mundo donde todo -incluso lo
imposible- puede ocurrir”. Con estas palabras, Luis Albornoz, director de
Fundación Atacamágica, que ejecuta el programa, se refirió al proyecto “Beca
Minera Candelaria”, que entrega apoyo a 76 jóvenes estudiantes vulnerables de
la región de Atacama y que pertenecen al Programa de Acompañamiento y Acceso
Efectivo a la Educación Superior (PACE).
“Estamos orgullosos de haber sido parte de este proceso, en el que
fuimos invitados a soñar en una transformación positiva de la realidad, con
elementos propios del mundo de la innovación social y el ilusionismo que nos
caracteriza, y que derivó en una propuesta que busca promover las condiciones
óptimas para la permanencia en la educación superior”, señala Luis Albornoz,
director de Fundación Atacamagica.
El actual sistema de gratuidad financia la matrícula y arancel de
más del 90% de los alumnos del programa PACE de la región, que se encuentran
estudiando en la Universidad de Atacama, sin embargo, no contempla aspectos
como alojamiento, traslado, alimentación, materiales de estudio y tutorías
especializadas, que son claves para un buen desarrollo académico.
“Parte de estos 76 jóvenes pertenecen a segmentos vulnerables y
para muchos de ellos las condiciones de estudio y de vida no han sido fáciles.
Pese a todo han logrado desarrollar un gran potencial en el camino a la
educación superior. Nosotros apoyamos ese proceso, queremos que tengan buenas
condiciones para estudiar tranquilamente, y no sólo en el aspecto financiero
sino que también en su desarrollo personal, por lo que estamos ejecutando
múltiples actividades como charlas y talleres que buscan potenciar su actitud,
confianza, manejo del estrés, como también entregarles capacitación en las
áreas emprendimiento e innovación social, entre otras. Tenemos la certeza de
que estamos formando líderes que serán los constructores del futuro del país.”,
explica Luis Albornoz.