
La
división de competición de la marca japonesa líder mundial en movilidad,
celebra en 2019 su 60 aniversario con múltiples eventos.
A 60 años
del inicio de la historia de Honda en el deporte motor en la Isla de Man en
1959, la marca japonesa a la vanguardia en el desarrollo de tecnologías e
innovaciones para hacer la movilidad segura y a la vez divertida, celebra en
2019 el “60 Aniversario de Honda Racing”, con numerosas actividades para
conmemorar su historia y compartir la alegría de todos sus clientes y fanáticos
de la competición que apoyaron sus actividades por seis décadas. Estos eventos
apuntaron a perpetuar el propósito de Honda y su historia de competición con
las nuevas generaciones.
De esta
manera, el logo conmemorativo del 60 aniversario de Honda Racing World Grand
Prix fue incorporado en todas las motos RC213V compitiendo en el MotoGP durante
2019, como también en las máquinas que corren el FIM Superbike World
Championship, las 8 Horas de Suzuka, así como otras competencias en categorías
pista, trial y motocross, así como las de cuatro ruedas.
Además,
del 4 al 7 de julio, en el Festival de Velocidad de Goodwood se celebró el 60
aniversario de Honda en las carreras del WGP, con demostraciones de las motos
de carreras RC142, NSR500 y RC213V, y la McLaren Honda MP4/4 (máquina ganadora
del Campeonato de Pilotos y Constructores de Fórmula Uno de 1988).
En
octubre, en el Honda Collection Hall de Motegi, Japón, se reunieron algunos de
los grandes pilotos de Honda, actuales e históricos. Los miembros del actual
equipo Repsol Honda, Marc Márquez y Jorge Lorenzo, conversaron con algunas de
las leyendas del ciclomotor como Kunimitsu Takahashi, Jim Redman o Freddie
Spencer. Los acompañaron los rugidos de dos míticos portentos: la Honda 4RC146
y la Honda CB750F Racer.
Por último,
el 12 de noviembre recién pasado los pilotos del Team LCR marcaron presencia en
la celebración del Honda Racing Thanks Day en Twin Ring Motegi, Japón, por su
60 aniversario de la primera carrera en el campeonato mundial, ante más de
17.000 fanáticos que tuvieron acceso gratuito para dar gracias por el apoyo.
Estrellas como el excampeón
mundial de Fórmula 1, Jenson Button, e invitados de MotoGP como Cal
Crutchlow y Takaaki Nakagami, sorprendieron a los asistentes.
Han
pasado seis décadas desde que Honda diera el salto a las grandes competiciones
con aquella histórica carrera de Naomi Tanoguchi en la Isla de Man en
1959, la primera que vio competir a un fabricante japonés. Pero, ¿cómo comenzó
este sueño de velocidad y podios?
De cabeza por un sueño
Cuentan que,
en 1954, el fundador de la compañía, Soichiro Honda, luchó la entrada de la
marca en la alta competición para alcanzar su sueño de convertirse en el mejor
fabricante de motocicletas del mundo. “Anuncio mi determinación, y doy mi
palabra de que pondré todo mi corazón y toda mi alma, aplicando toda mi
creatividad y habilidades, en vencer en el Tourist Trophy de la Isla de Man»,
escribió sin remilgos en una carta a sus empleados. En aquel momento,
el Tourist Trophy era la competición de mayor prestigio internacional.
Visto
desde hoy, parece evidente que los estándares del deporte impulsaron el
desarrollo de Honda, aunque también se podría argumentar que fue precisamente
esta ambición, este arrojo ante los retos, lo que sentó las bases del éxito y convirtió
a aquél pequeño fabricante de motocicletas en una gran multinacional.
Sobre dos ruedas
Cinco
años después de aquella prometedora carta de Soichiro Honda a sus empleados,
Honda compitió por primera vez en el TT de la Isla de Man. Corría el año 1959,
Elvis Presley era el rey de la pista de baile y en las salas de cine se
proyectaba Ben-Hur. El modesto equipo de Honda, a lomos de la revolucionaria Honda
RC142 y equipado con grandes sueños, se convirtió en el primer equipo
japonés de la historia en la prueba.
Los cinco
pilotos de Honda realizaron una gran carrera, cruzando la meta en sexta,
séptima, octava y décima posición en su categoría. El equipo consiguió el
título de constructores y su primer punto de campeonato. El objetivo estaba
cumplido: Honda había enviado al mundo un mensaje bien claro sobre su potencial
tecnológico, erigiéndose como un durísimo rival para todos sus competidores.
Tanto es así que dos años más tarde, en 1961, Honda lograría sus dos
primeros títulos mundiales en las categorías de 125cc y 250cc.
Desde
entonces, Honda lleva inscrito el espíritu competitivo en su ADN, y hoy puede
presumir de ser la marca de motociclismo con más galardones de todos los
tiempos.
Fórmula 1: Un nuevo sueño
Honda aún
era el fabricante de automóviles más joven de Japón cuando se convirtió en
la primera marca nipona en aventurarse en la Fórmula 1. Tras dos años de
peripecias para desarrollar el mítico modelo, el equipo por fin debutó con el
RA271 en el GP de Alemania de 1964 en Nürburgring, el circuito más difícil del
calendario. Pintado de color marfil con un gran punto rojo símbolo del sol en
la bandera nacional de Japón, el monoplaza pasó a la historia de la automoción.
La
primera victoria no tardó en llegar. Era la última carrera de la temporada
1965: el Grand Prix de México. Tan sólo tres años después de presentar su
primer monoplaza, y en la que era la duodécima carrera en F1 de Honda, el
mítico piloto norteamericano Richie Ginther cruzó como un rayo la línea de meta
al volante del Honda RA272. Fue un momento histórico: por primera vez un
fabricante japonés ganaba un Gran Premio de Fórmula 1. Dicen que, de vuelta en
la sede de Honda, Yoshio Nakamura, el manager del equipo de F1 en aquel
momento, pronunció las palabras de Julio César, “Veni Vidi Vici”: Llegué, vi,
vencí.
Pero no
todo es vencer. Han pasado 55 años desde que Honda diera el salto a la F1. En
el camino la marca ha recogido no pocas victorias, pero no ha sido fácil: la
competición es una aventura repleta de altibajos, obstáculos y lecciones. La
principal: lo más importante siempre es persistir. Seguir insistiendo. Seguir
creyendo. Seguir creciendo.
