
Tras días de expectación, los más de 4 mil turistas y habitantes de Isla de Pascua pudieron observar por cuatro minutos el eclipse total del Sol.
Desde la madrugada del sábado 10 de julio, los científicos intentaron instalar sus instrumentos para ver el eclipse, pero la lluvia no se los permitió. Todo daba a entender que el domingo 11 de julio sería un día nublado, el peor colmo de un eclipse.
Por eso, desde las 4 de la mañana llegaron los primeros grupos de científicos a la playa de Anakena y más tarde a Tahai y Ahu Hakiri.
La lluvia del día anterior dio paso a cielos cubiertos en la mañana en Rapa Nui y con sólo atisbos de la presencia del Sol. Sin embargo y como tantos esperaban, el Sol se fue imponiendo con el correr de las horas y las nubes fueron cada vez menos.
En este escenario, comenzó el eclipse. Eran las 16.08 horas cuando la Luna tapó completamente el Sol y dejó ver sólo su corona. Fue el goce de los científicos.
Mientras el eclipse ocurría, los más de 4 mil turistas gozaban el espectáculo que se vio en las aguas del Pacífico. Uno de los expertos en el área, el español Mike Serra señaló que "nadie puede morirse sin ver un eclipse total de sol".
Fueron más de 4 minutos donde la emoción de los espectadores se tumbó en un silencio contemplativo. Tan así, que en el Tahai - uno de los tres lugares donde masivamente se observó el eclipse - nadie se acordó del nerviosismo que tenían por el clima que llegó a amenazar el espectáculo.