Mejorar y aumentar la producción de tunas fue el principal objetivo de la instalación de dos hectáreas de cerco perimetral en el poblado de Cuanalla, en la comuna de Huara, proyecto presentado por la comunidad indígena aymara de esta localidad, que necesitaba evitar que las plantas y frutas fueran dañadas por las vizcachas, con el consiguiente perjuicio a su economía familiar.
La iniciativa tuvo un costo de $5.250.000, de los cuales $4.500.000 fueron financiados por el Instituto de Desarrollo Agropecuario (INDAP) en el marco del convenio suscrito con el Programa Orígenes de Conadi, mientras el resto fue aporte de la propia comunidad.
A la ceremonia de inauguración de esta obra asistió el Seremi de Agricultura, Gino Pizarro; el Director Regional de INDAP, Marcelo Hernández; el Coordinador Regional del Programa Orígenes, Isidro Mamani; y el alcalde de Huara, Sergio Platero, quienes estuvieron acompañados de la comunidad, que en la ocasión presentó un cuadro de baile y música propia de la zona.
En la ocasión, el Seremi de Agricultura, Gino Pizarro, relevó el hecho de que esta comunidad ha hecho propio el esfuerzo de levantar cultural y agroproductivamente su sector, y una muestra de ello es el propio aporte financiero entregado para tales efectos. De hecho, para esta obra dispusieron $500.000 en efectivo y $250.000 mil pesos en mano de obra para la instalación del cerco.
“El Gobierno de Chile tiene un compromiso de reencuentro y reconocimiento con los pueblos originarios y por ello la idea es trabajar en conjunto con las comunidades indígenas para que progresen día a día en todos los ámbitos de su quehacer comunitario. Ojalá pronto podamos ver todo este terreno con tunas, para que sean comercializadas no sólo en Iquique, sino también en otras ciudades del norte”, expresó.
Isidro Mamani recordó cómo se gestó este proyecto en el marco de la mesa de planificación local de Miñi Miñe, donde su presidenta Dolores Fernández e integrantes de la mesa insistieron en la implementación de este proyecto.
Detalló que antes de la concreción de este proyecto se gestionaron iniciativas culturales como la banda de Lakitas de Cuanalla y tarkeada hasta llegar a la instalación de este cerco, con lo que se cumple “el objetivo de este programa que es apoyar la calidad de vida de las familias”, quedando pendiente la sede social, que se espera pueda concretarse en los próximos meses.
Marcelo Hernández, director de INDAP, destacó cómo la comunidad y las instituciones se han involucrado para desarrollar este poblado, pero no sólo a través de actividades productivas, sino también rescatando la cultura. “Esto es lo que queremos transmitir que ustedes se empoderen de estos territorios y nosotros apoyar con la institucionalidad. El desarrollo de Cuanalla depende de ustedes y aquí hay una tremenda veta que deben saber aprovechar”, indicó.
Resaltó que para ello cuentan con un estanque de acumulación que permite implementar 12 hectáreas de riego tecnificado y ahora con la instalación de este cerco poder comenzar a producir en mayor cantidad.
En representación de la comunidad habló José Zuñiga, quien manifestó que el interés de la comunidad es hacer crecer este pueblo que por años dejaron abandonado, pero que desde hace más de 10 años decidieron volver a darle vida.
Añadió que este esfuerzo les ha permitido ganar respeto y “eso nos enorgullece, porque nosotros aportamos, nos han dado financiamiento y así hemos levantado este pueblo”, destacando que todo se ha logrado en base a la unidad y voluntad para hacer todas las gestiones posibles.