
Unas 12.000 personas, según los organizadores, participaron hoy en Santiago en una marcha pacífica en defensa de los pueblos indígenas que, sin embargo, terminó con disturbios protagonizados por grupos minoritarios de encapuchados.
La Intendencia cifró el número de participantes en la manifestación en 10.000 personas, que coincide con el Día de la Hispanidad, festividad que se conmemora el 12 de octubre, fecha del descubrimiento de América, y que este año fue trasladada al lunes.
Los disturbios se produjeron al final de la manifestación, que transcurrió de manera pacífica por el centro de Santiago durante cuatro horas.
En las cercanías de la Biblioteca Nacional, un grupo de jóvenes encapuchados comenzó a destrozar semáforos y señales y a provocar desórdenes, y se enfrentó con Carabineros, que emplearon agua y gases lacrimógenos para dispersarlos.
Para los mapuches, "esta fecha significa la llegada de los usurpadores españoles y de todo lo que trajo consigo, el colonialismo y el imperialismo", dijo a la agencia Efe Manuel Díaz, portavoz de la organización Meli Witran Mapu (De los cuatro puntos de la Tierra).
"Es una movilización de repudio a la invasión de hace más de 500 años, pero también una movilización que critica el rol del Estado y del modelo económico con los pueblos indígenas", señalaron en el comunicado de convocatoria.
Por ello, añade Díaz, los indígenas reclaman "la libertad de todos los presos políticos mapuches y la devolución de las tierras ancestrales", en propiedad ahora de empresas agrícolas y forestales.
Los mapuches, con unos 600.000 miembros, constituyen el principal pueblo indígena de Chile.