A poco más de 270 millones de pesos asciende la inversión que la minera Doña Inés de Collahuasi destinó para la restauración de la iglesia de Huatacondo, poblado ubicado en la comuna de Pozo Almonte, a más de 260 kilómetros de Iquique, la cual estará a cargo de la Fundación Jofré y que tiene un tiempo estimado de ejecución de 12 meses.
La firma del convenio de restauración se dio dentro del templo, en donde Ghunter Suhcke, arquitecto de la Fundación Jofré; Jon Evans, presidente ejecutivo de Collahuasi; Augusto Smith Marín, alcalde de Pozo Almonte y Luciano Malhue, gerente de Relaciones con la Comunidad pusieron su rubrica en el contrato que establece el comienzo de los trabajos y estudios para, dentro de un año más, tener la entrega final de las obras en Huatacondo.
Jon Evans, presidente ejecutivo de la extractiva, manifestó que la idea de la restauración de esta iglesia “corresponde a las necesidades que nos ha planteado la gente de Huatacondo, el pueblo más cercano a nuestras faenas, en donde ya hemos ejecutado otras obras, como el empedrado… Y esperamos que la restauración de su iglesia, en donde celebran a la Mama Asunta, traiga a más turistas y convierta a la localidad en un destino obligado, presente en las guías”.
Rosana Barrera, custodia de la Iglesia de la Virgen de la Asunción, agradeció en nombre del pueblo a la compañía minera por los fondos que están destinando al arreglo de iglesia y a Monseñor Marco Órdenes, por las gestiones realizadas para lograr la reparación del templo “en donde se reúnen las personas para ver a sus familiares, a sus patronos y porque así demostramos que, aunque somos un pueblo alejado de la comunidad, con unión podemos lograr grandes cosas”.
Mientras que el alcalde de la comuna, Augusto Smith, expresó que si bien el terremoto de 2005 destruyó varias de las iglesias de la comuna “ha resultado como una suerte de beneficio, pues muchas de las iglesias de los pueblos del interior han sido reconstruidas, pero nos faltaba la iglesia de Huatacondo, que implicaba una inversión muy grande y que Collahuasi asumió, aún cuando sus faenas se encuentran en la comuna de Pica, por lo cual se le agradece su intervención en esta localidad. Lo que sabemos tendrá beneficios en el turismo de Huatacondo”.
La gobernadora de la provincia del Tamarugal, Gabriela Hip, tomó las últimas palabras del alcalde, para referirse al gran trabajo que se está haciendo y que no solo favorece a la comunidad, “sino que a todos los turistas que llegan y que ven como se está conservando el patrimonio. Y quiero señalar que esto se logra a través de los vínculos entre el gobierno, la empresa privada, la institución pública y la comunidad, que trabajan para un mismo fin”.
El obispo de Iquique, Monseñor Marco Órdenes, también agradeció la iniciativa de la minera y entregó un mensaje sobre la importancia en la restauración y reparación de los templos que existen en los diversos pueblos del interior, ya que “ellos son parte del patrimonio y la identidad de un poblado, porque el hablar del presente, no se puede separar en patrimonio histórico que se ha formado y en el cual las iglesias y la religión siempre están presentes. Esto no hay que olvidarlo, puesto que se han hecho separaciones muy simplistas, diciendo que la iglesia no tiene que ver con la identidad de los pueblos, pero no es así. Sería raro ver, especialmente en Huatacondo, una procesión que se lleve a cabo de a uno, o una cuculina individual en la mañana. En especial en un país en donde se está mirando al Bicentenario, hay que tener en cuenta la importancia en la entrega de identidad y valor histórico y patrimonial que tienen estas iglesias”.
Restauración
Ghunter Suhrcke, arquitecto de la Fundación Jofré, dijo que “los trabajos de restauración que se contemplan son de aproximadamente 12 meses, teniendo en consideración alguno hitos en donde la gente ocupa la iglesia, como las festividades religiosas y los carnavales, pero que no es tan solo la capilla en sí lo que se arregla, sino que el entorno de ella, también, contará con mejoras, pues es el sector que se utiliza en las diversas actividades”.
Y, si bien desde el lunes 23 de noviembre las obras ya comenzaron con el apuntalamiento de la iglesia, “habrá un proceso paralelo de restauración y estudio, para ver cuáles son los mejores métodos a utilizar en la restauración”. Este estudio tendrá una duración aproximada de 3 meses y contempla establecer la mejor tecnología para ser utilizada sin dañar la estructura noble de la iglesia. Incluso, se utilizarán los mismos materiales con la que se construyó hace más de doscientos años (la iglesia tiene una data 1770, aproximadamente, según estudios realizados, pero pudiera ser más antigua), para no interrumpir la construcción histórica del edificio.
A la vez, Shurcke manifestó que “la idea es trabajar lo más rápido posible, para tener las obras entregadas, si todo sale bien, el 15 de agosto, en donde el pueblo Celebra a la Virgen de la Asunción, su patrona. Además que es el mes del minero, por lo que sería muy importante tener las obras en esas fechas listas”.
Juan Carlos Palma, vicepresidente Legal, Asuntos Corporativos y Comunidades de Collahuasi, dijo que “la política de la minera es estar siempre en servicio de la comunidad y, como los pobladores de Huatacondo expresaron la necesidad de reparar la iglesia, nosotros acogimos a su llamado, con el fin de mejorar su calidad de vida, lo que enmarcamos en la ley de donaciones culturales”.
Visitas ilustres
Además del equipo del protocolo regional, las visitas incluyeron al Presidente de la Sociedad Nacional de Minería (Sonami), Alberto Salas; y a Óscar Agüero, representante de la Ley de Donaciones culturales, los que se mostraron satisfechos con el trabajo de asociatividad que se ha tenido en la provincia del Tamarugal, para poder restaurar estas centenarias iglesias.
“Me siento muy contento de estar aquí, 25 años después de que trabajé en esta zona, y saber que se restaurará la iglesia de Huatacondo”, dijo Salas. Mientras que Agüero reflexionó sobre como a través de la ley de donaciones culturales se pueden llevar a cabo estos proyectos “que son millonarios y que, sabemos, el municipio o la comunidad no puede llevar a cabo, pero que sí se dan por la ayuda de la empresa privada”.
