
Antes
de llegar a la cumbre del G20, el mandatario no fue saludado por la primera
dama de Polonia en Varsovia, y luego se quedó sin hotel de lujo en Hamburgo,
por la demora en la reserva.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump,
previo a su llegada a la cumbre del G20, vivió una situación incómoda en Varsovia cuando la primera
dama anfitriona salteó su saludo y,
encima, se quedó sin hotel de
lujo en Hamburgo por la demora en la reserva.
El primer contratiempo en su segundo viaje como
presidente fue transmitido en directo por televisión cuando al arribar al
aeropuerto de Varsovia, la primera dama, Agata Kornhauser saludó primero a
Melania Trump y salteó al presidente republicano, rompiendo el protocolo.
Agata fue presentada a Trump por su marido, Andrzej
Duda, pero ella lo salteó y estrechó la mano de Melania. Recién después saludó
al magnate, quien quedó esperando
con la mano extendida, entre contrariado y confundido.
Otro inconveniente es que deberá dormir en la
residencia de los huéspedes del Senado de Hamburgo, pues debido al retraso en
la reserva no hay lugar en los hoteles de cinco estrellas en la ciudad del
norte de Alemania, donde el viernes arranca el G20.
Según el sitio Buzzfeed, inicialmente
el gobierno estadounidense trató de ubicar a Trump en el hotel Four Seasons,
pero luego descubrió que todas las
habitaciones habían sido reservadas por el rey Salman de Arabia Saudita así
como otros grandes hoteles de la ciudad, bloqueados por los líderes y sus
comitivas.La cumbre, anunciada en
febrero de 2016, requirió 9 mil habitaciones.
Se supo que el Reichshof Hotel fue ocupado por la
delegación vietnamita, mientras el presidente ruso, Vladimir Putin, se alojará
en el Park Hyatt y su par chino, Xi Jinping, comparte con el premier italiano,
Paolo Gentiloni, las más de 500
habitaciones del hotel Grand Elysée.
Con Trump en la residencia del Senado de Hamburgo,
es en el consulado norteamericano donde dormirá el resto del equipo de la Casa
Blanca.
Fuente: ANSA