
En medio de la
situación de salud mundial, abundan correos electrónicos con noticias de último
minutos; enlaces con supuestas medidas de precaución, entre otros, que según
afirman los expertos, en parte importante podría deberse a estafas cibernéticas.
El incesante crecimiento
en el uso de dispositivos móviles y la constante sofisticación de los
ciberataques, pone en riesgo la información sensible tanto de usuarios como de
organizaciones.
Ya lo vimos en octubre de 2019 cuando, tras el
“estallido social”, los incidentes de ciberseguridad presentaron un alza, en su mayoría en
los casos de Phishing, Ataques de Denegación de Servicio (DDos), Ransomware,
entre otros. Actualmente, con la pandemia
que estamos viviendo mundialmente con el Coronavirus, la situación vuelve a
repetirse, esta vez a nivel global.
Según los expertos en ciberseguridad de
la empresa NovaRed, el Internet y las redes sociales han tomado un lugar
prioritario para mantenerse informados y comunicarse con otros y es, justamente
ese motivo, lo que puede generar un riesgo mayor para la población si es que no
se está alerta y se toman las precauciones adecuadas en lo que a ciberseguridad
se refiere. Y es que las amenazas del tipo phishing continúan siendo una de las
principales formas de propagación de ciberataques por parte de los
ciberdelincuentes. “Los hackers suelen
aprovechar este tipo de ocasiones para realizar sus estafas que consisten en
enviar enlaces maliciosos y solicitar datos de los usuarios; suplantando la
identidad de otra persona o entidades, como el Minsal o la OMS. Considerando
que en las últimas semanas abundan los enlaces vía RRSS, videos y correos
electrónicos con información sobre el COVID-19; correos de suscripción a sitios
web de noticias verificadas (intentando combatir la proliferación de las “fake
news”), los usuarios deberían tener especial cuidado”, señaló Miguel Pérez, CEO
de la multinacional.
Dispositivos móviles en la mira
Tomando en cuenta que los dispositivos móviles se
han situado como uno de los principales objetivos de ciberataques para 2020 -por
la rápida evolución del mercado y de las aplicaciones registradas en 2019, así
como su extensa utilización para comunicaciones móviles tales como redes WiFi o
conexiones Bluetooth. Así como también, por los nuevos avances tecnológicos que
se esperan para este año, como las
nuevas capacidades de conexión a redes Wi-Fi con soporte para WPA3 o la
inminente adopción de las redes móviles 5G- es que las alertas deben
encenderse.
Para 2019 se preveía un aumento del 35% en los
ataques a dispositivos móviles y para este 2020, los expertos de NovaRed
estiman un aumento de un 50%. El problema es que a estas alturas, aún el 90%
de los usuarios de aparatos móviles no mantiene una solución de seguridad para
su equipo. Problema que aumenta si se
considera que los ataques no solo se dirigen a los usuarios de los
dispositivos, sino que también a las organizaciones que comparten vínculos
corporativos con sus trabajadores. Y es que las estimaciones señalan que en una
de cada cinco empresas los trabajadores acceden a información corporativa a
través de sus propios dispositivos móviles.
Lo anterior, sumado a las
crecientes vulnerabilidades de software y/o tráfico malicioso, y la mayor
sofisticación de los ataques de hackers, las compañías tienen el desafío y el deber
de resguardar sus datos, ya que en muchos casos esos no sólo les pertenecen a
ellos, sino que también comprenden información de clientes. Desde NovaRed
señalan que la prevención es la clave y recomiendan a las organizaciones a educar
a sus colaboradores para una navegación segura, evitando URLs y correos
electrónicos sospechosos. Asimismo, enfatizan en el resguardo que deben tener
los usuarios al conectarse a redes de WiFi públicas o de terceros, si es que se
está trabajando con información corporativa sensible o con datos personales
sensibles (como acceso a instituciones financieras, transferencias
electrónicas, etc.). Y por supuesto, los expertos recomiendan siempre mantener
soluciones de seguridad instaladas en los dispositivos como antivirus y antimalwares,
y su constante actualización.