El
presidente estadounidense, Barack Obama, aseguró la madrugada de este miércoles
que lo "mejor está aún por venir", en un discurso esperanzador ante
miles de seguidores tras ganar su reelección en Estados Unidos, en el que
tendió la mano a su derrotado rival, el candidato republicano Mitt Romney.
"Sabemos en
nuestros corazones que para Estados Unidos, lo mejor está aún por venir",
dijo el mandatario en su discurso de victoria de 25 minutos, en un atestado
centro de convenciones de Chicago, la ciudad que lo catapultó políticamente y
donde pasó la jornada electoral.
"Ya sea que
votaran por mí o no, los he escuchado. He aprendido de ustedes. Me hicieron un
mejor presidente", expresó Obama, de 51 años, que volvió a hacer historia
el martes al ser reelegido, cuatro años después de haberse convertido en el primer
negro en llegar a la Casa Blanca.
Obama, acompañado por
su esposa, Michelle, y sus hijas, Sasha y Malia, en la tarima del centro de
convenciones, tendió la mano a su rival, el republicano Mitt Romney, a quien
venció en una reñida competencia que no se definió hasta el último momento.
"Acabo de hablar
con el gobernador Romney y lo felicité a él y a (su compañero de fórmula) Paul
Ryan por una campaña llevada adelante con ardor", dijo.
"En las semanas
venideras deseo sentarme con el gobernador Romney para conversar sobre cómo
podemos trabajar juntos para empujar este país hacia adelante", manifestó.
Romney, por su parte,
aceptó su derrota en unas breves palabras ante decepcionados seguidores en su
cuartel de campaña, en Boston, Massachusetts, donde fue gobernador.
"Este es un
momento de grandes desafíos para América y rezo para que el presidente tenga
éxito guiando a nuestra nación", dijo Romney, un mormón millonario de 65
años, al cerrar una carrera llena de éxitos profesionales y de fracasos
políticos.
Obama reconoció que
tiene mucho retos por delante, entre ellos arreglar el sistema migratorio, en
un país donde viven más de 11 millones de indocumentados, la gran mayoría
latinoamericanos.
"Creemos en un
Estados Unidos generoso, compasivo, tolerante, abierto a los sueños de la hija
de un inmigrante que estudia en nuestras escuelas y jura lealtad a nuestra
bandera", dijo.
El gobierno de Obama
emitió una directiva en junio pasado que suspendió las deportaciones de jóvenes
estudiantes sin papeles, pero no logró concretar una reforma migratoria
integral que abra una vía para regularizar a los indocumentados, una de sus
promesas en 2008.
Obama, que libró una
batalla ruda y sin miramientos con Romney, lanzó un discurso conciliador para
sanar heridas.
"Con sus historias
y sus luchas, vuelvo a la Casa Blanca más determinado y más inspirado que nunca
para hacer frente al trabajo que hace falta hacer y el futuro que tenemos por
delante", dijo.
Obama agradeció el voto
de confianza de los estadounidenses, que aún sufren en medio de una débil
recuperación de la peor crisis económica desde la década de 1930, con la cifra
de desempleo en 7,9%.
"Esta noche, en
esta elección, ustedes, el pueblo estadounidense, nos recordaron que aunque el
camino ha sido arduo y el recorrido largo, nos hemos vuelto a levantar",
dijo Obama.
"Creo que podemos
intentar alcanzar ese futuro juntos, porque no estamos tan divididos como
nuestra política podría sugerir", dijo Obama antes de poner fin a su
discurso. Acto seguido, del techo del centro de convenciones cayó una lluvia de
confeti tricolor, azul, blanco y rojo.
Pese a que los
demócratas de Obama retuvieron la mayoría en el Senado en las elecciones del
martes, la Cámara de Representantes volvió a quedar en manos de la oposición
republicana, lo que augura enfrentamientos políticos en Washington en los
próximos meses.
Después de pasar el
resto de la noche en Chicago, Obama volverá a la Casa Blanca este miércoles por
la tarde.