
Las víctimas de
abusos cometidas en Chile por miembros del clero católico aplaudieron hoy la
aceptación de las renuncias de otros dos obispos por parte del papa Francisco,
que se suman a otras tres resueltas por el pontífice el pasado 11 de junio.
"Lento pero seguro…
dos obispos malos y corruptos menos a cargo de gente buena", publicó en
twitter Juan Carlos Cruz, una de las víctimas del influyente párroco Fernando
Karadima, que junto a otros dos abusados fue recibido en mayo por el papa,
quien les pidió perdón.
El Vaticano confirmó
este jueves que Francisco aceptó las renuncias de los obispos de Rancagua,
Alejandro Goic, y de Talca, Horacio Valenzuela, este último vinculado a
encubrimientos de los abusos sexuales cometidos por Karadima.
Aunque la renuncia de
Goic fue aceptada por su edad, en las últimas semanas ha estado envuelto en el
caso "La Familia", una cofradía de curas que se concertaban para
abusar de menores de edad y por el cual hasta ahora 14 sacerdotes han sido suspendidos
de sus funciones.
En Rancagua, el papa
nombró al obispo auxiliar de Santiago Fernando Ramos Pérez como administrador
apostólico, en espera de que se nombre a un nuevo obispo, función que en Talca
cumplirá Galo Fernández Villaseca, también obispo auxiliar de Santiago.
En mayo, el papa
Francisco mandó llamar a 34 obispos chilenos al Vaticano y estos presentaron
sus renuncias en bloque tras reconocer que habían cometido "graves errores
y omisiones".
El 11 de junio el
pontífice aceptó tres de ellas, las de los obispo de Osorno, Juan Barros; de
Valparaíso, Gonzalo Duarte García de Cortázar, y de Puerto Montt, Cristián Caro
Cordero, estos dos últimos mayores de 75 años.
Sobre Duarte, sin
embargo, han caído en las últimas semanas varias acusaciones de abusos sexuales
que son investigadas por la justicia canónica y civil.
"Obispo
Valenzuela (formado por Karadima y cercano a él) y obispo Goic son sacados de
sus diócesis por el Papa. Pasito a pasito", publicó hoy en twitter José
Andrés Murillo, otra víctima de Fernando Karadima.
Desde Estados Unidos,
donde reside, Juan Carlos Cruz afirmó a radio Cooperativa que la corrupción
"reina" en Conferencia Episcopal chilena, en la cual "se
protegen entre todos, producto de una cultura siniestra, perversa".
"Francamente,
estoy muy contento de que siga este proceso de sacar a todos estos obispos
corruptos. Obviamente, me gustaría que todo fuera mucho más rápido, porque hay
muchos más que sacar, pero, por lo menos, ir despertando cada día con dos más
fuera me da esperanzas", añadió.
El portavoz de la
Conferencia Episcopal, Jaime Coiro, comentó en tanto que lo que el papa busca
con esas medidas es "una nueva forma de hacer Iglesia, más pueblo de Dios
que jerárquica y concebida por una élite".
En el caso de Goic,
que en el pasado se destacó en la defensa de los derechos humanos, Coiro
descartó que su salida suponga la impunidad para los delitos cometidos por la
cofradía La Familia.
"Por el
contrario, es una oportunidad". Una de las tareas del obispo Goic es
reparar los errores que el mismo admite ha cometido, las omisiones que tuvo, la
no debida ponderación de algunos relatos que conoció", dijo a la misma
emisora.
Agregó que los
investigados en la diócesis de Rancagua "han sido sometidos a medidas
cautelares. La noticia tranquilizadoras para la comunidad es saber
efectivamente cuál es la verdad respecto de cada uno de los casos".
En tanto, los laicos
de la región del Maule manifestaron a través de portavoz, Gustavo Madrid, su
alegría por la salida del obispo Horacio Valenzuela, a quien acusaron de ser
autoritario, al punto que en algunas ocasiones se sintieron amenazados por el
prelado.
Madrid, asimismo,
comprometió la ayuda de los laicos al administrador apostólico, Galo Fernández.
Fuente: EFE