El mandatario habló desde
Chicago, donde aceptó el máximo cargo del gobierno hace ocho años; el 20 asume
Trump.
El presidente de
Estados Unidos, Barack Obama brindó
un discurso de despedida en Chicago, donde levantó el ánimo de sus seguidores
golpeados por la victoria de Donald Trump.
Obama comenzó su
discurso de despedida dando las gracias a todos sus compatriotas por haberle
hecho un "mejor" mandatario y un "mejor hombre" durante
estos últimos ocho años.
El mandatario fue
recibido con una gran ovación en el centro de convenciones McCormick Place de
Chicago, con capacidad para unas 20.000 personas, y fue interrumpido al
comienzo de su discurso con gritos de "Four more years" ("Cuatro
años más").
En un aparte de su
discurso, Obama defendió su legado y aseguró que el país "es un lugar
mejor y más fuerte" que hace ocho años, cuando él llegó a la Casa Blanca.
Obama explicó que si
hace ocho años le hubiera dicho a los estadounidenses que iban a lograr
revertir la gran recesión, salvar a la industria automotriz, crear empleo,
reanudar relaciones con Cuba, cerrar el programa nuclear de Irán "sin
hacer un disparo", acabar con Osama Bin Laden, aprobar el matrimonio
homosexual y garantizar un seguro de salud para 20 millones de estadounidenses,
le podrían haber dicho que se había puesto objetivos demasiado altos.
"Pero eso es lo
que hicimos. Eso es lo que hemos hecho. Ustedes fueron el cambio. Ustedes
respondieron a las esperanzas de la gente, y, gracias a ustedes, Estados Unidos
es un lugar mejor y más fuerte que cuando empezamos", dijo en medio de
aplausos y ovaciones.
Además, valoró la transición
pacífica hacia el mandato de Donald Trump y llamó a los estadounidenses a
mantenerse unidos para enfrentar los próximos desafíos: "Depende de
nosotros asegurarnos que venceremos los desafíos que aún enfrentamos (...)
Estados Unidos tiene un gran potencial, pero ese potencial sólo podrá
desarrollarse si nuestra democracia funciona, sólo si nuestros políticos
reflejan de mejor modo la decencia de nuestro pueblo, sólo si todos nosotros,
independientemente de la afiliación partidaria, ayudamos a restaurar el sentido
del objetivo común que tanto necesitamos ahora".
También abogó por la
posición del país en el mundo, y manifestó la necesidad de que Estados Unidos
se mantenga "vigilante, pero no asustado" en la esfera mundial, al
defender que las dos otras potencias que luchan por la hegemonía global, Rusia
y China, no la obtendrán a no ser que el país cambie drásticamente.
"Rivales como
Rusia o China no pueden superar nuestra influencia en todo el mundo, a no ser
que renunciemos a lo que defendemos, y nos convirtamos en otro país grande que
abusa de sus vecinos más pequeños", dijo.
En el extenso
discurso, que preparó durante varios meses, según indicaron desde la Casa
Blanca, Obama también se refirió al cambio climático: "Podemos y debemos
discutir sobre la mejor forma de abordar el problema. Pero simplemente negar el
problema, no solo traiciona a futuras generaciones, sino que también traiciona
el espíritu esencial de nuestro país".
Durante los últimos
minutos del discurso y con lágrimas en los ojos, Obama se los dedicó a su
familia y especialmente a su esposa Michelle, quien fue ovacionada de pie por
la multitud.
"Michelle LaVaughn
Robinson, mi mujer, la madre de mis hijas, asumiste un rol que no te fue
pedido, y lo ejerciste con estilo y humor", dijo el mandatario.
"Michelle, hiciste de la Casa Blanca la casa de todos. Eres el modelo a
seguir", resaltó.
"De lo que me
siento más orgulloso es de ser su padre", agregó refiriéndose a sus hijas,
Sasha y Malia.
También el
vicepresidente Joe Biden recibió una ovación de los presentes al ser mencionado
por Obama. "Te ganaste mi amistad fuiste el mejor vicepresidente",
concluyó.
Fuentes: ANSA, EFE y AFP