Desarrollo sustentable, cambio climático, equidad: hay
mucho en la agenda internacional. En una conferencia sobre las ciudades como
motores de esta agenda, la región de Tarapacá, en Chile, sirvió de buen y mal
ejemplo.
La ciudad de Iquique,
en el norte de Chile, llegó a batir el récord de falta de lluvia: 16 años sin
precipitaciones. "De pronto comenzamos a tener lluvias más seguidas. El
agua empezó a caer en las casas como si no hubiera techo. Allí se construía para
tapar el sol", cuenta a DW Ricardo Carvajal, exseremi para Vivienda y
Desarrollo urbano de la región de Tarapacá. "Esto ha servido para que la
gente se haga consciente y sienta que el cambio climático es concreto y está
llegando a su ciudad", agrega.
Entre un bosque de
agendas
En una conferencia
internacional en Bruselas, convocada por Cities Alliance (una asociación global
en torno al Banco Mundial y ONU Hábitat) y la agencia de cooperación de la
Unión Europea, expertos, organizaciones, técnicos y políticos se han dado
cita para detectar los caminos y los desafíos de la implementación de
recientes agendas internacionales.
Se trata de la Nueva
Agenda Urbana (Hábitat III, Quito 2016), el Acuerdo de París (COP 21,
París 2015), los Objetivos de Desarrollo Sostenible (Nueva York 2015).
¿Y qué tiene que ver
el mantener el aumento de la temperatura mundial por debajo de 2 grados
Celsius con ciudades sustentables sin asentamientos informales o con
erradicar la pobreza y combatir la desigualdad? Probablemente mucho.
"Pero lo primero
que hay que entender es que estas agendas no bastan para tener un modelo
teórico: las ciudades son diferentes y sus necesidades también",
puntualiza Carvajal, que ha trabajado intensamente con las siete alcaldías de
la región norteña.
El motor: las
ciudades, la región
Desierto, puerto,
minería, migración, región fronteriza: estos factores que determinan a Tarapacá
no son los mismos para otras regiones del país. Pero en parte sí para las
regiones aledañas de sus países limítrofes. Por ello, una de las propuestas de
Cities Alliance es, precisamente, la alianza entre las ciudades como motores
del cambio urbano.
"Los objetivos
de desarrollo sostenible se lograrán (2030) en un 65% si se incluye en su
consecución a las ciudades, a actores y autoridades locales", explica por
su parte Diane Archer, investigadora del International Institute for
Environment and Development de Londres, basándose en un estudio realizado en
cooperación con la Universidad Técnica de Berlín.
Actualmente, el 75%
de la población mundial vive en menos de 500.000 asentamientos urbanos, el 60%
de ellos en países en desarrollo. Hacia el 2050 la tendencia no se revertirá,
según datos oficiales. Esto para el caso de Tarapacá se ha traducido en un
crecimiento del 30% de su población urbana.
"Dadas las
relaciones comerciales que existen entre Chile, Bolivia y Perú hay una relación
bastante fluida por el movimiento de mercadería que hay en toda la región.
Arica en Chile y Tacna en Perú son simbióticas. Hay mucha migración en el norte.
Hay que reconocer esta migración y hacerse cargo de ella2, añade Carvajal.
El ejemplo de una
explosión demográfica no controlada es Alto Hospicio, a 10 kilómetros de
Iquique. "Comenzó como una toma y se fue formalizando", dice
Carvajal. En condiciones de urbanismo, estas dos ciudades tan cercanas,
distan mundos la una de la otra.
"El crecimiento
explosivo de los últimos 10 años se debe a la actividad económica que ha tenido
tanto la zona franca comercial, el puerto y las mineras", explica
Carvajal. Éstas, de alto impacto ambiental en el agua y la energía, han
comenzado a aportar a la solución: "Se está invirtiendo harto en energía
solar para generar menor impacto y también se está invirtiendo en plantas
desalinazadoras para no consumir el agua de la Cordillera".
Esto coincide
con los objetivos de la agenda internacional, sí. No obstante, "se ha dado
en gran parte debido al clamor de la gente", concluye Carvajal, en cuya
opinión de toda esta Nueva Agenda Urbana -en un país con un 90% de población urbana
y un índice de Gini que marca una gran desigualdad- lo más importante es
esforzarse localmente “por no dejar atrás a nadie”.
Fuente: DW