Un total de 122 focos de
incendios asolan a Chile, anunciaron el sábado las autoridades, mientras que la
ayuda internacional continúa llegando para enfrentar el peor desastre forestal
en la historia de la nación.
La
Corporación Forestal Nacional (CONAF) reportó que se han registrado 122
incendios, de los cuales 62 están activos, 50 han sido controlados y 10
extinguidos, un leve descenso sobre los 135 focos activos que había reportado a
primera hora de la mañana la Oficina Nacional de Emergencias (ONEMI).
Los
siniestros ya han dejado 11 fallecidos, 2.025 personas albergadas, 3.270
damnificados y 1.089 viviendas destruidas, según ONEMI.
Mientras
tanto, la ayuda internacional sigue llegando. La presidenta Michelle Bachelet
confirmó el sábado que un avión ruso especializado, el IIyushin II-76, ya iba
en camino y apoyará al Supertanker, el avión más grande del mundo contra
incendios, capaz de lanzar 73.000 litros de agua.
Aunque
la aeronave rusa es más pequeña —con capacidad de 40.000 litros de agua— esto
le permitirá utilizar varios aeropuertos, comparado con el Supertanker, que
sólo puede operar desde los aeropuertos de Santiago o Concepción.
Bachelet
confirmó también la llegada de 287 brigadistas desde varios lugares del mundo:
México, Perú, Argentina, Panamá, Portugal, Francia y España. Con el arribo de
muchos de ellos ya son más de 400 los especialistas extranjeros desplegados,
confirmó la cancillería.
"Este
es un apoyo que no sólo se agrega en números, sino que va a permitir que
personas que han estado durante largas horas, varios días, trabajando
incesantemente puedan descansar y reponerse durante algún tiempo", explicó
el subsecretario de Relaciones Exteriores, Edgardo Riveros, antes de agradecer
a los gobiernos implicados su colaboración.
Los
expertos se suman a los más de 4.500 efectivos chilenos, entre brigadistas,
bomberos, fuerzas armadas y funcionarios del Estado, 46 pequeñas aeronaves y
195 vehículos de maquinaria pesada que están desplegados por las siete regiones
afectadas, la mayoría en el centro-sur del país.
"Llevamos
10 días día y noche, día y noche" trabajando en la extinción de incendios,
relató a la AP Ramón Lorca, un habitante de la población de Hualqui, a unos 525
kilómetros al sur de la capital Santiago. Hualqui está en la región del
Bío-Bío, que aún se debate entre las llamas y dónde el sábado se habían
reactivado algunos de los focos.
Otros
vecinos se quejan de tener que luchar solos contra el fuego, sin ningún tipo de
apoyo o ayuda de las autoridades, que no siempre alcanzan a hacerse presentes
en todos los lugares.
"Estamos
rodeados de fuego, que hemos combatido entre habitantes, familiares, amigos e
incluso desconocidos. Por el momento aquí no se han presentado ni bomberos, ni
carabineros (policía), ni brigadistas de la CONAF; estamos sólo rodeados de
bosque", lamentaba en declaraciones a la AP Irma Vera Flores, una
locataria de la zona de Pichaco Sur de Hualqui, donde treinta familias luchaban
con sus propios métodos, estableciendo cortafuegos, para detener el avance de
las llamas que los amenazan desde hace tres días.
"Algunas
personas ya han vaciado las casas y las han abandonado, ante el temor de que
todo se queme, como ha ocurrido en otros lugares", decía dolida.
Mientras
tanto una espesa nube de polvo y contaminación sumergía el sábado en la tarde a
Santiago, que sufre duramente los efectos del humo en las regiones vecinas.
La
CONAF informó que de noviembre a la fecha los siniestros han consumido 396.027
hectáreas, la mayoría en las últimas dos semanas.
El
organismo forestal detalló que de 2015 a 2016 fueron arrasadas 10.593 hectáreas
frente a las 509.849 hectáreas consumidas del periodo 2016-2017 hasta el
momento.
El
fuego se ha visto favorecido por altas temperaturas, vientos y sequía de años,
aunque se investiga la posibilidad de que algunos de ellos hayan sido
intencionados. Hasta el momento 34 personas, todas chilenas, han sido detenidas
por supuesta intencionalidad en los incendios.
"Es
verdad que estamos ante un precedente especial de calor, de viento, de baja
humedad que hace mucho más riesgoso, pero hay una serie de elementos que son
extraños y que los expertos están investigando", comentó Bachelet, al
tiempo que descartó que por el momento los indicios permitan suponer que haya
existido una acción organizada para provocarlos.
Mientras,
el poblado de Santa Olga, donde unas mil casas quedaron reducidas a cenizas el
jueves, busca ponerse en pie y ya comenzó a recuperar parte del tendido
eléctrico.
La
llegada de la ayuda desde todos los puntos del país ha sido tal que las
carreteras que conducen a esa localidad se encuentran completamente saturadas y
las autoridades piden a las personas que por el momento no transiten por esa zona.
En
otros lugares siguen las labores de reconstrucción y ya hay acciones de acopio
en todo Chile.
Fuente: AP