
La organización
ecologista Greenpeace llamó hoy en Chile a terminar con el
"Chernóbil" chileno, en alusión a los reiterados episodios que han
afectado a centenares de habitantes de dos localidades costeras rodeadas de
plantas industriales en la región de Valparaíso.
"Basta de
eufemismos: la población de la zona está ingresando a los hospitales por
envenenamiento. La situación no da para más y se debe buscar alguna solución
final para terminar con este verdadero Chernóbil chileno", exigió la
filial chilena de Greenpeace en un comunicado.
En las localidades
de Quintero y Puchuncaví más de un centenar de personas fueron atendidas el
jueves en hospitales con síntomas de intoxicación, 48 horas después de un
episodio anterior y el último de varios incidentes similares ocurridos en la
zona.
El sector ha sido
declarado saturado de anhídrido sulfuroso y material particulado que, según
datos preliminares sobre el episodio de este jueves, corresponderían a
hidrocarburos.
Las autoridades de
la zona, unos 160 kilómetros al noroeste de Santiago, declararon alerta
amarilla y recomendaron a las familias retirar a los estudiantes de los
colegios.
Según Greenpeace,
se trata de "una realidad que lleva demasiados años afectando a parte de
nuestros compatriotas", por lo que demandó tomar "medidas serias y
definitivas".
"¿O acaso el
Estado cree que hay chilenos que pueden seguir viviendo de esa manera?",
afirmó en el texto Matías Asún, director de Greenpeace Chile.
Agregó que
"cualquier solución" debe ser acordada en conjunto con la comunidad y
que las industrias "deben hacerse cargo de los graves impactos que ya por
demasiados años han tenido en la comunidad".
La organización
denunció además "el rol pasivo y casi contemplativo" que ha tenido la
Superintendencia de Medio Ambiente frente a la crisis.
Grupos de vecinos
se manifestaron este viernes para exigir a las autoridades medidas inmediatas
como el cierre de generadoras a carbón, que cese el crecimiento del parque
industrial y se limiten las actividades productivas hasta tener la certeza de
las causas y responsables.
Las
manifestaciones incluyeron una falsa alarma de bomba junto a una terminal de
desembarque de gas comprimido y la entrada por la fuerza en la planta de la
Corporación del Cobre (Codelco), que posee una fundición en la zona.
Los manifestantes
rompieron puertas y ventanas, lo que causó algunos lesionados por astillas de
vidrios y la huida de los empleados, mientras dirigentes sociales anunciaron
manifestaciones similares en cada una de las industrias de la zona.
Desde el Gobierno,
la ministra del Medio Ambiente, Carolina Schmidt, anunció a través de su cuenta
de Twitter que había instruido a la Superintendencia del Medio Ambiente ordenar
la paralización de las fuentes contaminantes.
"Suspender
las clases no soluciona el problema. Instruí a SMA a cumplir su mandato y
paralizar fuentes contaminantes ante riesgo salud población", precisó
Schmidt en el tuit.
Poco después, las
autoridades apuntaron a la estatal Empresa Nacional del Petróleo (Enap) como
responsable de la contaminación de este jueves, y Schmidt decretó el cierre de
todas las faenas de la compañía que puedan tener relación con el episodio.
El intendente de Valparaíso, Jorge Martínez, precisó en declaraciones a radio
Cooperativa que "podemos asegurar que tenemos evidencia suficiente para
establecer que se han emitido contaminantes al aire, nocivos para la salud,
desde la empresa Enap".
Fuente: EFE