La presidenta de
Chile, Michelle Bachelet, defendió hoy durante su último informe ante el
Congreso el legado político de sus ochos años como jefa del Estado y pidió
unidad a los "demócratas progresistas" para consolidar las reformas
emprendidas por ella y seguir avanzando en el futuro.
"Hoy Chile es
mejor que ayer, porque estamos construyendo bases nuevas y sólidas para que el
mañana supere al presente", destacó la mandataria, quien ha anunciado su
retiro de la vida política del país cuando concluya su mandato, en marzo del
próximo año.
"Nos hemos
atrevido a poner en marcha las transformaciones a las que nos
comprometimos", señaló al inicio de un discurso que duró más de dos horas
y en el que pidió la unidad de la Nueva Mayoría y crítico veladamente al
expresidente Sebastián Piñera.
Bachelet destacó el
"coraje de mirar los problemas de frente" y llevar a cabo las
reformas estructurales, "aun sabiendo que cuatro años no bastan para
revertir males históricos".
"Nos hemos
atrevido a poner en marcha las transformaciones que comprometimos",
aseguró la mandataria durante su última cuenta pública, a la que, a diferencia
de otros años, no asistió ninguno de los expresidentes.
De hecho, Piñera, que
aspira a ser reelegido en los comicios de noviembre, convocó a la prensa para
comentar lo dicho hoy por la mandataria, quien en dos ocasiones comparó su
legado con el del presidente conservador al afirmar que en su Gobierno se han
creado 60.000 empresas más y se ha invertido un 40 % más en salud.
Bachelet, que en 2006
se convirtió en la primera presidenta de Chile, explicó que cuando en 2014
regresó a La Moneda se encontró con un país "con tensiones e
impaciencia", en el que se desaprovechaba la bonanza del momento y
"las debilidades en la economía y la política se convertían en un freno
para el progreso".
Era un Chile
"que no había hecho lo suficiente por acabar con las grandes desigualdades
que arrastraba, y con abusos que se mantenían y frustraban los esfuerzos que
hacían las personas", afirmó.
En respuesta a esa
situación, su Gobierno puso en marcha profundas transformaciones, en una labor
que "no ha sido fácil ni ha sido perfecta".
Entre los principales
avances de su segundo mandato, Bachelet destacó la puesta en marcha del proceso
para elaborar una Constitución plenamente democrática, la reforma tributaria,
el nuevo sistema electoral, las leyes para combatir la corrupción, la
despenalización del aborto, la unión civil y, especialmente, el nuevo sistema
educativo.
La presidenta realizó
dos anuncios largamente esperados, uno de los cuales se refiere a la
elaboración de un plan integral para la región de la Araucanía, donde se
concentra la población mapuche.
"Es hora de terminar
con un conflicto que ha durado casi 500 años", proclamó la jefa de Estado
al anunciar el plan para la Araucanía, que incluye "la participación, el
reconocimiento y nuevas formas de reparación para los pueblos indígenas".
Y también anunció el
envío al Parlamento durante el segundo semestre del año del proyecto de ley de
matrimonio igualitario, "porque no puede ser -dijo- que los prejuicios
añejos sean más fuertes que el amor".
Asimismo, avanzó que
la gratuidad en la educación superior se extenderá hasta a un 60 % de los
estudiantes en 2018.
"No nos
engañemos, quien quiera echar pie atrás en una política seria, inclusiva y
responsable como es la gratuidad en la educación superior le estará dando la
espalda a Chile y a las familias chilenas", señaló en respuesta a las
críticas de la derecha a su reforma educativa.
"Hemos
enfrentado las consecuencias de la ideología de mercado, que le pone precio a
todo y que enfrenta a las personas entre sí", sostuvo la mandataria, quien
en tono solemne aseguró: "podrán cambiar los gobiernos, pero no puede
detenerse una historia impulsada por la fuerza de un país entero".
Antes de concluir,
Bachelet hizo un llamamiento a todos los sectores sociales "a hacerse
parte en la construcción de Chile y pidió unidad a los partidos de la Nueva
Mayoría, que viven una división interna que pone en duda la continuidad de la
coalición.
"Quiero pedirles
especialmente a los demócratas progresistas de Chile, a quienes me acompañan en
el Gobierno, unidad en la acción y lealtad a los principios que nos convocan
(...), hemos puesto en marcha una historia y somos responsables ante el país de
llevarla a cabo", enfatizó.
"Esta es mi
última cuenta en este gobierno y la octava como presidenta de la República. Ha
sido una historia de compromisos y esfuerzos, con aprendizajes, con dolores,
con muchas alegrías. Es, para mí, la historia de mi amor por Chile",
concluyó su discurso Bachelet.
Fuente: EFE