El presidente de Chile, Sebastián
Piñera, dijo este martes que le "cuesta creer" la denuncia contra su
tío, el exarzobispo Bernardino Piñera, por la presunta comisión de abusos
sexuales contra un menor hace más de 50 años y que está siendo investigada por
el Vaticano.
"Conociendo por casi 70 años a
Bernardino Piñera como sobrino, me cuesta creer, porque conozco su conducta, su
actitud de una vida entera, en una denuncia que se hace más de 50 años después
de ocurridos los eventuales hechos, a un hombre que hoy tiene 103 años de
vida", dijo el presidente a la prensa.
El mandatario, no obstante, aseveró
que "toda denuncia debe investigarse y con rigor para verificar su
verosimilitud y para esclarecer la verdad" y que "este caso no
constituye una excepción".
La Iglesia católica chilena informó
este martes de que el Vaticano abrió una investigación "para averiguar si
es verosímil la denuncia de un presunto abuso sexual a un menor de edad"
que supuestamente habría cometido Bernardino Piñera hace más de 50 años.
Bernardino Piñera fue arzobispo de la
norteña ciudad de La Serena entre 1983 y 1990, y en la actualidad es arzobispo
emérito de esa ciudad.
La Conferencia Episcopal de Chile
(CECh) indicó que el Vaticano está en contacto con la persona que realizó la
denuncia, al mismo tiempo que destacaron que "se está actuando en el
respeto del principio de la presunción de inocencia".
Los presuntos abusos sexuales habrían
sido cometidos contra un menor de edad hace más de 50 años y estarían
prescritos en la actualidad.
A través de un comunicado, Bernardino
Piñera, que el próximo mes de septiembre cumplirá 104 años de edad, manifestó
"desconocer la acusación" que ha dado origen a la investigación y
ofreció su "plena disposición a colaborar en el esclarecimiento de la
misma".
"Doy fe de que, durante mi larga
vida sacerdotal que comenzó en 1945, siempre he tenido una conducta
intachable", afirmó el religioso.
La Iglesia católica chilena atraviesa
en los último tiempos por una crisis causada por los abusos sexuales cometidos
por numerosos miembros de la misma, lo que ha provocado la renuncia de obispos
y otros dignatarios, la expulsión de otros y decenas de juicios que involucran
a religiosos.
El último caso, que se ventiló a
inicios de agosto, involucró a Renato Poblete, un emblemático jesuita fallecido
en 2010, que según una investigación ordenada por la propia Compañía de Jesús,
violó o abusó de más de una veintena de mujeres, varias de ellas menores,
durante casi 50 años, entre 1960 y 2008.
Según datos de la Fiscalía, hay 166
causas abiertas por abusos en el clero chileno, mientras las víctimas suman
248, de las que 131 eran menores de edad al sufrir los delitos.
En tanto, las personas relacionadas
con la Iglesia que son investigadas suman más de 200, entre ellas 10 obispos,
152 sacerdotes, 9 diáconos, 15 laicos, 8 personas de las que no se dispone
información y 27 pertenecientes a órdenes o congregaciones sin ser clérigos.
Fuente:
EFE