Bachelet
llamó a los electores a conseguir una amplia victoria el domingo para evitar
una segunda vuelta, programada para el próximo 15 de diciembre.
La ex mandataria socialista
Michelle Bachelet, favorita en las elecciones generales del domingo en Chile,
pidió una amplia victoria para evitar una segunda vuelta, mientras que la
oficialista Evelyn Matthei apostó por la continuidad al cierre este jueves de
la campaña electoral.
Los otros siete
aspirantes a la presidencia chilena también pusieron punto final a la carrera
electoral para cumplir con una veda legal de dos días previo a la celebración
de los comicios, indicó AFP.
Bachelet, la
favorita, cerró su campaña en el parque Quinta Normal, en Santiago, con mitin
muy festivo que congregó a unas 10.000 personas, y durante el cual bailó cumbia
y otros ritmos.
"Tenemos que
ganar ampliamente en primera vuelta", afirmó Bachelet.
"Queremos
ganar en primera vuelta porque tenemos mucho que hacer", agregó, citando
los principales ejes de su programa que incluye reformas al sistema educativo
y tributario, así como una reforma constitucional que termine con la
herencia de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).
Pediatra de 62
años, y quien en 2006 se convirtió en la primera mujer en ocupar la presidencia
chilena tras ocupar previamente las carteras de Salud y Defensa, Bachelet
encabeza todos los sondeos con una intención de voto del 47%, seguida de
Matthei, que concita una adhesión del 14%.
Las proyecciones
indican que, excluyendo votos nulos y blancos, la ex mandataria podría imponerse
en primera vuelta, para lo cual necesita reunir el 50% más uno de los votos.
"Lo que
queremos hacer son cambios de verdad, con responsabilidad y
gobernabilidad", afirmó la exmandataria sobre su paquete de reformas que,
de concretarse, harían a Chile girar nuevamente a la izquierda tras cuatro años
de gobierno derechista con el empresario Sebastián Piñera al frente.
La reforma
tributaria de Bachelet busca recaudar unos 8.000 millones de dólares, con el
aumento gradual de los impuestos a las empresas y otras medidas, para
destinarlos a educación, donde ha prometido la gratuidad a nivel universitario
en un plazo de seis años.
Bachelet ha
propuesto, además, una nueva Constitución que acabe con la impuesta en 1980 por
la dictadura de Pinochet, que contiene aún una serie de "cerrojos"
antidemocráticos que la ex mandataria quiere eliminar.
"Yo no hago
promesas, tomo compromisos. No hay recetas mágicas", afirmó Bachelet.
"Las metas y
las expectativas que hay en Bachelet son muy altas", dijo a la AFP Miriam,
una de las más enfervorizadas seguidoras que acudió al acto final de campaña.
Matthei apuesta por la continuidad
Matthei, en tanto,
cerró su campaña, haciendo una férrea defensa de la continuidad de las
políticas del gobierno de Piñera.
"Si uno le
pregunta a los chilenos si están mejor ahora que hace cuatro años, estoy segura
de que la inmensa mayoría va a contestar que están mejor ahora", dijo
Matthei al intervenir en un acto en la ciudad de Chillán, unos 450 km al sur de
Santiago.
Vestida con una
chaqueta roja y pantalones negros, y tras ser saluda por dos de sus tres hijos,
Matthei enumeró los logros del gobierno de Piñera, comparándolos con los de
Bachelet.
"Este gobierno
ha creado más de 800.000 empleos, casi el doble del gobierno de Bachelet
(2006-2010). Los sueldos han crecido también más del doble", afirmó
Matthei, de 60 años.
"En este
gobierno la desigualdad ha disminuido. En el otro se mantuvo", agregó la
candidata.
Exministra de
Trabajo de Piñera, Matthei cerró de esta forma una campaña que en su caso se
extendió por poco más de cuatro meses después de aceptar la nominación tras la
abrupta renuncia del ex ministro Pablo Longueira, afectado por una depresión.
Economista,
diputada y senadora, Matthei tiene una extensa carrera política, salpicada por
varios escándalos. De cara a esta elección, se ganó la postulación única del
oficialismo tras encabezar sonoras fiscalizaciones a fábricas e industrias en
su rol como ministra de Trabajo, así como por enfrentarse con parlamentarios
cuando defendía la aprobación de leyes laborales.
Al igual que
Bachelet, Matthei es hija de un ex general de la Fuerza Aérea de Chile. Los
padres de ambas eran grandes amigos, pero el golpe de Estado del 11 de
septiembre de 1973 separó el rumbo de ambas familias.
Mientras Bachelet
padeció la detención y muerte de su padre, Alberto Bachelet, y debió partir al
exilio, el padre de Evelyn, Fernando Matthei, formó parte de la junta militar
de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).
Fuente: Agencia EFE