Las actuales
proyecciones señalan que, a nivel global, en 2040 habrá un incremento de 60% en
el número de casos de cáncer, llegando a 21,7 millones de nuevos diagnósticos y
13,1 millones de muertes asociadas a esta enfermedad.
En 2019, por
primera vez desde que hay registros en el país, el cáncer se convirtió en la
principal causa de muerte entre los chilenos.
En el marco del
Día Mundial del Cáncer, médicos y expertos hacen un llamado a la sociedad
chilena a fomentar el cuidado preventivo y dar acceso universal a fármacos y
tratamientos.
El
pasado 4 de febrero, como todos los años, se conmemoró, un nuevo Día Mundial
del Cáncer. Y tanto a nivel mundial como en Chile, las cifras son cada vez más
preocupantes.
Durante
los últimos 20 años, el cáncer se ha transformado en una las principales causas
de mortalidad a nivel mundial. Según estudios recientes de la OMS, en 2020 se
registraron casi 10 millones de fallecimientos por esta enfermedad. Se prevé
que, con las actuales tasas de crecimiento, cambios en los estilos de vida y
envejecimiento de la población, para el 2040 habrá un incremento de 60% en el
número de casos, llegando a 21,7 millones de nuevos diagnósticos de cáncer y
13,1 millones de muertes asociadas a esta enfermedad”.
En
Chile, el avance del cáncer también ha sido sostenido durante las últimas
décadas. La mortalidad por cáncer ha aumentado en 109% entre los años 1986 a
2016. El Departamento de Estadística e Información en Salud (DEIS) señaló que,
en el año 2016, el cáncer fue la segunda causa de muerte en Chile, seguido por
las enfermedades cardiovasculares (ECV). Sin embargo, en regiones como Arica y
Parinacota, Tarapacá, Antofagasta, Maule, Biobío, Los Lagos y Aysén, el cáncer
fue la primera causa de muerte”.
De
acuerdo a cifras de Global Cancer Observatory (GLOBOCAN), en Chile, durante el
año 2020, se diagnosticaron 54.227 nuevos casos y alrededor de 28.584 muertes
producto de esta enfermedad.
En 2019, el
boletín de Estadísticas Vitales, publicado por el INE, anunció un preocupante
hito: por primera vez desde que hay registros en el país, el cáncer se
convirtió en la principal causa de muerte entre los chilenos, superando a las
muertes por tumores. Entre los principales factores que inducirían ese
crecimiento figura el envejecimiento demográfico del país, pues la edad es uno
de los factores de riesgo asociados al desarrollo del cáncer.
Sobre este tema,
Francisco Vidangossy, Director de la Fundación Cáncervida, apunta a que el país
enfrenta problemas propios de países en vías de desarrollo. “Entre otras cosas,
Chile tiene un aumento en la población adulto mayor, existen los mismos
problemas sanitarios de un país desarrollado, con altas exigencias laborales,
stress, mala nutrición, sobre medicamentado, alto nivel de obesidad, alto nivel
de consumo de alcohol, y sedentarismo, todos factores que crean un perfil pro
cáncer, una mala política de prevención y de educación al respecto. Eso nos
llevó a que, hoy, el cáncer sea la primera causa de muerte en Chile”, afirma.
La importancia
de la prevención y la detección preventiva
Recientemente,
la Unión Internacional Contra el Cáncer hizo un llamado: “más de un tercio de
los casos se puede prevenir”. En este punto, la doctora y hermatóloga Pilar
León Maldonado, especifica: “en los tumores sólidos se puede dar la prevención.
Según el tipo de screening (búsqueda de la enfermedad en una población) puedes
tener un diagnóstico en un estadio muy inicial y ahí puedes hacer un
tratamiento y prevenir. Existen screening aprobados como la mamografía para el
cáncer de mama, el papanicolau para el cáncer cérvico uterino, o la
colonoscopía para el cáncer de colon”.
Sin
embargo, existen cánceres que no tienen prevención, y entre los cuáles se
incluyen los denominados “tumores líquidos”: en esta tipología, la detección
precoz es fundamental. “En la oncohematología, el screening, sería un chequeo
rutinario de salud una vez al año con exámenes generales que incluyan un
hemograma (análisis de sangre) y consulta precoz. Luego, acudir a un
especialista”, puntualiza la doctora León.
Es
en el mundo de los tumores líquidos donde aparecen los distintos tipos de
leucemias como la leucemia mieloide aguda, más común en adultos (o la leucemia linfoblástica, más propia de
niños y adolescentes), o la leucemia
mieloide crónica. Por su categoría de “urgencia”, la leucemia mieloide aguda
debe ser diagnosticada cuanto antes y tratada inmediatamente, a fin de lograr
el mejor pronóstico posible. En las leucemias crónicas, en tanto, es clave que
el paciente cumpla el tratamiento y que no se vea interrumpido el suministro de
la medicación.
Al
respecto, la doctora Pilar León -que actualmente se desempeña en el Hospital
Van Buren- nos detalla sobre los diferentes tratamientos que actualmente se
brinda a los pacientes. “La leucemia aguda requiere un tratamiento de
quimioterapia intensiva, con hospitalización del paciente. Para la mieloide
crónica desde hace años se usa un tratamiento oral que ha tenido muy buena
respuesta; también existen tratamientos de nueva generación que ayudan mucho en
caso de mutaciones, son fármacos a los que tenemos acceso y que están en el
GES. Pero, la leucemia linfática crónica aún recibe tratamientos más
convencionales, la cobertura que tenemos ahora es solo quimioterapia
convencional”, revela la profesional.
Los nuevos
tratamientos target o moleculares
Durante
la última década se han desarrollado tratamientos orales -también denominados
tratamientos target o moleculares- con muy buenos resultados y que mejoran la
calidad de vida del paciente. Se subdividen en tratamientos orales finitos y
permanentes, los cuales se utilizan, en teoría, hasta la progresión de la
enfermedad o intolerancia del paciente. El gran problema es su alto costo y que
aún no cuenten con cobertura estatal para el sistema público, pues no están
incluidos ni en el GES ni en la Ley Ricarte Soto.
Sin
embargo, a juicio de la doctora León, se pueden generar otras vías para
facilitar su acceso. “Se evalúa que, ojalá en poco tiempo, se incluyan entre
drogas de alto costo, que es otra forma de financiamiento. Hoy se hace difícil
prescribir estos fármacos, porque si uno lo hace, el financiamiento, o es por
parte de la caja chica del hospital, o de forma particular del paciente”.
Respecto
al tipo de modelo de acceso al tratamiento para el cáncer, Francisco Vidangossy
es claro: “Se debe eliminar todo tipo de discriminación en salud vía nueva
Constitución con un modelo de acceso universal, sin distingo alguno, con
recursos y sin fines de lucro”.
Respecto
a los nuevos tratamientos, el también director de Oncosummit es optimista, “El
cáncer y su entorno terapéutico ha avanzado muchos estos últimos 10 años,
incluido diagnósticos de precisión y terapias dirigidas. Esto, por supuesto,
incluye a tecnologías sanitarias de innovación, que han permitido no solo una
buena calidad de vida e incluso la curación, sino además la esperanza de miles
de pacientes”.
Por
su parte, la doctora León complementa: “Se habla un poco de la medicina
personalizada, que se extiende al cáncer. Ya no se trata de hacer como un
tratamiento estándar para todos los pacientes con un tipo de cáncer, sino de
hacer estudios moleculares para un tratamiento más dirigido, darle a cada
paciente el tratamiento que mejor le va a ponderar. A lo que vamos, es a una
medicina más personalizada con un estudio más profundo de la enfermedad que
tenga el paciente. Eso es el futuro”.