Con ello se
superan las principales barreras biotecnológicas para el desarrollo de
tratamientos de inmunoterapia biológica contra el cáncer con tanto éxito que,
no solo es aplicada en Chile, sino que se exporta a otros países.
Un grupo de médicos y científicos chilenos pertenecientes
al grupo de investigación Biogénica idearon una fórmula biomolecular propia,
conocida como “kit teranóstico”, única en su tipo, que luego de años de
investigación y desarrollo (con el apoyo de CORFO y la Universidad de Concepción
mediante INCUBA-UdeC) resolvió las principales barreras biotecnológicas para el
desarrollo de un protocolo de inmunoterapia en Chile, con tal éxito, que no
solo es aplicada en nuestro país, sino que también es exportada a otros cuatro
países. Este kit provee los insumos y
reactivos necesarios para producir inmunoterapia estandarizada y personalizada,
permitiendo acortar brechas existentes en la elaboración de células dendríticas
como terapia oncológica y permitir su desarrollo a mayor número de laboratorios.
Francisco
Gutierrez, Director I+D de Biogénica explica que “el kit desarrollado ha
permitido a los centros que lo utilizan elevar hasta un 400% las tasas usuales
de viabilidad celular aplicable, obtenidas en un tratamiento de células
dendríticas, pudiendo así elaborar la versión más potente de la inmunoterapia
de células dendríticas conocida como de 3ª generación que es hasta 15 veces más
efectiva que la 1ª generación biológica o farmacológica, y a un cuarto de su
valor”. Y es que el desarrollo e implementación de esta biotecnología ha
permitido brindar a cientos de pacientes con cáncer en Chile, la variante más
efectiva y segura de inmunoterapia de células dendríticas (3ª generación) con
mínimas reacciones adversas y altísima especificidad, sin necesidad de viajar
al extranjero, donde su costo es desde un
50-60% mayor más gastos asociados al traslado a otros países. Por
ejemplo, en Europa y
Asia los tratamientos de inmunoterapia de 1ª generación tienen un valor de inicio de 14 mil
dólares, llegando incluso por sobre los 90 mil dólares, mientras que los de 3ª generación parten en los 30 mil dólares. En Chile,
la Fundación Biogénica, hace posible que muchos pacientes accedan a este
tratamiento con aranceles privilegiados y bonificados en hasta un 50% del valor
final. Es decir, se puede acceder a un completo protocolo personalizado desde
los 15 mil dólares aproximadamente, lo cual resulta más conveniente que tomar
el tratamiento en el extranjero.
Gracias a estos avances, es que Chile es
considerado líder en desarrollo de biotecnología para inmunoterapia biológica
contra en cáncer puesto que existe un núcleo de desarrollo biotecnológico de
exportación, además de un centro de aplicación a nivel de países avanzados. De
hecho, en el mundo existen más de una
veintena de centros especializados en la aplicación de inmunoterapia biológica, sin embargo muy
pocos en América Latina por el alto costo de reactivos e instalación de cada
centro.
Todo sobre inmunoterapia biológica
Actualmente, la inmunoterapia está posicionada como el cuarto
pilar terapéutico contra el cáncer y, con más de 120 años de historia en sus
diversas variantes, es objeto de cerca
del 70% de la investigación mundial para enfermedades oncológicas. “Su cara más
conocida es sin duda la farmacológica y de distribución masiva, con
tratamientos no exentos de reacciones adversas, algunos con bajo rango de
efectividad por su aún baja especificidad y donde muchos tratamientos promedian
desde los 35 hasta los 90 millones de pesos por paciente”, señala el Dr. Ramón Gutiérrez, patólogo y oncólogo
molecular, presidente de SOCHIDEX (Sociedad Chilena de Inmunoterapia de Células
Dendríticas y Exosomas).
De este modo, la inmunoterapia biológica de células dendríticas
(Premio Nobel de Medicina en 2011) toma relevancia y se transforma en una real
opción para pacientes con diagnóstico de cáncer. Esta es una terapia biológica personalizada, no disponible en
farmacias, que se hace a partir de células sanguíneas y moléculas tumorales
(desde una biopsia o muestra de una cirugía del propio paciente) que se
procesan y programan en laboratorio, y posteriormente se reintegran al
organismo de forma ambulatoria, a través de una inyección. Consiste
básicamente en recuperar, fortalecer y programar nuestras propias defensas y
sistema inmunológico para que puedan detectar y eliminar células cancerígenas,
a costos menores que la variante farmacológica, lo cual posiciona a la
inmunoterapia de células dendríticas en una verdadera “puerta de entrada” para
acceder a los más recientes esquemas terapéuticos contra el cáncer, como la
inmuno-quimioterapia o la inmunoterapia combinada.
Según
estimaciones de la SOCHIDEX, durante el 2018 en
Chile se registró un aumento de un 60% en la cantidad de pacientes que
accedieron a tratamientos de este tipo en comparación al año anterior y más del
80% de ellos han tenido respuesta inmunológica favorable. Y las cifras son
alentadoras, puesto que los tratamientos de inmunoterapia biológica contra el
cáncer pueden disminuir hasta en un 70%
su reaparición; en pacientes con tratamiento tradicional (quimio o
radioterapia) potencia hasta un 40% su efectividad y en pacientes en etapas
avanzadas, ya sin tratamiento, extiende la sobrevida en hasta un 325%
dependiendo del tipo de cáncer. “Lo más
llamativo es lo tardío que la mayoría de los pacientes consulta: solo un 17% lo
hace mientras está con tratamiento convencional de quimioterapia o radioterapia
y; un 63% consulta cuando dicho tipo de tratamientos no fueron favorables. Evidentemente,
un tumor avanzado complica una mayor probabilidad de respuesta completa, lo
cual es comprendido por los pacientes. Sin embargo, un aspecto relevante es que el protocolo
permite obtener respuesta favorable de distinto perfil e intensidad, con muy
adecuada tolerancia, en pacientes que ya no calificaban para ningún otro
tratamiento convencional”, señala el Dr. José Carlos Castillo, Director Médico
de ReCell, centro clínico chileno especializado en inmunoterapia de células
dendríticas.
Según
datos casuísticos de atención de este centro privado, los pacientes que accedieron en 2018 a
tratamientos de inmunoterapia biológica contra cáncer del tipo tumor sólido, fueron
en primer lugar los con diagnóstico de cáncer gástrico y colorectal (19,%);
seguidos por cáncer de pulmón (8,8 %); hematológico (7,9 %); vesícula (7,9 %);
sistema nervioso central (6,9 %); hígado, próstata y urológico (6%); cérvix-útero-ovario
(5,6%); mama (4,6 %); tiroides (2,3 %); páncreas (1,9 %); esófago (1,9 %);
riñón y neuroendocrino (0,9%).