Los candidatos presidenciales del pacto Nueva
Mayoría, que aglutina a los principales partidos de la oposición chilena,
sostuvieron esta noche un debate televisivo que se caracterizó por la
cordialidad de las intervenciones y ligeras diferencias programáticas.
La gratuidad de la educación, la reforma de la
Constitución y el sistema privado de pensiones fueron, junto con el matrimonio
homosexual y el aborto, los temas que marcaron la diferencia entre la
socialista Michelle Bachelet, el democristiano Claudio Orrego, el radical José
Antonio Gómez y el independiente Andrés Velasco.
El debate, organizado por el Canal 13 y CNN
Chile, es el primero de dos previstos de cara a las primarias del 30 de junio,
en las que los dos principales bloques políticos, la opositora Nueva Mayoría
(formada por la Concertación y el Partido Comunista) y la oficialista Alianza
por el Cambio, elegirán a su abanderado para las presidenciales de noviembre.
La ex presidenta Bachelet, favorita en todas las
encuestas, explicó que se presenta a la reelección "porque no hay nada que
se compare con trabajar por la patria" y destacó que tiene "las
ganas, la experiencia y el liderazgo para cambiar Chile".
Por su parte, Orrego envió un mensaje a "los
miles de desencantados de centro, de derecha y de izquierda"; Velasco
enfatizó que "hay que rescatar la buena política y acabar con las malas
prácticas"; y Gómez expresó su apuesta "por un Estado firme que
defienda a los ciudadanos".
Las diferencias entre los candidatos de la
oposición afloraron nada más abordar el problema de la educación, el que más
preocupa a los chilenos, según las encuestas, y que mantiene movilizados a los
estudiantes desde hace más de dos años.
Bachelet sostuvo que la educación tiene que ser
un derecho social, defendió el fin del lucro y el financiamiento compartido y
se mostró a favor de "avanzar hacia la gratuidad universal".
Gómez propuso la gratuidad de la educación
universitaria, mientras que Velasco y Orrego señalaron que esta debe ser
gratuita sólo para quien no pueda pagarla.
Otro de los puntos polémicos fue el futuro de las
administradoras de fondos de pensiones (AFP), el sistema de jubilación privado
que se implantó durante la dictadura de Augusto Pinochet y que luego copiaron
otros países.
Actualmente, hay un millón de chilenos que se han
jubilado por este sistema y que cobran un tercio de lo que ganaban cuando
estaban trabajando, aunque el objetivo era que percibieran en torno al 70 %.
Gómez consideró que este modelo es
"abusivo" y hay que acabar con él, una propuesta que a Orrego,
partidario de reformas parciales, le pareció demasiado audaz, en tanto que
Velasco y Bachelet también optaron por introducir ajustes graduales.
Tras recordar que su Gobierno aprobó una ley que
otorgó pensiones a 1,3 millones de personas, la ex mandataria se refirió a la
necesidad de que Chile cuente con una nueva Constitución para que por fin la
minoría deje de vetar cambios que quiere la mayoría.
Sin embargo, Velasco opinó que una asamblea
constituyente no es la solución a los problemas de representatividad en Chile.
Por su parte, Orrego atribuyó a "la cerrazón
de la derecha que haya quienes clamen por una asamblea constituyente "por
las buenas o por las malas", una opción que para Gómez es la vía idónea para
modificar la Carta Magna y acabar con el desprestigio de la política.
En un momento del debate, Bachelet fue
cuestionada por su papel el 27 de febrero de 2010, cuando un terremoto y un
posterior tsunami acabaron con la vida de cientos de chilenos.
"Pensar en esa noche me provoca una profunda
tristeza", confesó la ex mandataria, quien argumentó que ella jamás dijo a
la población que volviera a su casa, a pesar de que el Servicio Hidrográfico y
Oceanográfico de la Armada había afirmado que no había riesgo de tsunami.
"Esa noche actuamos con la información que
teníamos disponibles", recalcó Bachelet, quien hoy se supo que no tendrá
que declarar como imputada en la causa sobre los errores que derivaron en esa
fallida alerta de tsunami.
Los candidatos también manifestaron su posición
sobre el matrimonio entre homosexuales, que ya es una realidad en varios países
de Europa y América Latina.
"Yo personalmente estoy a favor del
matrimonio igualitario", dijo Bachelet; mientras que Velasco expreso su
apoyo no sólo al matrimonio igualitario, sino a la adopción de niños por parte
de parejas de homosexuales.
En tanto, Gómez aprovechó para defender la
eutanasia y el aborto en determinados supuestos, iniciativas todas ellas que
fueron rechazadas por el democristiano Orrego.
El próximo jueves se verán las caras en un debate
similar los dos candidatos presidenciales de la derecha, Andrés Allamand,
aspirante de Renovación Nacional, y Pablo Longueira, de la Unión Demócrata
Independiente.
De las elecciones primarias están excluidos los
candidatos que no forman parte de coaliciones o alianzas electorales, como es
el caso del progresista Marco Enríquez Ominami y el independiente Franco
Parisi.