miércoles, 19 de abril de 2017

Chile se paraliza para realizar un censo que corrija errores del 2012

Chile paralizó sus actividades este miércoles para realizar un censo abreviado que permitirá conocer, entre otras cosas, cuántos habitantes tiene el país y corregir los errores de la medición de 2012.

Más de medio millón de voluntarios pasaron casa por casa en todo el país con una encuesta de 21 preguntas, la mitad de los censos habituales, para recopilar datos socioeconómicos de las personas que viven en el país austral.

La mayoría de los censistas eran estudiantes universitarios y funcionarios públicos, aunque algunos vecinos se vieron sorprendidos por la visita de rostros conocidos como el de la presidenta, Michelle Bachelet.

La mandataria censó algunas viviendas en Renca, un barrio situado al noroeste de la capital, y llamó a colaborar y participar en el proceso.

"Este censo es importante para todos y esta es una información que se va a cuidar, se protege, pero también va a servir para que las comunas sepan cuántas personas viven, cuántos niños, si estudian o hay cesantes", dijo Bachelet en un punto de prensa.

"Es una información sobre vivienda y población que es clave para las decisiones que se toman día a día", añadió la mandataria, cuya presencia sorprendió a los vecinos de Renca.

Ministros como el de Relaciones Exteriores, Heraldo Muñoz; Obras Públicas, Alberto Undurraga, y de la Mujer, Claudia Pascual, entre otros, salieron a la calle en diversos barrios de la capital para censar durante toda la jornada.

Para favorecer la participación en el censo las autoridades declararon este miércoles festivo irrenunciable. Los bares, restaurantes, supermercados y establecimientos comerciales permanecieron cerrados.

Solamente funcionaron las gasolineras, los comercios de barrios atendidos por sus propios dueños y las farmacias de guardia.

Santiago y otras ciudades chilenas ofrecieron una postal poco habitual, incluso para un día festivo, con calles totalmente desiertas y muy pocos automóviles circulando, una señal de que la ciudadanía respondió, en gran medida, al llamado de las autoridades.

La directora del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), Ximena Clark, explicó recientemente que se decidió realizar un censo abreviado, con las preguntas estrictamente necesarias, para tener más rápidamente los resultados y poder utilizarlos en la elaboración de políticas públicas.

El objetivo principal es corregir la medición realizada en 2012, que en un primer momento fue calificada por el entonces presidente Sebastián Piñera como "el mejor censo de la historia".

Una auditoría detectó posteriormente diversos errores metodológicos, entre ellos una tasa de omisión del 9,3 %, y un grupo de expertos recomendó hacer el censo nuevamente, pero de forma abreviada.

Las 21 preguntas del censo permitirán saber cuántas personas viven en cada hogar, el tipo de vivienda y el nivel de estudios de los habitantes, entre otros indicadores.

Las autoridades han invitado estas últimas semanas a participar en el censo a los inmigrantes que residen en Chile sin importar su situación legal. En ese sentido, se ha insistido en que los censistas no pedirán el carné de identidad ni otra documentación.

La jornada del censo transcurrió en un ambiente tranquilo y sin incidentes de gravedad.

La situación más delicada se vivió en Temucuicui, una comunidad de la sureña región de La Araucanía que es el corazón de la lucha de los mapuches contra las empresas forestales y agrícolas.

El Gobierno decidió no realizar el censo en ese sector después de que el camino que lleva a la comunidad fuera cortado con troncos la pasada madrugada para impedir la llegada de los censistas.

Los pocos voluntarios que lograron llegar a Temucuicui fueron conminados a retirarse por los habitantes, por lo que el Gobierno tomó la decisión de no censar a esa comunidad.


Fuente: EFE