Estados
Unidos usó hoy por primera vez en un conflicto la mayor bomba no nuclear, la
llamada "Madre de todas las bombas", al arrojarla contra un complejo
de túneles del Estado Islámico (EI) en la provincia de Nangarhar (Afganistán),
informó el Pentágono.
Por
primera vez en la historia, Estados Unidos ha utilizado la bomba GBU-43 Massive
Ordnance Air Blast (MOAB), un gigantesco proyectil de unas 10 toneladas de
peso, diseñado para destruir complejos de cuevas y túneles subterráneos.
El lanzamiento,
normalmente llevado a cabo por un Hércules C130, se reveló pocas horas después
de tener lugar en el distrito de Achin a las 19.32 hora local (15.02 GMT), una
premura poco habitual en operaciones de este tipo.
La
provincia de Nangarhar, en el este afgano y cerca de la frontera con Pakistán,
es la remota región que la que los yihadistas del EI se han asentado para
ampliar su presencia en la que llaman provincia de Jorasán (parte de su
autodeclarado califato).
"El
bombardeo estaba diseñado para minimizar el riesgo para las fuerzas afganas
estadounidenses que realizan operaciones sobre el terreno en esa zona, al
tiempo que se maximiza la destrucción de combatientes e instalaciones del
EI-Jorasán", explicó el Pentágono en un comunicado.
"Esta
es la munición adecuada para reducir los obstáculos y mantener el ritmo de la
ofensiva contra el EI-Jorasán", explicó el general John W. Nicholson,
comandante de las fuerzas estadounidenses en Afganistán, quien recordó que los
yihadistas han estado trabajando en defensas subterráneas y búnkers.
Estados
Unidos ha realizado operaciones antiterroristas en esa zona; en una de las
últimas, el 8 de abril, falleció un miembro de las fuerzas especiales en
combate cara a cara con los yihadistas.
El uso de
la "Madre de todas las bombas", que mata con la imponente presión de
aire que genera, indicaría que la zona estaba ampliamente ocupada por
operativos e instalaciones del EI, sin evidente presencia civil.
El
Pentágono aseguró hoy que "se tomaron las precauciones para evitar
víctimas civiles", pese a que el proyectil, que es guiado al objetivo solo
durante la caída, no es considerada de precisión.
Además,
el uso de este proyectil es un mensaje de combate claro hacia el EI y sirve de
muestra al mundo del poderío militar estadounidense.
Según
CNN, el Pentágono ha enviado drones de reconocimiento y está utilizando
satélites para cuantificar el daño y resultado del lanzamiento de la bomba.
Fuente:
EFE