En un año marcado por un escenario económico, social y político complejo a raíz de la pandemia y discusiones del marco normativo sectorial y político, el sector pesquero industrial registró un buen desempeño como consecuencia del trabajo desarrollado por décadas en temas de regulación y resguardo de la sostenibilidad de las operaciones, manteniendo la pesquería de jurel en plena explotación según investigaciones lideradas por Subpesca. Muestra de esto, ha sido el aumento sistemático de las cuotas en los últimos años, las que sustentan las nuevas inversiones y proyectos realizados por la división Pesca de Camanchaca, tanto en la Región de Tarapacá, como en Biobío.
Dentro de las inversiones en Biobío, se destaca la construcción de la nueva Planta de Jurel Congelado que involucró una inversión de US$30 millones y que consideró una gran cantidad de mejoras en infraestructura y tecnología de automatización, convirtiéndola en una de las plantas más modernas de América Latina. Esto consolidó la presencia y compromiso de Camanchaca con el desarrollo sostenible de Coronel, destinando más del 95% del jurel capturado a la confección de conserva y congelados en diversas versiones que son exportados y comercializados en el mercado nacional e internacional.
“Las inversiones ejecutadas y los avances en materia de producción son posibles debido a la recuperación de la biomasa del jurel, nuestra principal materia prima, que se destina casi en su totalidad a la elaboración de productos de consumo humano y que nos permite cumplir nuestro compromiso de acercar los productos del mar a la mesa de las familias chilenas y del mundo”, destacó Gonzalo Fernández García, gerente división Pesca de Camanchaca, tras el lanzamiento del 5to Reporte de Sostenibilidad de la compañía.
Es en este escenario que Camanchaca decidió lanzar la marca “Único” al mercado nacional con el jurel en conserva como producto estrella en esta primera etapa, por ser un pescado de origen 100% nacional, sin preservantes, rico en omega 3 y con bajo aporte de emisiones de gases de efecto invernadero en comparación con otras proteínas animales, apostando por el consumidor habitual de jurel, pero también por las generaciones más jóvenes que buscan productos más sanos, libres de preservantes y ricos en nutrientes.
Por otra parte, en la división Pesca Norte, en Iquique, se incorporó el barco transportador Duqueco, con una capacidad de mil toneladas de almacenamiento y sistema de enfriamiento. Este permitió que armadores artesanales optimicen sus tiempos en altamar, acortando la distancia que deben recorrer para entregar sus capturas, mejorando la competitividad y aumentando cerca de un 30% la capacidad de captura en 2021.
Gonzalo Fernández, comentó además que “el trabajo realizado por la División Pesca, refuerza el compromiso que tenemos como Camanchaca de ser una empresa que aporta a las regiones donde opera, no solo ofreciendo empleo de calidad; sino que, también aportando desarrollo sostenible a las comunas, afianzando nuestra relación con los pescadores artesanales, en armonía con los vecinos y con un estricto cuidado del medio ambiente”.
Avances en materia social y medioambiental
En materia ambiental, ambas operaciones pertenecientes a la división Pesca de Camanchaca, recibieron por tercera vez consecutiva, por parte del Ministerio del Medio Ambiente, el reconocimiento Huella Chile, dos de ellos por alcanzar niveles de cuantificación y uno por reducción de sus gases de efecto invernadero (GEI) en las plantas de Coronel y Tomé.
Además, en el marco de alcanzar la meta de ser carbono neutral, la empresa firmó un contrato con Colbún, para que las instalaciones productivas sean abastecidas de energía eléctrica proveniente de fuentes renovables. Acción que, sumada al cambio de combustible de Petróleo 6 a Gas Natural realizada años anteriores, en Coronel y el uso de combustible GLP en la planta de Langostinos, en Tomé, reafirman el compromiso de Camanchaca con el cuidado del medio ambiente.
Asimismo, Camanchaca Pesca Sur integra la Mesa Tripartita de Coronel, en la que participan el municipio, dirigentes vecinales de los sectores colindantes a la planta; y representantes de pesqueras socias de ASIPES. En esta instancia la compañía ha sido parte de proyectos innovadores y pioneros, como el reciclaje de mascarillas, liderado por la Universidad de Concepción, a través de la Unidad de Desarrollo Tecnológico (UDT), así como también de otras iniciativas que son valoradas por la comunidad. Destaca a nivel interno la aplicación de un Acuerdo de Producción Limpia en todas las embarcaciones de la división, disminuyendo los residuos domiciliarios a bordo.
En 2021 Pesca Norte de Camanchaca, presente en la Región de Tarapacá, registró en su planta a 213 personas trabajando, quienes se desempeñan en embarcaciones y en proceso de harina.
En tanto, en la Región del Biobío, Pesca Sur Coronel, registró una dotación de 1.236 trabajadores, de los cuales el 42% son mujeres, la mayoría jefas de hogar. Los productos elaborados se centran en consumo humano destinando cerca del 98% de la captura a la confección de conservas y congelados en base a jurel y de consumo humano indirecto, como harina y aceite de pescado. En Tomé, opera la Planta Langostinos, en la que laboran 415 personas.
La compañía, desde 2013, a través de su programa de vinculación con la comunidad, Camanchaca Amiga, ha trabajado de manera estrecha en las comunas donde opera, enfocando su trabajo en tres pilares: Cercanía, Vida Sana y Cuidado del Entorno.