El
próximo 7 de enero llegan a Iquique los personajes de la popular serie infantil
31 minutos a presentar la clásica obra de Shakespeare y abrir la octava versión
del festival Iquique a Mil, organizado por la Fundación Teatro a Mil y BHP
Billiton Pampa Norte-Cerro Colorado.
Sólo restan días
para el próximo Iquique a Mil y uno de los eventos que más ha entusiasmado a la
comunidad es la presentación de 31 minutos con el montaje Romeo y Julieta, una
versión de la famosa obra de William Shakespeare, especialmente preparada por
el equipo del popular programa infantil.
En la adaptación, el
conejo Juan Carlos Bodoque toma el rol de Shakespeare para relatar la más
clásica de las historias de amor, con las actuaciones de los famosos personajes
de 31 minutos. La obra se presenta como un musical en tono humorístico, algo
muy característico en esta serie, aunque respeta la estructura original de la
pieza teatral.
Con una llamativa
escenografía que simula un libro de pop up, la producciónpropone acercar esta
trascendental obra a un público de todas las edades. Álvaro Díaz, uno de los
creadores de 31 minutos, entrega más detalles sobre esta versión que se
presentará el próximo sábado 7 de enero, a las 20.30 horas en el hemiciclo del
Teatro Municipal, en el marco del Festival Iquique a Mil 2017, organizado por
la Fundación Teatro a Mil y BHP Billiton Pampa Norte-Cerro Colorado.
Hace
mucho tiempo que no visitan la ciudad ¿Cuál es la expectativa del equipo de 31
minutos por el estreno de Romeo y Julieta en Iquique?
Es la expectativa
que uno tiene en todas las salidas a provincia, que lamentablemente no son las
que uno quisiera, nos gustaría ir mucho más, pero en Chile es complicado por
los traslados y costos. Lo que vamos a presentar ahora en Iquique es algo que
no tiene nada que ver con lo que hicimos lasotras dos veces, que son
espectáculos más del tipo concierto de 31 minutos. Esto es un montaje de Romeo y Julieta, tiene
la historia y los personajes de 31 minutos personifican a los personajes de esta
obra; Mario Hugo hace a Romeo, Patana hace a Julieta, Bodoque hace a
Shakespeare, o sea es básicamente una adaptación para niños, en tono de humor y
con canciones originales. Al revés de los recitales de 31 minutos que siempre
son muy bulliciosos, esta obra genera mucho silencio, porque la gente va
siguiendo la trama de la tragedia.
Hay
gran interés por ver este montaje, de hecho las entradas se agotaron el primer
día de reparto ¿qué piensas de esto?
Este festival ha
comprobado que hay mucho interés por ver teatro, por ver espectáculos bien producidos,
en buenas condiciones y que sólo requieren entusiasmo. Lamentablemente en Chile
somos muy de esperar a que lleguen estos espectáculos y que lleguen gratis. No
lo consideramos como un bien al que debiéramos acceder y tratar que nuestros
hijos puedan disfrutar permanentemente, como ir al cine, ir a conciertos y presentaciones. Pocos lo consideran dentro de
un presupuesto como un ítem familiar más. Por eso, cuando suceden festivales de
este tipo, la gente si demuestra entusiasmo y se agotan inmediatamente las
entradas.
Para nosotros esta
es una oportunidad súper entretenida, donde podemos
entregar contenidos al que la gente puede acceder libremente. Por otro lado, el
que la gente nos siga, nos obliga a estar a un buen nivel y a estar haciendo
cosas nuevas, porque el público se aburre de lo mismo.
Sobre
el montaje ¿qué es lo más atractivo, con qué se encontrarán los asistentes?
Al revés de nuestros
otros montajes, este no trae banda, sino que trae sólo 2 músicos, igual tiene
música en vivo, pero es música incidental, no es un recital de rock como los
otros. Lo principal está concentrado en la escenografía que cita a un libro de
pop up, como esos libros de cartón que se abren y se levantan en relieve las
figuras. La escenografía va cambiando permanentemente, es bien espectacular, sobre
todo el trabajo escenográfico hecho por
Cristian Mayorga. También creo que es bien interesante partir en un
mundo de 31 minutos e inmediatamente volvernos en un mundo “shakespeareano” y
no abandonar eso hasta el final.
31
minutos es disfrutado por niños, jóvenes y adultos ¿a qué crees que se debe
esta transversalidad generacional?
Creo que si bien
apela a un asunto infantil, nosotros no nos quedamos en la idea de que es para
un sólo público o que las cosas infantiles tienen que ser aburridas para el
resto. Creemos que lo infantil aborda una dimensión de las personas en general
y todos tenemos una dimensión infantil que está relacionada con el humor, con
ser más libres, con ciertas estupideces y ciertos absurdos. En este sentido yo
creo que esas cosas son comunes a todas las personas, no sólo a los niños. Por
otro lado tenemos la gracia de haber generado personajes conectantes que aún
están muy vivos. Creo que detrás de nuestras producciones aún hay mucha
preocupación por los detalles, hay un gran criterio artístico y eso se refleja
en la recepción del público.
Por
último ¿qué los llevó a adaptar Romeo y Julieta?
Fue una propuesta
que nos hizo la Fundación Teatro a Mil para la conmemoración de los 400 años de
la muerte de Shakespeare, en la que centraron varias actividades el año pasado.
Fue una apuesta que recibimos de manera bastante arrojada; y creo que es muy
entretenido cuando se juntan dos cosas que pareciera no tuvieran mucho en común,
pero que cuando se mezclan al final son muy afines. Tanto Shakespeare, como
nosotros, como la gente que está detrás de Teatro a Mil, lo que buscan es generar
espectáculos de buena calidad para la gente.