Desde sus inicios
como blanco de tiro militar a principios del siglo XX, el desarrollo de esta
tecnología ha ido en aumento y, por primera vez, participan masivamente en la
Feria Internacional del Aire y del Espacio (Fidae) en Santiago.
En fronteras,
seguridad de aeropuertos y ciudades, medición de terrenos y obtención de mapas,
fumigación, revisión de torres eléctricas o paneles solares, los drones tienen
múltiples usos hoy en América Latina.
Desde sus inicios
como blanco de tiro militar a principios del siglo XX, el desarrollo de esta
tecnología ha ido en aumento y, por primera vez, participan masivamente en la
Feria Internacional del Aire y del Espacio (Fidae), el evento de aviación más importante de América Latina que
se desarrolla esta semana en Santiago.
"Los drones
cambiaron las reglas del juego. Antes había trabajos que se hacían difíciles de
hacer por los altos costos y los riesgos que implicaban, pero los drones se convirtieron en un
interesante complemento", explicó a la AFP Carlos Ausset, representante de
TEK Chile, una empresa especializada en desarrollo e investigación de sistemas
de control de tráfico que participa en Fidae.
La feria exhibe
VANT (Vehículo Aéreo No Tripulado) de última generación como el Aeryon
SkyRanger de fabricación canadiense, que recorre distancias de hasta cinco
kilómetros y que puede reconocer el rostro de una persona a 300 metros gracias
a cámaras de alta definición.
También el Robird,
un dron idéntico a un halcón peregrino, desarrollado por la compañía holandesa
Clear Flight Solutions y la Universidad de Twente. Con tan solo 800 gramos de
peso, puede volar hasta 12 minutos y alcanzar una velocidad de 80 km por hora.
Es usado principalmente para evitar accidentes en los despegues y aterrizajes
en los aeropuertos.
Desarrollo exponencial
Creados en Inglaterra durante la Primera Guerra Mundial, el dron o VANT siempre fue vinculado al mundo militar como una costosa arma de destrucción y de entrenamiento pero hoy sus usos son ilimitados.
"Los drones
dejaron de ser una moda; hoy están muy lejos de ser eso. Esta tecnología está
teniendo un desarrollo exponencial, prácticamente sin límites de uso",
dijo el director ejecutivo de Fidae, el coronel Jaime Reyes, al inaugurar la
muestra este martes.
En su formato
civil, "comenzó en el área audiovisual con drones portando cámaras caseras
pero el avance tecnológico y su bajo costo permitió expandir el mercado al
sector industrial", explicó Cristóbal Lagos, representante en Chile de
DJI, una de los fabricantes de drones más reconocidas del mundo.
De acuerdo a cifras
entregadas en el marco de Fidae, se espera que a mediados de la próxima década
el mercado mundial de drones supere los 20,000 millones de euros anuales.
El mercado civil
experimentará un crecimiento importante que vendrá condicionado por su
regulación, mientras que a nivel militar y de seguridad continuará
representando un volumen estimado en aproximadamente un tercio de ese total.
Por su geografía y
condiciones climáticas, América Latina es una región en la que los sistemas
remotamente tripulados están llamados a ser una herramienta indispensable
aunque la regulación todavía representa un obstáculo, según se desprende de la
conferencia "El futuro ya es presente" sobre drones realizada en la
Fidae.
Si bien la mayoría
de los países de América Latina tienen regulaciones internas para el uso de
drones no existe una a nivel continental.
A nivel comercial,
la minería, la agricultura, protección medioambiental e inspección de
infraestructuras son los sectores con mayor proyección, además del mercado
audiovisual. En la industria agrícola, se usan para fumigación y aplicación de
líquidos mientras que en el sector eléctrico y ferroviario son utilizados para
la revisión de torres de alta tensión y paneles solares o detectar corrosión en
componentes metálicos.
"Los drones
ahora se utilizan para tareas donde el hombre es poco eficiente o existe mucho
riesgo", explica Ausset.
A nivel de
seguridad y defensa, los VANT están siendo ya ampliamente utilizados por las
Fuerzas Armadas y las policías de la región, en particular, en el resguardo en
fronteras, seguridad perimetral de aeropuertos y ciudades.
Pero a la par de
la expansión de su desarrollo surgieron también críticas. En el 2013,
organizaciones de derechos humanos denunciaron ante la CIDH (Comisión
Interamericana de Derechos Humanos) que 14 países de la región contaban con
aviones militares no tripulados sin que exista un marco regulador para su uso
en el continente.
Fuente:
AFP