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jueves, 8 de mayo de 2025

Tecnología disruptiva: Universidad de Chile inaugura plataforma única en Latinoamérica para avanzar en inmunología y medicina traslacional

Gracias al proyecto Fondequip EQY230018, la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile inauguró la Plataforma de Citometría de Flujo Espectral Cytek en su Campus Occidente, la única de su tipo en Latinoamérica. Esta herramienta de última generación impulsará investigaciones en cáncer, inmunología y desarrollo de biofármacos, integrándose a la Red de Equipamiento Avanzado (REDECA) y posicionando al país como referente regional en ciencia biomédica.

Con la presencia de autoridades académicas, investigadores y representantes de la empresa Cytek, el pasado martes 29 de abril, la Universidad de Chile inauguró oficialmente la Plataforma de Citometría de Flujo Espectral Cytek en el Campus Occidente de la Facultad de Medicina. Este equipo, único en Latinoamérica, permitirá avanzar en investigación biomédica, oncología, inmunología y desarrollo de biofármacos, consolidando al país como un referente científico regional.

Durante la ceremonia, el doctor Flavio Salazar-Onfray, director del proyecto Fondequip EQY230018, titulado “Plataforma de citometría de flujo espectral de alta resolución para la caracterización de productos biofarmacéuticos y el análisis de muestras derivadas de investigaciones clínicas y traslacionales”, dio la bienvenida a los presentes y destacó el carácter innovador de esta tecnología: “Esta plataforma es disruptiva: acelera el análisis multiparamétrico de tejidos y células, marcando un antes y después en la investigación biomédica”.

Además, resaltó que este logro consolida el compromiso de la Universidad de Chile con la ciencia de excelencia: “Este laboratorio es de primer nivel, fruto de años de colaboración. La Universidad no es solo lo que se habla, sino hechos que reafirman la búsqueda científica como pilar fundamental para la salud pública”.

Por su parte, José Ligos, CEO de Cytek, felicitó al equipo chileno por este hito: “Esta plataforma dual (full espectral con separación celular) es única en la región. Yo creo que ningún inmunólogo pensó que, durante su carrera, tendría esta herramienta, y hoy ustedes la hacen realidad”.

El CEO de Cytek también enfatizó el rol de la colaboración público-privada: “Aquí también hacemos ciencia e innovación superando desafíos. Cytek y su aliado GenExpress se comprometen a seguir apoyando este desarrollo”.

Por su parte, al tomar la palabra, el doctor Emilio Herrera, director del Instituto de Ciencias Biomédicas (ICBM) explicó el impacto institucional de la plataforma: “Esta herramienta transformará la medicina, impulsando proyectos de gran alcance y colaboraciones internacionales”, mencionó.

Asimismo, destacó la integración de la plataforma a REDECA: “Se suma a nuestra Red de Equipamiento Avanzado (REDECA), fortaleciendo la capacidad para descubrir enfermedades y desarrollar terapias innovadoras”, afirmó.

Desde el ámbito clínico, el doctor Héctor Contreras, director del Departamento de Oncología Básico-Clínico de la acultad, hizo un llamado a la comunidad científica: “Invito a todos a utilizar esta plataforma. Los equipos son institucionales y deben aprovecharse para proyectos traslacionales, especialmente en oncología, donde el Hospital San Juan de Dios es un aliado estratégico”, enfatizó.

En el marco del Día Internacional de la Inmunología, el doctor Pablo González, investigador del Instituto Milenio en Inmunología e Inmunoterapia, reflexionó: “Esta herramienta expandirá nuestras capacidades científicas. Agradezco a las universidades asociadas a este proyecto —Universidad de Chile, Pontificia Universidad Católica de Chile y Universidad Austral— por lograr una colaboración como esta que generará publicaciones de alto impacto”.

Continuando con la ceremonia de inauguración, el doctor Miguel O’Ryan, decano de la Facultad de Medicina, vinculó el proyecto con la visión institucional: “Este proyecto refleja el futuro de la medicina académica: Un equipamiento con altísima tecnología, que producirá investigación de altísima calidad, desarrollado en un proyecto colaborativo, orientado a investigar y resolver temas relevantes para la población chilena, y por qué no, a nivel latinoamericano”, señaló.

De igual modo, subrayó el simbolismo de su ubicación en Campus Occidente: “Reimpulsar este y otros edificios de nuestros cuatro campus es un deber ético y un tremendo desafío, que demuestra nuestro compromiso con la descentralización científica. Lograr esto requiere proyectos académicos sólidos, visión de futuro y generosidad. Esperamos ir mostrando otros desarrollos potentes como este en otros campus prontamente”, concluyó.

Finalmente, el doctor Christian González, vicerrector de Investigación de la Universidad de Chile, cerró con un mensaje inspirador: “Chile tiene potencial para ciencia de primer nivel. Tecnologías como esta rompen brechas globales. Nos permitirá empujar la frontera del conocimiento, escrutar los mecanismos más fundamentales en distintos campos, y realizar investigación traslacional”, afirmó.

Por último, desde su experiencia como investigador, añadió que: “Los investigadores requerimos no solo financiación, sino que buen equipamiento. Cuando tenemos buen equipamiento, no hay límites. Esto es un game changer (cambio radical) para el sistema científico nacional”, concluyó.

La ceremonia de inauguración culminó con el corte de cintas del nuevo laboratorio y un recorrido por sus instalaciones.

¿Qué es la Plataforma Cytek y para qué sirve?

La Plataforma de Citometría de Flujo Espectral Cytek permite analizar simultáneamente múltiples parámetros celulares y subcelulares con una resolución sin precedentes. Entre sus aplicaciones destacan:

Investigación en cáncer e inmunoterapias.

Desarrollo de biofármacos y medicina personalizada.

Estudios traslacionales y clínicos.

Caracterización avanzada de poblaciones celulares.

Este equipamiento, adquirido gracias al Fondequip EQY230018, consolida a la Universidad de Chile como referente científico regional.

Aguas que circulan bajo depósitos volcánicos del altiplano chileno podrían ser salinas y con alto contenido de litio

Un grupo de científicos del Instituto Milenio Ckelar Volcanes encontró evidencias de un posible acuífero salino bajo el volcán maar Cerro Overo, ubicado en la Región de Antofagasta, abriendo una nueva posibilidad científica sobre el origen del Li en las salmueras del altiplano.

La zona del Altiplano-Puna de Chile, Argentina y Bolivia albergan más del 50% de las reservas mundiales del litio, un elemento químico que hoy es apetecido en la industria de la electromovilidad. Lo que ha llevado a debates científicos sobre el origen del mineral que algunos estudios asocian a la actividad volcánica.

Una nueva investigación colaborativa entre científicos y científicos del Instituto Milenio Ckelar Volcanes, entrega nuevos antecedentes sobre el origen del litio y otros minerales, tras indagar en una estructura clave para entender las erupciones freatomagmáticas (impulsadas por la interacción directa entre el magma y el agua) llamadas diatremas.

Parte de los hallazgos –publicados en la revista científica Geology bajo el nombre «Highly conductive diatreme aquifer under the Cerro Overo maar, Central Andeanvolcan Zone, Chile”–, fue descubrir que bajo estos grandes depósitos volcánicos del desierto de Atacama, específicamente el maar Cerro Overo, podría circular aguas salinas de alto contenido mineral como el litio y el arsénico. El estudio fue parte de la tesis de magíster de la investigadora Ckelar – UdeC, Noemí Alarcón.

Acuífero salino

«Nuestros resultados muestran que el maar Cerro Overo es un caso único (hasta ahora), de acuífero salino profundo en un diatrema, ofreciendo nuevos conocimientos sobre estas estructuras y el flujo de agua subterránea en terrenos volcánicos áridos. Este estudio, además, proporciona un marco para entender los diatremas como sistemas hidrogeológicos autónomos ricos en minerales, particularmente en la región Altiplano-Puna», afirma Noemí Alarcón, autora principal del paper.

La geóloga junto a las y los científicos Ckelar, Verónica Oliveros (UdeC), Daniel Díaz (UChile), Joseline Tapia (UCN), Pablo Salas (UdeC) y Gabriel Ureta (UNAB), estudiaron este volcán monogenético con una técnica geofísica llamada magnetotelúrica. «Este tipo de volcanes son poco predecibles porque son centros eruptivos de corta duración, con poca actividad precursora y no se puede monitorear a priori pues se desconoce su ubicación. Además, la interacción del agua subterránea con el magma aumenta mucho la explosividad», comenta la académica de la Universidad de Concepción, Verónica Oliveros.

Esta investigación indaga precisamente sobre los mecanismos que producen las erupciones freatomagmáticas, cuyas claves pueden quedar registradas en las diatremas. Se trata de verdaderas “chimeneas” subterráneas donde ocurren explosiones, se destruye la roca al paso del magma y el vapor de agua, y magma enfriado que no llega a la superficie.

Chimeneas volcánicas

Según la geológa UdeC, las diatremas se extienden por cientos de metros bajo la superficie y no son observables, por lo que los métodos indirectos de geofísica son una buena opción para obtener una “imagen en profundidad” de esas estructuras geológicas. Daniel Díaz, académico de Geofísica de la Universidad de Chile, señala que usaron justamente la magnetotelúrica para tratar de “ver” cosas bajo la superficie, con un parámetro que es la resistividad eléctrica del subsuelo, es decir cómo las rocas conducen la corriente eléctrica.

“Entramos al cráter y trabajamos en su entorno, obteniendo modelos de lo que hay bajo la superficie en el maar Cerro Overo y, lo que encontramos, fue tremendamente sorprendente: un cuerpo rojo con forma de copa y de grandes dimensiones pero su característica de resistividad muy distinta a lo que esperábamos ver, ya que encontramos un medio que conduce muy bien la corriente. Nosotros lo interpretamos como una estructura de roca muy fracturada y con mucho fluido, con alto contenido en minerales, formando un medio que conduce bien la corriente eléctrica”, explica el doctor Díaz.

Joseline Tapia, académica de la Universidad Católica del Norte, agrega que este acuífero está tapado por una ignimbrita (roca volcánica) que lo contiene que no es permeable y otra que es super permeable. Lo que estamos haciendo en experimentos es saber si estas rocas son capaces de “votar” desde sus estructuras elementos químicos como el arsénico y el litio, y estas pueden lixiviar, es decir, puede ir a parar al agua.

“Esa agua es muy salina, ya que tiene muchos sólidos disueltos totales, que es una característica de la salmuera. Si es que por alguna falla esta salmuera asciende, podríamos pensar que puede alimentar los salares, pero también puede ser que estos salares estén alimentando al acuífero a través de estructuras volcánicas. Por lo tanto, es una pregunta científica aún en estudio”, concluye la doctora en geología.


martes, 7 de marzo de 2023

Estudiantes del Doctorado de la Facultad de Ciencias UCSC obtienen becas ANID

Este año, 5 estudiantes de este programa de postgrado consiguieron el beneficio que los apoyará durante sus estudios.

Un total de 5 estudiantes del Doctorado en Ciencias con mención en Biodiversidad y Biorecursos (DCBB) resultaron beneficiados con la Beca de Doctorado Nacional de la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID). Este beneficio considera una asignación de manutención anual, pago de arancel y/o matrícula, asignación por cobertura de salud y un 5% de asignación adicional por hijo menor a 18 años. Además de beneficios complementarios, que corresponden a una asignación para gastos operacionales requeridos para la ejecución de la tesis y la posibilidad de obtener financiamiento para realizar estadías/pasantías en el extranjero.

En esta oportunidad, los beneficiarios fueron los estudiantes de primer año: Fabián Guzmán, Paola Cárdenas y Constanza Millán, quienes representan 3 de los 4 ingresos a este programa de postgrado. También consiguieron el beneficio Cristián Balboa de la cohorte 2022 y Marco Quispe de la cohorte 2020.

Beneficiados

Cristián Balboa es biólogo y magíster en Biociencias y Bioenergía y recibió la noticia con agrado, debido al tiempo de dedicación que se necesita al postular a la instancia. “El enterarme de que quede seleccionado fue increíble como también de mucha alegría porque todo lo que escribí logró el convencimiento de los revisores de lo que quiero desarrollar y ya mi estudio recobra una relevancia e importancia  muy notable tanto para mí como para la ciencia”, destacó.

Su línea de investigación trata de la aplicación de material biogénico capaz de remover contaminantes en distintas matrices de agua, pero enfocado en el agua para potabilización. 

Constanza Millán, es bióloga y magíster en Ciencias Biológicas. Este año postuló al DCBB y comenta que “considerando lo competitiva que es la selección, me sentí muy alegre y satisfecha con mi desempeño, porque también es en cierto modo una validación al esfuerzo que una ha hecho en construir un curriculum y definir una línea de investigación, así como también un reconocimiento a mi entorno y mis pares, quienes siempre me han apoyado con distintas oportunidades, académicas, laborales y personales”.

Respecto al trabajo que realizará destaca que su línea de investigación se enfoca en filogeografía y genómica de poblaciones de invertebrados marinos. 

Fabián Guzmán, que ingresa este año también destacó la importancia de la beca para ingresar. Su línea de investigación se basa en ecología y fisiología animal, con énfasis en composición bioquímica y nutrición animal. “Esta beca me permitirá realizar el doctorado ya que si no me hubieran seleccionado no hubiera podido estudiar. Es un gran aporte y una motivación extra poder ser becario ANID esto me permitirá comenzar de la mejor manera el DCBB”, señaló.

Paola Cárdenas, bióloga y magíster en Ciencias mención Oceanografía también ingresa este año al DCBB. Su línea de trabajo se concentra en sedimentos tanto marinos como de fiordos desde una perspectiva multiproxy.

“Fue absolutamente satisfactorio saber que me adjudiqué la beca. En mi caso, supe de la noticia a bordo del RV SONNE durante la expedición SO296-2 donde se realizó el muestreo de mi tesis doctoral. Ganar la beca ANID entrega cierta garantía respecto de las posibilidades de concretar de manera más segura los objetivos del doctorado, además de representar un pequeño logro gracias al trabajo realizado”, complementó.

De esta manera, este año destaca el gran número de becas obtenidas por los estudiantes del Doctorado en Ciencias con mención en Biodiversidad y Biorecursos. 

viernes, 14 de octubre de 2022

Investigadores de diversos países corroboraron que el ancestro de todos los caballos surgió en el noreste de EE.UU. hace 5 millones de años

 

El estudio multidisciplinario internacional clarifica la taxonomía e historia evolutiva de los caballos, mediante la comparación y análisis de distintas hipótesis filogenéticas, según explicó Natalia Villavicencio, investigadora postdoctoral de la Universidad Estatal de O’Higgins (UOH) y Ph.D. en Biología Integrativa.

Aunque no lo pareciera, la historia del caballo en el mundo y la de sus predecesores es compleja. Los actuales equinos, cebras y asnos fueron precedidos – de acuerdo con diversas investigaciones- por más de 100 especies fósiles. Una larga historia evolutiva que se cree que comenzó hace 5.3 millones de años en el norte de América.

Un estudio multidisciplinario, en el que participaron 19 investigadores de instituciones de siete países, dio como resultado una revisión completa y detallada de la taxonomía, biocronología y biogeografía de los caballos fósiles; lo que permitió corroborar, a través de la comparación y el estudio de distintas hipótesis filogenéticas, que el ancestro de todos los caballos surgió en lo que hoy es el noreste de Estados Unidos, hace más de 5 millones de años.

“En América del Sur, los géneros Equus e Hippidion llegaron al continente desde Norteamérica durante el Plioceno tardío, unos 3.6 millones de años atrás, y durante el Pleistoceno tardío, unos 130.000 años, para extinguirse a inicios del Holoceno, hace unos 11 a 10 mil años atrás”, explica Natalia Villavicencio, investigadora postdoctoral de la Universidad Estatal de O’Higgins (UOH), Ph.D. en Biología Integrativa y parte del equipo de investigación del estudio.

La experta, que se desempeña en el Instituto de Ciencias de la Ingeniería UOH, puntualiza que el trabajo logró explicar, a través de un estudio de los climas pasados -en los lugares donde evolucionaron los caballos-, el por qué este grupo se originó en Norte América. “En este continente, la presencia de condiciones más secas y de vegetación más abierta, del tipo pastizal, hace unos 4 millones de años atrás habría facilitado la evolución de herbívoros de piernas largas y corredores, como lo son los caballos”, explica.

La Dra. Villavicencio destaca que lo más novedoso del trabajo es su análisis paleo-climático, que entrega pistas de cómo surgieron los caballos ancestrales en Norteamérica y luego se expandieron a Eurasia y África. “Para este análisis los autores evaluaron algunos dientes de cráneos de caballos fósiles de todo el mundo. El grosor de los dientes fósiles y el desgaste de su superficie son buenos indicadores de la dieta de los distintos animales, ayudando a discriminar si cada especie tenía una dieta más basada en hojas, lo que sugiere que vivían en los bosques, o más basada en las hierbas duras de campos abiertos, como los pastos”, comenta la investigadora.

La Doctora en Biología Integrativa agrega que se utilizó información para generar un mapa de los tipos de ambientes en los que vivieron 114 especies de caballos, “incluidos los antiguos ancestros de los caballos fósiles que tenían tres dedos y los miembros del género reciente y actual Equus, desde hace siete millones de años hasta el presente. Así se descubrió que los eventos de diversificación (momentos en los que surgen más especies nuevas) en la línea de tiempo de la evolución del caballo tienden a coincidir con la expansión de los hábitats secos de campo abierto en todo el mundo”, afirmó.

Finalmente, la investigadora aseguró que el estudio ayuda a establecer un buen marco de referencia inicial para el estudio de la evolución de los caballos, “ya que provee una revisión del número de especies fósiles que han existido, cuándo existieron y su distribución alrededor del mundo. Al mismo tiempo enfatiza en el rol que el ambiente puede haber tenido en la evolución de los Équidos, lo que abre la ventana a pensar en estudios a gran escala que involucren, por ejemplo, el uso de isótopos estables para verificar dietas u otras técnicas que permitan reconstruir completamente los ambientes de los últimos 6 millones de años”.

La Dra. Natalia Villavicencio es Licenciada en Ciencias Biológicas y Doctora en Biología Integrativa. Trabaja actualmente en investigación sobre ecosistemas cuaternarios y se especializa en la investigación de las causas y consecuencias de la extinción de grandes mamíferos durante el cuaternario tardío en América del Sur, integrando teoría ecológica con el registro fósil.

miércoles, 17 de agosto de 2022

Estudio evaluó efecto de la concentración de metales pesados presentes en tres peces y en sus parásitos en la Antártica


La investigación consideró dos puntos estratégicos ubicados en la Antártica para realizar análisis y evaluar su condición y comportamiento.

“Efectos de la concentración de metales pesados y de los parásitos sobre el factor de condición de peces antárticos”, es el título del estudio realizado por Fernanda Vargas para culminar sus estudios del Magíster en Ecología Marina de la Facultad de Ciencias de la Universidad Católica de la Santísima Concepción (UCSC). La investigación contó con el Dr. Mario George-Nascimento como director y Lizette Zenteno como codirectora.

El estudio consideró dos bahías de la Antártica: Bahía Fildes y Bahía Sur, con factores antropogénicos diferentes. En Bahía Fildes existían mayores actividades humanas que en Bahía Sur. “Las concentraciones de metales que hay en los parásitos es muy elevada en comparación a lo que se pueda encontrar ya sea en los peces, o en el agua. Son bioacumuladores más potentes que otros organismos”, explicó Fernanda Vargas.

Se trabajaron con tres especies: Notothenia coriiceps, N. rossii y Harpagifer antarcticus.

Principales resultados

Se analizaron un total de cinco metales pesados, donde solamente dos presentaron mayor concentración en Bahía Fildes. Además, otros dos fueron mayores en Bahía Sur. “A través de esta medición en particular, no pudimos aceptar nuestra hipótesis que íbamos a encontrar mayores concentraciones de metales pesados en Bahía Fildes, considerando todos sus antecedentes. Lo que si comprobamos fue la bioacumulación de parásitos en relación a los peces”, sostuvo Fernanda Vargas.

De esta manera, en cuatro metales pesados la concentración fue mayor. Solamente el hierro no se aceptó, ya que presenta mayores concentraciones en el hígado de los peces que en los parásitos.

Respecto a la importancia del estudio, Fernanda Vargas señala que “puede tener efectos negativos. El hierro y el zinc tienen efectos negativos en el crecimiento de los peces. Hay otros metales que afectan a nivel hepático o la reproducción. Nuestra investigación asegura que la presencia de los parásitos puede ayudar a la disminución de la concentración de estos peces y de alguna forma, amortiguar el efectos de los metales pesados”.

En Bahía Sur no se había hecho anteriormente este análisis en los peces Notothenia coriiceps, N. rossii y en sus parásitos. La comparación entre estas bahías y comparar la reacción entre metales pesados y parásitos es parte de lo novedoso del estudio. Para esta investigación se hizo una campaña de muestreo que consideró un mes en cada bahía. El análisis de laboratorio y la lectura de los metales pesados, se hizo en dependencias de la Facultad de Ciencias UCSC.

Respecto a su paso por el Magíster en Ecología Marina, Fernanda Vargas agradece la experiencia que enriqueció su formación. “Me gustó mucho hacer este Magíster, creo que es necesario como etapa previa al doctorado. Fue una buena elección, ya que me entregaron herramientas, además de la teoría. Clase a clase tuvimos que presentar sobre papers, lo que me ayudó a desarrollarme como presentadora, por ejemplo”.

También la utilización de la metodología, la parte práctica y la bibliografía fueron aspectos que destacó durante su paso por este programa de postgrado.

Actualmente, Fernanda se desempeña como asistente de investigación de la Pontificia Universidad Católica de Chile en su estación ubicada en Las Cruces.


miércoles, 8 de junio de 2022

Microplásticos en los océanos: ¿Cuál es el riesgo para nuestra sangre?

Una investigación holandesa detectó rastros de microplásticos en la sangre humana, dicho hallazgo llama a tomar medidas urgentes para evitar el deterioro del medio ambiente y prevenir enfermedades en la especie humana, comenta el Dr. Iván Franchi, experto de la UNAB.

¿Sabía que este 2022, científicos de Holanda detectaron microplástico en la sangre humana? ¿Cómo llegó ahí?, el Dr. Iván Franchi, académico e investigador del Centro de Investigación para la Sustentabilidad UNAB, comenta este hallazgo y explica los efectos nocivos que produce el plástico en las aguas del mar, a propósito del Día Mundial de los Océanos.

El microplástico no se ve a simple vista y tampoco se puede detectar con facilidad. No obstante, hay grandes toneladas en los océanos, e incluso, llegando a incluirse en la sangre humana. Así lo consignó el estudio holandés Environment International, el que arrojó que existe presencia de partículas de microplásticos en la sangre humana, las que pueden ser transportadas a los órganos por el torrente sanguíneo.

Analizando el reporte, se observó que existían 1,6 microgramos por mililitro, lo que es comparable a una cucharadita de plástico en 1.000 litros de agua. Una noticia preocupante que llama a tomar conciencia. 

¿Cómo pasó esto? “Los microplásticos afectan a los seres vivos por el proceso de ingestión. Cualquier superficie sólida que esté en el océano, será una plataforma que será poblada por microorganismos, éstos se incorporan a la cadena trófica y terminarán en especies de mayor tamaño, las que podrían transferir los polímeros, posiblemente -aún no hay evidencia concluyente- a los humanos”, explica Franchi.

¿Cómo afecta esto a nuestra especie?  El académico declara que la exposición a los polímeros, genera graves problemas de salud. “Hay antecedentes que demuestran que podrían verse afectados el sistema nervioso o reproductivo. En casos más graves, se ha evidenciado que podría existir una relación potencial entre los microplásticos y el desarrollo de cánceres. Además, en algunos casos se han observado también deterioros genéticos”.

Cabe señalar que los microplásticos abarcan un sin número de problemáticas ambientales, Franchi, quien lleva más de una década estudiando los residuos, sintetiza que, “desde 1950 los plásticos han ido aumentando sostenidamente a nivel mundial. Sólo entre el 2000 y el 2015 han aumentado en un 80%. Incluso se proyecta que su producción al 2050, alcance los 33 millones de toneladas”.

Hay evidencia científica suficiente, que indica que el medio -naturaleza- ya no tiene la capacidad de asimilar la cantidad de plásticos producidos a la fecha. En otras palabras, se ha superado el umbral de tolerancia del planeta frente a la cantidad de residuos plásticos que se producen anualmente”. Informa Franchi.

Plásticos y medioambiente una batalla que no da tregua

Ante este panorama, surge la pregunta, ¿Se puede hacer algo? Franchi precisa que, “tenemos que dejar de producir plástico”, dadas las cifras que se proyectan, sin embargo, existen otras formas de aportar al cuidado del medio ambiente y cuidar la preservación de las especies, incluyendo la nuestra.

Actualmente, en nuestro país existen legislaciones que pueden contribuir a disminuir el impacto del plástico. Entre ellas se encuentra la Ley de Responsabilidad Extendida al Productor (REP) del 2016. Esta normativa responsabiliza al fabricante, para que éste recupere un porcentaje de sus productos una vez que cumplen su ciclo de vida útil, vale decir, antes de que se transformen en residuos. Esta política aporta a la disminución de desechos plásticos, pues incentiva su reciclaje para una segunda vida. 

También está Ley 21.368, la que entró en vigencia en agosto del 2021 y que presenta un marco regulatorio frente al plástico de un solo uso, otros plásticos no reutilizables y los recipientes o envases descartables de poliestireno expandido (tecnopor), para alimentos y bebidas de consumo humano en el territorio nacional, sin embargo, el experto, comenta sus alcances.

“Con la Ley de Plásticos de un solo uso se espera disminuir en 23 mil toneladas la generación de plásticos livianos. Pero, del total de plásticos que hay en el mercado, sólo el 2% de ellos son regulados por esta Ley y por lo tanto hay un buen margen de residuos plásticos que deberían ser regulados con mayor precisión para evitar que esos plásticos terminen en espacios naturales y en el océano”, especifica, el Dr. Franchi desde el Centro de Investigación para la Sustentabilidad UNAB.

Finalmente, para continuar la batalla contra el plástico el experto, indica que es imperativo dejar de producirlo y, “comenzar a trabajar bajo el paradigma de la circularidad. La Economía Circular, nos invita a pensar procesos, para que nuestra sociedad pueda ir reduciendo la cantidad de consumo de materiales, entre ellos el plástico”.

Y añade, Pero, más importante aún es asegurar que esta reducción no genere un impacto ambiental o más emisiones. Por lo tanto, tenemos el deber de no inventar falsas soluciones y asumir que estamos en un dilema ético, no sólo del punto de vista natural, sino que también con la responsabilidad que tenemos con las especies con las que convivimos y somos interdependientes”, sentencia Iván Franchi.

miércoles, 6 de abril de 2022

Diputado Matías Ramírez recibió al Ministro Salazar en la Comisión de Ciencia y Tecnología

El representante del PC por la región de Tarapacá, Matías Ramírez, –y que preside la Comisión de Ciencias en la Cámara Baja–, recibió éste miércoles en su primera sesión, al Ministro de la cartera, Flavio Salazar, quien explicó el desarrollo de la agenda legislativa del Gobierno.

Dentro de las primeras medidas a trabajar con el ejecutivo se encuentra el impulsar más fondos para investigación por parte de científicos a lo largo del país, aumentando de un 0,34% hasta llegar al 1% en aportes público-privado.

También se confirmó el interés de profundizar la investigación en torno al cambio climático, el desarrollo de estudio aeroespacial con el apoyo de Centros FONDAP, definiendo áreas transdisciplinarias, como también el promover la colaboración interinstitucional enfocada en desafíos locales de impacto global.

El ministro de Estado señaló en la instancia que “es importante avanzar y expandir el presupuesto para la Ciencia en el país. Es por ello que viajaremos por las regiones, porque consideramos que el plan del Ministerio debe surgir desde las regiones”.

Además, se refirió a la problemática de aquellos estudiantes de posgrado que se vieron afectados económicamente en desarrollar sus investigaciones por el Covid-19. En ese sentido, señaló que “trabajaremos en el más corto plazo para restituir esos fondos para que los y las estudiantes puedan cumplir sus metas académicas”.   

Por su parte el presidente de la Comisión, el diputado (PC), Matías Ramírez, indicó que “fue una sesión muy provechosa con la visita del Ministro Flavio Salazar (…) uno de los principales aspectos es la regionalización del conocimiento con entidades locales e instituciones como las universidades. Es fundamental para el crecimiento, la investigación y desarrollo con el incentivo público-privado, para que el conocimiento se descentralice y no se concentre sólo en la región metropolitana”.

El Ministro Salazar en medio de la sesión de la Comisión de Ciencia y Tecnología, aseguró que dentro de las próximas semanas, realizará su segundo viaje como jefe de la cartera, ésta vez será hacia el norte del país, para anunciar medidas de impulso de desarrollo e investigación.


Terremoto magnitud 9,5 y posterior tsunami devastó a los habitantes de las costas del Desierto de Atacama hace 3.800 años

La investigación liderada por Diego Salazar y Gabriel Easton, académicos del Departamento de Antropología y del Departamento de Geología de la Universidad de Chile, respectivamente, plantea que un sismo similar al terremoto de Valdivia en 1960 -el más grande del que se tenga registro- azotó a la costa del Norte Grande del país hace unos 3.800 años, impactando a las comunidades que habitaban la zona e induciendo cambios en su relación con el territorio. La investigación no solo aporta en términos científicos, también contribuye con información valiosa para los planes de manejo y la reducción del riesgo de desastres socionaturales.

Históricamente, los habitantes del territorio que hoy comprende Chile se han visto enfrentados a diversos desastres socionaturales, siendo los movimientos sísmicos uno de los eventos más comunes. Sin embargo, existe evidencia de que hubo un mega terremoto en el pasado, que modificó el asentamiento y la vinculación con los territorios por parte de las antiguas comunidades costeras del norte del país.

Así lo concluye el estudio “Did a 3,800 year old Mw 9.5 earthquake trigger major social disruption in the Atacama desert?”, publicado en la revista Science Advances, una investigación liderada por los académicos de la Universidad de Chile Diego Salazar, del Departamento de Antropología de la Facultad de Ciencias Sociales, y Gabriel Easton, del Departamento de Geología de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas, junto a otros autores de diversas universidades y centros de estudio nacionales e internacionales. En ella, se señala la ocurrencia de un terremoto de magnitud 9,5, acompañado de un gran tsunami, que azotó la costa de buena parte del norte de Chile hace unos 3.800 años. 

“Lo que hemos encontrado en nuestras investigaciones es que en varios puntos de la costa de las regiones de Antofagasta y del norte de Chile, en general, se encuentran paleoplayas o antiguas playas que hoy están situadas entre 4 a 7 metros de altitud respecto del nivel del mar actual, cuya formación no puede ser explicada por cambios globales del nivel del mar, sino por levantamiento tectónico como producto de grandes terremotos que ocurren en el contacto de las placas tectónicas de Nazca, bajo la Sudamericana, tal cual se ha visto, aunque en menor magnitud, en episodios recientes como en el de Antofagasta en 1995”, detalla el geólogo Gabriel Easton.

De acuerdo al estudio, el movimiento sísmico se produjo por el contacto entre las placas tectónicas de Nazca y Sudamericana, ocasionando un posterior tsunami que ingresó al continente alcanzando -en forma sistemática- hasta por lo menos 15 o 20 metros por sobre el nivel del mar en las regiones de Antofagasta, Tarapacá y Atacama. Pese a que los habitantes de lo que hoy se conoce como Taltal y Paposo habían adecuado su modo de vida a estos episodios catastróficos de la naturaleza, la elevada magnitud alcanzada por este terremoto y tsunami causó un impacto tal que pudo haber diezmado fuertemente las poblaciones costeras de ese entonces. “Justo después de eso, apreciamos cambios bien importantes en los modos de vida humana. Nuestra hipótesis es que este evento pudo generar una mortalidad muy alta entre las personas, o también puede haber motivado la migración de una cantidad importante de personas a otros territorios”, explica el arqueólogo Diego Salazar.

Durante la exploración geoarqueológica, Gabriel Easton analizó una grieta que daba cuenta de la magnitud de este terremoto. Según el investigador, “cuando ocurren estos grandes sismos hemos visto que la tierra al interior de la costa puede agrietarse. Eso ha quedado en evidencia con terremotos recientes, como el de 1995 en Antofagasta u otros”. No obstante, precisa, “lo que vemos acá es una grieta que afecta las capas arqueológicas que llegan a una edad de aproximadamente 4 mil años, que asociamos a la ocurrencia de un gran evento sísmico”.

Esto “lo suponemos también porque hemos encontrado depósitos litorales que corresponden a niveles marinos o de playa de esa edad (cerca de 3.800 años de antigüedad), que hoy están levantados sobre el nivel del mar en hasta 6 o 7 metros, y eso es mucho para explicarlo simplemente por variaciones globales del nivel del mar. Para ello se necesita que ‘algo’ la eleve y suponemos que ese ‘algo’ -tal como ha ocurrido en otros casos en la costa de Chile- es el levantamiento tectónico que ocurre durante los grandes terremotos de subducción”, señala el académico del Departamento de Geología de la U. de Chile.

Cambios en las comunidades

Fue tal la magnitud del mega-terremoto, que produjo cambios drásticos en las formas de habitar y relacionarse de las comunidades costeras a lo largo de cientos de kilómetros en el Norte Grande de nuestro país. “Después de la ocurrencia del evento, siguen habiendo personas en el territorio, pero con menos densidad. En los mil años siguientes, parece recuperarse la población porque reaparecen los cementerios, los sitios son más grandes y numerosos, lo que sugiere se que se comienza a recuperar la demografía. Pero los asentamientos y los cementerios los ubican a mayor altura y a mayor distancia de la costa respecto de lo que sucedía antes del evento”, indica el investigador Diego Salazar.

Entre los cambios sociales que pudo haber generado este evento sísmico, se encuentra la percepción que esta población tenía de los episodios catastróficos y los desastres socionaturales. Como explica Salazar, “ese conocimiento de cómo habitar el territorio no está dado, sino que hay que aprenderlo y luego transmitirlo a las generaciones siguientes”. Dicho proceso, agrega, “hace que se junten las dinámicas del territorio con los procesos históricos, porque -en el fondo- la información que una generación le traspasa a otra incluye el conocimiento de los recursos, cómo obtenerlos y cómo enfrentar estos desafíos. Pero, hay momentos en la historia donde la comunidad pierde parte de su sabiduría para enfrentar los fenómenos particularmente catastróficos del ambiente, y en esos momentos quizás los enfrenta sin una preparación suficiente. Si el conocimiento no es permanentemente cultivado y reactivado se empieza a diluir”, puntualiza el académico del Departamento de Antropología.

Impacto en políticas públicas

Para el equipo de investigadores, este estudio podría ser un aporte en la determinación de políticas públicas para enfrentar este tipo de eventos. “La mayoría de los planes de peligro y riesgo ante tsunamis que tiene el Estado de Chile en las costas de nuestro país, se basan en información sobre eventos históricos que maneja el Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada (Shoa). Pero la historia sobre la cual se basa el Shoa es aquella de la que tenemos registro, y eso significa que -en estricto rigor- estamos hablando del siglo XIX en adelante, para el norte de nuestro país, en particular”, explica Salazar.

Si bien en los últimos 200 años han habido terremotos de hasta 8,8 grados en el costa norte de Chile, como por ejemplo en 1877, “nuestra investigación plantea que ocurrió uno de magnitud 9,5, es decir una magnitud muchísimo mayor de la que tenemos registro, similar al evento más grande jamás registrado, que es el terremoto de Valdivia de 1960. Entonces, es probable que en escalas de tiempo mayores los terremotos ocurrieron con magnitudes que no tenemos registradas y para las puede que no estemos tan bien preparados, y debemos hacerlo”, advierte Diego Salazar. Por esta razón, la investigación sugiere la posibilidad de que ocurra un terremoto de similar magnitud en la costa norte de Chile y, en palabras de Salazar, “los planes de manejo tienen que calibrarse en función de esa posibilidad, en miras de la reducción del riesgo de desastres asociada a este tipo de eventos”.

“A través de este trabajo, destacamos -como se ha señalado- la posibilidad de un terremoto tsunamigénico de magnitud 9,5, que podría ocurrir en el norte de nuestro país, tal como sucedió hace 3.800 años atrás. Este nuevo conocimiento tiene que ser considerado en la evaluación del peligro y riesgo de terremotos y grandes tsunamis, no solo en el Norte Grande de nuestro país, sino también a escala de la cuenca del Pacífico, pues, tal como indicamos en nuestro estudio, existen evidencias de un gran tsunami ‘huérfano’ que habría afectado las costas de Nueva Zelanda y otras localidades del Pacífico en esa misma fecha”, señala el profesor Easton. 

El artículo Did a 3,800 year old mw 9.5 earthquake trigger major social disruption in the Atacama desert? es resultado de varios proyectos Fondecyt (1151203, 1161547 y 1201387) desarrollados por los académicos en la zona de Taltal y Paposo, una investigación que tomó, al menos, unos siete 7 años, y cuyo objetivo fue determinar la ocurrencia de desastres socionaturales en la prehistoria de ese territorio. La transdisciplinariedad es otro elemento destacado en este estudio, que contó con la participación de investigadores e investigadoras de geología, antropología, arqueología, geomorfología, sismología y geodesia.


lunes, 4 de abril de 2022

Descubren cementerio de pterosaurios que vivieron hace unos 140 millones de años en el Desierto de Atacama

 

Jhonatan Alarcón, investigador de la Red Paleontológica de la Universidad de Chile, lideró el estudio de numerosos huesos extraídos desde un nuevo yacimiento de fósiles de la era de los dinosaurios en la Región de Atacama. El trabajo, publicado en la revista Cretaceous Research, reveló la existencia de distintos ejemplares de pterosaurios de la familia Ctenochasmatidae, reptiles alados que habrían alcanzado una envergadura superior a los tres metros. El hallazgo se suma a otros pterosaurios del mismo grupo encontrados 65 kilómetros más al sur, lo que confirma la amplia presencia de estos dragones voladores en el norte del país.

“Cerro Tormento”. Este nombre dio un equipo de científicos de la Universidad de Chile, el Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin), la Universidad Andrés Bello, el Museo Nacional de Historia Natural (MNHN) y la Universidad de San Luis (Argentina), a una empinada montaña de más de 4.300 metros de altitud ubicada a 121 kilómetros al noreste de la ciudad de Copiapó, en pleno Desierto de Atacama. Este remoto lugar fue el escenario de una campaña paleontológica el año 2018 que develó la existencia de un verdadero cementerio de pterosaurios en el área, uno de los pocos existentes en el mundo. Durante esta expedición, los investigadores extrajeron diversos fragmentos fósiles para su posterior estudio en el laboratorio de la Red Paleontológica de la Universidad de Chile, trabajo que permitió identificar a estos reptiles alados como pertenecientes a la familia Ctenochasmatidae.

El estudio, publicado en la revista Cretaceous Research, involucró varios huesos desarticulados en buen estado de conservación, entre los que se encuentran un fémur, una tibia, húmeros y vértebras cervicales. Jhonatan Alarcón, investigador de la Facultad de Ciencias de la U. de Chile que lideró esta investigación, explica que estos verdaderos dragones voladores de la era de los dinosaurios se caracterizaban por tener cuellos y hocicos alargados, con cientos de dientes finos y muy juntos que les permitían alimentarse mediante la filtración del agua, de manera similar a como lo hacen los flamencos. Sobre estos especímenes, en particular, destaca que el tamaño de sus huesos sugieren que superaban los 3 metros de ancho con las alas extendidas, característica que los distingue de otro pterosaurio de la misma familia hallado en Argentina llamado Pterodaustro guinazui, que alcanzaba una envergadura de 2,5 metros.

El paleontólogo detalla, además, que estos pterosaurios vivieron durante el Cretácico temprano, comprendido entre 145 y 100,5 millones de años atrás. “Por ahora, no conocemos la antigüedad de estos ejemplares con mayor precisión, aunque existen dataciones en rocas pertenecientes la Formación Quebrada Monardes (unidad geológica en la que se preservaron los huesos de pterosaurios), que afloran en otra localidad denominada río Pulido, que sugieren una edad cercana a los 144 millones de años. Aunque esa datación nos da una idea de la posible antigüedad de los pterosaurios que hallamos en Cerro Tormento, es necesario realizar un estudio de las rocas en las que están preservados los huesos para tener una idea más exacta de su antigüedad”, señala.

Una de las principales hipótesis de los investigadores es la existencia de una posible relación de esta colonia de pterosaurios con los registros descubiertos anteriormente en Cerro La Isla, también asignados a la familia Ctenochasmatidae, pero que se ubica 65 km al sur de Cerro Tormento. El hallazgo de pterosaurios de la misma familia en ambas localidades confirma la amplia presencia de este grupo de reptiles voladores en lo que hoy es el norte chileno. Por ahora, sostiene, “los únicos huesos comparables entre ambas localidades son las vértebras cervicales, las cuales muestran una morfología y proporciones similares. Debido a esto, sospechamos que los pterosaurios de Cerro La Isla y Cerro Tormento podrían corresponder al mismo género o incluso a la misma especie”. En ese sentido, agrega, “uno de los desafíos a futuro es identificar si los pterosaurios de ambas localidades representan al menos una especie nueva, y si corresponden a una misma especie”.

Un cementerio que aún guarda muchos secretos

Los primeros indicios de este cementerio de pterosaurios se conocieron en el año 2013 durante una salida a terreno de estudiantes de la carrera de geología de la Universidad de Chile. Edwin González y Hermann Rivas, estudiantes en ese momento, encontraron algunos huesos sueltos preservados en lajas de roca, aunque no lograron dar con el sitio específico del que procedían. Fue así que el año 2018 la Red Paleontológica de la Universidad de Chile organizó una expedición al lugar integrada por Mario Suárez, Omar Vicencio, Roy Fernández, Edwin González y Jhonatan Alarcón.

“La campaña fue difícil, ya que disponíamos de muy pocos días de trabajo, y la pendiente de la ladera de los cerros y la altitud hacía que los recorridos por la zona fueran muy agotadores. Prácticamente cada 15 a 20 pasos teníamos que detenernos a descansar. Llegamos al punto en el que descubrieron los huesos en el 2013, pero no encontramos nada. Recorrimos la zona por un par de horas sin encontrar un solo hueso. Cuando ya perdíamos la esperanza, literalmente en la punta del cerro, hallamos una capa de arenisca llena de huesos desarticulados. Recolectamos lo que pudimos en el tiempo que teníamos”, relata Jhonatan Alarcón, quien señala que desde entonces no han podido organizar nuevas expediciones a Cerro Tormento para continuar la extracción de más restos.

En este sentido, destaca que el nuevo yacimiento “tiene un potencial indudable para la realización de nuevos hallazgos de pterosaurios. La capa que preserva los huesos es bastante extensa y quedan muchos huesos preservados en ella, los cuales esperamos recolectar durante los años venideros”. Para explicar esta abundancia de huesos, el paleontólogo de la Universidad de Chile explica que “lo más probable es que algunos especímenes murieran en el lugar o fueran transportados distancias cortas por los flujos de las mareas o por inundaciones de ríos”, precisando que podría tratarse de una colonia que habitó este ambiente estuarino por sus condiciones de seguridad. Por otra parte, indica que hasta el momento no han encontrado evidencia de otros animales o plantas en la zona, lo que también esperan dilucidar en próximas expediciones.

Hallazgo de trascendencia mundial

Esta nueva zona rica en fósiles de pterosaurios del período Cretácico representa un descubrimiento de gran relevancia paleontológica, ya que “a nivel mundial son escasos los hallazgos de varios individuos de pterosaurios preservados juntos. Además, los huesos de pterosaurios de Cerro Tormento están preservados en 3 dimensiones, lo cual es poco común, ya que los huesos de estos animales suelen preservarse rotos y aplastados debido a que son muy frágiles. Ello da la oportunidad de analizar características que difícilmente pueden observarse en especímenes aplastados”, comenta Jhonatan Alarcón.

Por otra parte, sostiene que los hallazgos de pterosaurios en Chile son escasos, y la mayoría está representado por materiales incompletos. De esta forma, enfatiza que “Cerro Tormento da la oportunidad de incrementar el conocimiento sobre los pterosaurios que vivieron en lo que hoy es Chile, y potencialmente generar estudios de impacto internacional”. Agrega, además, que “realizar estudios como este sin duda es un aporte para el conocimiento del patrimonio natural de la Región de Atacama. Esperamos que hallazgos como este sean incorporados dentro de la identidad de aquella región, y que a su vez motive el interés de la población general por la ciencia, especialmente de los más jóvenes”.


lunes, 19 de julio de 2021

Viajes de turismo espacial: Las diferencias entre las travesías de Jeff Bezos y Richard Branson

 

El viaje en la nave New Shepard de la empresa Blue Origin durará diez minutos y experimentará el mismo tiempo de ingravedad que el del multimillonario británico.

El 20 de julio, pero de 1969, la misión norteamericana Apolo 11 colocó a los primeros hombres en la luna. 52 años después fue la fecha elegida por el exdirector de Amazon y hoy dueño de la empresa Blue Origin, Jeff Bezos, para viajar a los límites de la Tierra y alcanzar el espacio con su nave New Shepard, aunque sea por solo unos minutos.

El 11 de julio de este año comenzaron los esperados vuelos de turismo espacial, cuando el también multimillonario inglés Richard Branson se adelantó inesperadamente y emprendió el viaje al espacio, alcanzando los 89 kilómetros de altura.

La astrónoma Amelia Bayo, académica del Instituto de Física y Astronomía de la Universidad de Valparaíso, y directora del Núcleo Milenio de Formación Planetaria, (NPF), entregó más datos y algunas características que distinguen a ambos vuelos.

“Una diferencia fue el tipo de despegue. Mientras que el de Jeff Bezos es más típico, es decir, un lanzamiento vertical de un cohete (con una cápsula donde van los pasajeros), la de Virgin Galactic fue un despegue más parecido al de un avión, pero de una nave nodriza que llevaba una sub-nave en el fuselaje, que es donde iban los pasajeros”.

La doctora Bayo explicó también que “la misión de Bezos es autónoma, mientras que la de Branson fue pilotada. El vuelo de Bezos será en total más corto que el Virgin Galactic, diez minutos versus dos horas, pero el tiempo de gravedad cero para los dos casos es el mismo, entre 3 a 4 minutos”.

La astrónoma Amelia Bayo agregó que “el vuelo de Virgin llegó a 89 kilómetros mientras que la del estadounidense Bezos, según los tests que han hecho, han logrado llegar a los 105 kilómetros”.

Frente a la controversia sobre la altura alcanzada, la astrónoma aclaró que no es que haya una barrera absoluta a los 100 kilómetros: se define la Línea de Kármán como el límite entre la atmósfera terrestre y el espacio exterior.

Tal como se sostiene en la literatura científica, la altura fue estimada en 100 kilómetros sobre el nivel del mar por Theodore von Kármán, calculando la altura a la que la densidad de la atmósfera se vuelve tan baja que la velocidad de una aeronave para conseguir sustentación aerodinámica mediante alas y hélices debería ser equiparable a la velocidad orbital para esa misma altura, por lo que alcanzada esa altura por esos medios las alas ya no serían válidas para mantener la nave.

“La Línea de Kármán se estableció a los 100 kilómetros y es una línea invisible, que recomienda la Federación Aeronáutica Internacional para definir una frontera de cuando uno está fuera de la atmósfera. Lo que trata de delimitar, pero no es un número ni exacto ni invariable respecto a fenómenos locales, es la altura a la cual un vehículo tiene que volar más rápido que la velocidad orbital para conseguir suficiente levantamiento aerodinámico de la atmósfera para mantenerse suspendido. Para hacerse una idea, los aviones comerciales vuelan a unos 10 kilómetros de altura y los satélites que se consideran bajos están a unos 200 kilómetros de altura. Ahora bien, por encima de los 30 kilómetros un avión ya tendría muchísimos problemas de sustentación, porque no hay mucho aire en el cual deslizarse”, planteó. 

lunes, 7 de junio de 2021

Ciencia con impacto, política pública y desarrollo costero serán los temas centrales en ciclo de seminarios científicos

La sesión inaugural –que se realizará el 8 de junio, Día Mundial de los océanos– contará con un panel de investigadores de instituciones públicas internacionales y nacionales NOAA, UNDRR, UNESCO, ANID, SHOA, CONA y Ministerio de Medio Ambiente, centros de investigación CIGIDEN, (CR)2, CEDEUS y SECOS, y miembros del Senado de Chile.

Una mirada científica, institucional y política de la gestión de riesgo de desastre, adaptación al cambio climático, el desarrollo sostenible, la gobernanza local en zonas costeras, además de relevar el trabajo colaborativo, busca el ciclo de cuatro seminarios científicos: “Ciencia con impacto para el desarrollo de la resiliencia en zonas costeras”, que se desarrollará de manera virtual durante junio de 2021.

Este ciclo es el resultado de un esfuerzo conjunto entre cuatro centros de la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID) –Centro de Investigación para la Gestión Integrada del Riesgo de Desastres (CIGIDEN), Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia (CR)2, Centro de Desarrollo Urbano Sustentable (CEDEUS) e Instituto Milenio en Socio-Ecología Costera (SECOS)–, junto con el Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada de Chile (SHOA). Además, del apoyo del Comité Oceanográfico Nacional (CONA) y ANID, más el patrocinio de la Década de los Océanos de UNESCO.

Para los directivos de los centros ANID de FONDAP y Milenio, este encuentro busca poner en el centro de la discusión el desarrollo de políticas públicas con evidencia científica. Ciencia con impacto que surge en los centros de investigación al servicio de los tomadores de decisiones y la ciudadanía, no solo a través de la generación de conocimiento, tecnologías, documentos y estudios, como también de formas nuevas de cohabitar de manera más sustentable un Chile extenso y diverso, tanto en climas como en formas de vida.

Trabajo científico conectado

Los centros financiados por el Estado, explican los directores, aspiran que la respuesta a las preguntas de investigación impulsen acciones por parte de los distintos tomadores de decisión, siempre con el horizonte en el bienestar social y respeto al medio ambiente. Para eso el ciclo llevará la discusión en torno a la investigación interdisciplinaria, la necesaria colaboración entre los Centros de Excelencia ANID, y cómo el trabajo científico debe estar conectado con la política pública, la contingencia, las agendas globales y nacionales, pero anclada en las necesidades  que surgen desde los territorios.

En la sesión inaugural, que se realizará el 8 de junio en la conmemoración del Día Mundial de los Océanos, entre las 09.00 y las 13.00 horas, nos acompañarán investigadores de instituciones públicas como NOAA, UNDRR, UNESCO, ANID, SHOA, CONA y Ministerio del Medio Ambiente y de los centros de investigación CIGIDEN, (CR)2, CEDEUS y SECOS y miembros del Senado de Chile.

En la primera sesión nos acompañará la representante de UNESCO-ITIC-NOAA, Christa G. Von Hillebrandt-Andrade, que presentará los desafíos de la “Década los Océanos", y la directora ANID, Aisén Etcheverry, quien abordará los desafíos de dicha institución. El jefe de la oficina Regional UNDRR para las Américas y el Caribe, Raúl Salazar, en tanto, comentará la estrategia Internacional para la Reducción de Desastres para nuestra región.

Por su parte, el director del SHOA, Contraalmirante Patricio Carrasco, presentará el actual Sistema de Alarma de Tsunamis, mientras que el secretario ejecutivo del CONA, Juan Fierro, repasará el Plan Oceanográfico Nacional.

Política pública y ciencia

Participarán, además, en distintas instancias, los directores de los centros FONDAP y MILENIO, Rodrigo Cienfuegos, Maisa Rojas, Juan Carlos Muñoz y Stefan Gelcich. La jornada finalizará con un conversatorio que permitirá conocer las experiencias de las asesorías científicas en el Marco de la Ley de Humedales Urbanos, y el actual trabajo del Observatorio de la Costa –constituido por centros científicos, ONG y comunidad organizada–, para levantar una nueva Ley de Costas en Chile.

El resto de las sesiones de junio contará con charlas magistrales a cargo de invitados internacionales expertos en gestión de áreas litorales, adaptación al cambio climático y pronósticos rápidos de oleajes, y una nutrida agenda de presentaciones de científicos de los cuatros centros ANID y representantes del mundo político.

La ONU proclamó La Década de las Ciencias Oceánicas para el Desarrollo Sostenible de 2021 a 2030, con el propósito de establecer un marco común que garantice que las ciencias oceánicas apoyan plenamente los esfuerzos de los países por alcanzar los objetivos de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. Además, la década buscará fomentar la cooperación internacional para generar investigación científica y aplicar tecnologías innovadoras que vinculen las ciencias oceánicas con las necesidades de la sociedad.

Ciclo de seminarios ANID - SHOA | Inscripciones

Sesión 1 (8 de junio de 2021 | 09.00 a 13.00 horas).

Sesión 2 (15 de junio 2021) “Pronósticos y aplicaciones de oleajes y eventos hidrometeorológicos”.

Sesión 3 (22 de junio 2021) “Zonas costeras y adaptación al cambio climático”.

Sesión 4 (29 de junio 2021) “Desafíos para la transformación sostenible y la adaptación al cambio climático”.