La Oficina Nacional de Emergencias del Ministerio de Interior
(ONEMI) de Chile ha asegurado que "todo está dentro de la
normalidad", a pesar de que en apenas una hora cuatro sismos de entre
cinco y cuatro grados en la escala de Richter han sacudido la costa
septentrional.
"Todo está dentro de la normalidad. No ha variado en
absoluto lo que ha ocurrido hasta el momento", ha dicho el director
nacional del ONEMI, Ricardo Toro, en declaraciones recogidas por un medio de
comunicación nacional.
Toro ha recordado que "Chile es un país
sísmico", por lo que "la población tiene que estar preparada, porque
puede venir un evento mayor", aclarando que "puede venir mañana o
dentro de 20 años".
La primera sacudida se ha sentido a las 10.24 en las
regiones de Arica y Parinacota y Tarapacá, en concreto, 100 kilómetros al
noroeste de la ciudad de Iquique, con una intensidad de 4,4 grados.
Apenas cinco minutos después un seísmo de 5,2 grados, con
epicentro 101 kilómetros al noroeste de Iquique, ha estremecido las regiones de
Arica y Parinacota, Tarapacá y Antofagasta.
En torno a las 11.00, otro temblor de 4,1 grados que se
ha originado 95 kilómetros al noroeste de Iquique ha azotado la región de
Tarapacá.
Quince minutos después, un terremoto de 4,4 grados,
ubicado 86 kilómetros al noroeste de Iquique, se ha dejado sentir en la región
de Tarapacá.
"No se reportan daños a personas, alteración a
servicios básicos o infraestructura producto de estos terremotos", ha
dicho la ONEMI para todos los casos, en un comunicado.
El Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada
(SHOA), por su parte, ha aclarado que ninguno de ellos "reúne las
condiciones necesarias para generar un tsunami en las costas de Chile".
Las alarmas saltaron el pasado domingo, cuando un
terremoto de siete grados sacudió la costa septentrional, provocando su
evacuación preventiva. Incluso se llegó a advertir de la posibilidad de que
hubiera un "tsunami menor".