viernes, 12 de junio de 2015

Forestín celebró su cumpleaños con los niños de Pozo Almonte



Pequeños del Jardín Los Pampinitos le cantaron y jugaron con personaje en el aniversario de su onomástico.

Un coro de más de 120 menores de cinco años del jardín Los Pampintos de Pozo Almonte, entonaron el “Cumpleaños Feliz… Feliz, feliz” al coipo Forestín, mascota de la Corporación Nacional Forestal (Conaf), el que cumplió 39 años de existencia enseñando el cuidado de los parques y reservas forestales del país.

La celebración, además contó con juegos en los que los pequeños participaron de manera animada y hasta una torta para que el personaje pidiera un deseo en el que Forestín pidió que todos los niños aprendan del cuidado del medioambiente y se unan en la protección de las áreas verdes y parques que existen por todo Chile.

“Estamos contentos de cantarle el cumpleaños feliz a Forestín, porque él nos dio unas plantitas para mi jardín”, expresó Joaquín, uno de los párvulos que participó de este cumpleaños.

Roxana Aguirre, encargada de educación ambiental de la Conaf, se mostró agradecida del gesto que tuvo el municipio de Pozo Almonte y el jardín infantil para efectuar este evento, en el que se valora el trabajo que realiza la institución en la comuna, además de destacar el compromiso existente entre el alcalde José Fernando Muñoz y la comunidad para las obras de forestación que se llevan a cabo en diversos poblados pertenecientes a la jurisdicción de la casa edilicia.

Por su parte, Muñoz manifestó que la idea de esta celebración, organizada por el municipio, “es que los niños, desde la primera infancia sepan que se debe cuidar el medioambiente. Así cuando sean más grandes sabrán que se deben cuidar los árboles, la limpieza y podrán ser un ejemplo. Incluso, en el jardín Los Pampinitos tienen un proyecto de forestación y huerto, apoyado por la Conaf, Carabineros, Cormudespa y la municipalidad”.

Forestín

El nacimiento de Forestín se remonta al 12 de junio de 1976, cuando la ingeniero forestal Gabriela Omegna lo presentó en la Jornada de Evaluación del Programa de Manejo del Fuego, realizada en la Región del Biobío.

El personaje estuvo sin nombre, hasta el año 1983, cuando a través de un concurso infantil fue escogido el nombre, con que el coipo es conocido hasta nuestros días.