jueves, 18 de abril de 2013

Presidente Piñera admite "dolor, frustración e impotencia" por destitución de ministro



El presidente de Chile, Sebastián Piñera, admitió hoy que siente "dolor, frustración e impotencia" por la destitución de su ministro de Educación, Harald Beyer, mediante una acusación constitucional que este miércoles fue aprobada por el Senado.
"Se condenó a un ministro que hizo más que ningún otro ministro para hacer cumplir las leyes", sostuvo Piñera durante un homenaje que ofreció a Beyer en La Moneda, en el que subrayó que el Legislativo "ha condenado a un inocente".
El Senado, tras una sesión de doce horas, aprobó anoche por 20 votos a 18 la acusación contra Beyer, a quien la oposición acusó de no haber fiscalizado el lucro en algunas universidades privadas; previamente, el libelo había sido aprobado, por 58 votos a 56, por la Cámara de Diputados.
Piñera, en su alocución de hoy, aseguró que Beyer, que estuvo quince meses en el cargo y ha sido su tercer ministro de Educación desde que llegó a La Moneda en 2010, aseguró que su defenestrado colaborador lideraba: "una gran reforma educacional que nuestro país necesita con urgencia".
Consideró además que Beyer era "tal vez el menos político de los ministros y quizás el con mayor vocación de servicio público" y a la vez opinó que "una pequeña mayoría en el Senado cometió una inmensa injusticia"
La destitución contiene un castigo adicional, que es la prohibición para el afectado de ejercer algún cargo público durante cinco años, impuesta por la dictadura de Augusto Pinochet y que paradójicamente la coalición oficialista se ha negado a suprimir.
El año 2008 se dio una situación opuesta, cuando la derecha hoy en el Gobierno logró la destitución de Yasna Provoste, ministra de Educación de Michelle Bachelet, quien cumplió esta semana esa pena de cinco años sin poder ejercer ni siquiera su oficio de maestra en alguna escuela pública.
Ese año, la entonces gobernante Concertación de centroizquierda presentó un proyecto para suprimir esa prohibición, pero la oposición, hoy en el Gobierno, lo rechazó.
Beyer, en el acto de hoy, agradeció a Piñerta su respaldo y calificó su destitución de: "una injusticia que me afecta personalmente, pero no en la tarea que estamos llevando adelante, con reformas profundas en la educación parvularia, básica y media".
"Me duele no seguir trabajando con este gran Gobierno", concluyó.