Más de 64 horas de
grabación sobre el comportamiento de reproducción y nacimiento de estas aves,
forman parte del inédito material audiovisual captado por el Servicio Agrícola
y Ganadero.
Registro es parte
fundamental de la investigación que se desarrolla desde el 2009 sobre esta
especie en extinción en las costas de Iquique.
Por primera vez y a través del
uso de alta tecnología, el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) de Tarapacá,
implementó un programa de monitoreo que permitió registrar durante un mes el
comportamiento de reproducción del Gaviotín Chico (Sterna lorata), ave que se encuentra en peligro de extinción.
La iniciativa que se llevó a cabo
en los sitios de reproducción de esta especie identificados en la zona costera
sur de la Provincia
de Iquique, Región de Tarapacá, contempló la instalación de cámaras trampa de
alta definición con sensores de movimiento, una memoria de 4GB y LED infrarrojo
para visión nocturna, todo lo cual permitió documentar más de 64 horas de vida de
los Gaviotines en cerca de 2 mil videos de dos minutos de duración cada uno
aproximadamente.
Vinko Malinarich, Encargado
Regional de la Unidad
de Recursos Naturales del SAG Tarapacá señaló que el registro audiovisual,
permitió obtener valiosa información sobre los procesos de reproducción y desarrollo de los primeros días de vida de
estas aves, “puesto que logramos registrar, tanto a nivel fotográfico como en
video, su nacimiento, sistema de alimentación e incluso a sus depredadores
naturales, lo que nos entrega una serie de datos y variables a la investigación
que sobre esta ave en peligro de extinción hemos desarrollado desde el 2009 en
la región”, señala.
La especie Sterna lorata
tiene su periodo de nidificación en Tarapacá entre los meses de julio a noviembre
de cada año, y el SAG con el objeto de determinar la ecología poblacional de
esta ave desarrolla un completo censo de los nidos activos, juveniles y adultos
en actividades de cortejo, entre otros.
“Este año en los sectores de Aeropuerto, Quinteros,
Chanavayita, Patillos e Ike-ike y el Loa, que comprenden una extensión de cerca
de 3 mil hectáreas, logramos evidenciar un total 40 nidos activos con 71
huevos, además del avistamiento directo de un total de 249 adultos para la
especie, lo que da cuenta de la importancia de estos sectores como sitios
reproductivos y de conservación de esta especie que se encuentra en grave
peligro, dado su reducción poblacional
de más del 70% en los últimos 10 años”, acota el profesional.
Nuevo sitio de conservación
Actualmente el Comité Operativo Regional de Biodiversidad,
encabezado por el Ministerio de Medio Ambiente que trabaja además en el “Plan
Nacional de Conservación del Gaviotín Chico”, ha identificado en su lista de
sitios prioritarios de conservación de la biodiversidad en Tarapacá un sector cercano
a la desembocadura del río Loa, donde el SAG ha evidenciado el mayor número de
nidos.
“Toda esta coordinación tomo forma a partir del 2010, año
en cual se realizó el primer censo en conjunto entre el SAG Tarapacá, la Fundación Gaviotín
Chico y el Centro Regional de Estudios y
Educación Ambiental CREA de la Universidad de
Antofagasta, proceso que hemos replicado año a año, logrando identificar que el
sector cercano a la desembocadura del Loa es vital para la conservación de los
Gaviotines, considerando que en dicha zona en los últimos años hemos registrado
un total de 172 nidos, 242 huevos y más de 750 adultos”, agrega Fernando
Chiffelle, Director Regional.
El sector del Loa, agrega Vinko Malinarich, ha resultado ser uno de los sitios más
importantes en el mundo para la reproducción de esta especie, lo cual lo transforma
en el área óptima para poder trabajar en una eventual protección de este sector
para la recuperación y conservación de la especie, dada la condición única que posee
en cuanto a disponibilidad y oferta de alimento, así como la menor cantidad de actividades
antrópicas realizadas en área. La principal amenaza de este sector está dada
por las actividades propias de usuarios del borde costero, así como la presencia
de jaurías de perros asilvestrados que recorren el borde costero.
“Para el caso de los sectores tales como Quinteros,
Chanavayita, Patillos, Ike-Ike, éstos se ven fuertemente afectados por la acción
del ser humano, como la extracción ilegal de guano blanco, la instalación de
caserones, actividades de extracción y recolección de recursos marinos,
actividades deportivas y turismo, entre otras, todas las cuales provocan un
impacto incalculable en las poblaciones de aves costeras de nuestra región, lo
que obviamente incluye la situación del Sterna
lorata”, agrega.
Tanto el materia fotográfico,
audiovisual, y registros censales, a los que se suman el anillamiento de Gaviotines Chicos, datos que
son incorporados al Sistema Nacional de Aves del SAG, han permitido en los
últimos años adquirir nuevos conocimientos sobre esta especie, en cuanto a su
desarrollo desde polluelos, volantones y adultos, además de comportamiento de
cortejo, cuidado parental, ítem de alimentación, nicho ecológico e interrelación
con otras especies. Toda esta información será puesta a disposición de los
investigadores y autoridades, a fin de avanzar en medidas que permitan la
conservación de esta especie.