jueves, 3 de octubre de 2013

Dueño de El Mercurio: "Gobierno militar me salvó la vida"

Agustín Edwards negó haber recibido dineros de la CIA y descartó vínculos con los servicios de inteligencia de Chile.

Agustín Edwards, el dueño del diario El Mercurio admitió que tuvo reuniones con personeros de la CIA tras el triunfo de Salvador Allende en las elecciones de 1970, pero negó  haber recibido dineros del organismo de inteligencia de Estados Unidos y tener otros vínculos.
La declaración la realizó ante el ministro Mario Carroza quien indaga el caso sobre los gestores del Golpe de Estado de 1973.
El Mostrador  publicó en forma íntegra  la declaración en la que además  sostuvo que “el Gobierno Militar me salvó la vida” y  donde descartó  haber tenido alguna injerencia o noticias de lo que pasaba en El Mercurio cuando estuvo en Estados Unidos entre 1970 y 1975.
Edwards admite ante Carroza que “es efectivo que viajé a Estado Unidos, y ello ocurre al día siguiente de la elección del 4 de septiembre de 1970”, aunque negó que se haya reunido durante el día 14 de ese mes con Richard Helms, entonces director de la CIA, como lo indica un informe desclasificado en EE.UU. el año 2008.
El dueño de El Mercurio recordó una reunión con el presidente de Pepsi, Donald Kendall, en Nueva York, "a quien el Presidente Nixon lo llamó cuando estábamos juntos, y la conversación se volcó a lo que había ocurrido en Chile".
"La relación de ambos derivaba del hecho de que Nixon fue abogado de la Pepsi. En dicha oportunidad Nixon comentó sobre mí, y Kendall le indicó que yo estaba presente, y esa es la razón por la cual yo posteriormente fui a Washington, lugar donde fui recogido en el aeropuerto por Helms, director de la CIA y llevado hasta el lugar de reunión, donde estaba Kissinger. No tengo recuerdos de haberme entrevistado con Nixon".
Consultado si a la fecha de septiembre de 1970 ya mantenía una relación con la agencia de inteligencia norteamericana, la CIA, Edwards manifestó que  “no tenía contactos con la CIA en Chile, pero sí las tuve cuando estuve en Washington, de acuerdo al relato ya efectuado”.
Edwards declara que "no es efectivo"  lo que afirman los archivos desclasificados de la CIA y el propio informe Church, que en la reunión sostenida con el director de la CIA, junto a Henry Kissinger y el presidente Nixon, se acordaron los ejes para la desestabilización del gobierno del presidente Allende lo que contemplaba la variante de un golpe militar y junto con esto el financiamiento del diario El Mercurio.
“Reitero que tuve una reunión en Washington con Kissinger y con Helms. Además esta reunión se efectuó días después de la elección de Salvador Allende oportunidad donde se comentó las circunstancias de haber salido un presidente comunista en un país democrático, pero en ningún caso se pensaba en un Golpe de Estado o algo parecido, ni menos de un financiamiento hacia el diario El Mercurio”.
Insistió en que “no recibí dineros de la CIA". En ese plano dijo que “El Mercurio no recibió aportes de Estados Unidos, ni hubo una relación estrecha entre El Mercurio y la CIA, más que lo que ya he declarado; no manejé información sobre las actuaciones de los Servicios de Inteligencia en Chile, ni antes ni después del año 1975; en la actualidad soy accionista de El Mercurio y pertenezco a su directorio, pero ni ahora ni antes he tenido influencia en la línea editorial de éste", indicó.
Agustín Edwards dijo  en la declaración que  abandonó Chile el año 1970 debido a que  "durante el periodo de elecciones  recibí yo y mi familia amenazas, lo que tornó difícil la vida en el país".
"De hecho, para el día de las elecciones, mi familia justamente por razones de seguridad se encontraba en Argentina",  agregó.
Aseguró que "mientras estuve en Estados Unidos no tuve noticias de El Mercurio, ignorando lo que pudiera estar ocurriendo con la empresa", puesto que "mi interés estaba centrado en mi trabajo allá y en la subsistencia de mi familia".
También sostuvo que a su regreso  a Chile en 1975 no se hizo cargo del diario. “En ese sentido yo no tenía control ni injerencia sobre la información que se daba en él".
"El gobierno militar me salvó la vida"

Consultado por la omisión de El Mercurio a denuncias sobre violaciones a los derechos humanos, Edwards  afirmó: “Debo indicar que el Gobierno Militar a mí me salvó la vida. Tal como lo afirmé yo no tenía injerencia en el control de las informaciones que eran entregadas por el diario, y en ese sentido no es efectivo que haya dado una orden acerca que determinada información sobre Derechos Humanos fuera o no publicada. Acerca del Informe Rettig, supe con posterioridad de su existencia”.
Misma respuesta tuvo ante la consulta sobre  “los montajes periodísticos  realizados por los organismos de seguridad y de inteligencia del régimen militar como el caso de la denominada "Operación Colombo" y el crimen de la dirigente comunista Marta Ugarte "
“Me remito a lo expuesto en el sentido que eran otras las personas que estaban a cargo de la línea editorial de El Mercurio, sin que yo tuviera injerencia en ellos. A su pregunta en relación a la Operación Colombo, declaro que no tengo antecedentes sobre esos hechos”.
 Finalmente  aseguró que “jamás hubo contacto entre El Mercurio y la CNI” e insistió en que El Mercurio no recibió aportes de Estados Unidos, ni hubo una relación estrecha entre El Mercurio y la CIA, más que lo que ya he declarado”.