jueves, 31 de octubre de 2013

Candidatos debaten medidas para mejorar la economía familiar y la educación

Los nueve aspirantes a la presidencia de Chile debatieron hoy en televisión sus propuestas para mejorar la economía de las familias y la educación en un país que a pesar del desarrollo experimentado en los últimos años sigue siendo de los más desiguales del mundo occidental.
Por segunda noche consecutiva, todos los candidatos participaron en el foro organizado por la Asociación Nacional de Televisión (Anatel) para confrontar los programas con que se presentan a los comicios del próximo 17 de noviembre y que tuvo como ejes centrales la educación y la economía.
Y a diferencia del debate de ayer, que estuvo condicionado por una encuesta que otorga a la expresidenta Michelle Bachelet mayoría absoluta en la primera vuelta, en esta ocasión los postulantes centraron sus intervenciones en problemas muy cercanos a los 13 millones de potenciales votantes.
Entre ellos figuraron el costo de la enseñanza, los abusos contra los consumidores y el rol del Estado en un país que en la década de los ochenta fue pionero en la privatización de la educación, la sanidad y el sistema de pensiones.
Y por primera vez en los tres debates completos celebrados hasta ahora, la candidata derechista Evelyn Matthei atacó frontalmente aspectos clave del programa electoral de Bachelet, como la enseñanza gratuita y una nueva Constitución, a la vez que comparaba el balance de su gobierno (2006-2010) con el de Sebastián Piñera en materia de empleo y crecimiento de los salarios.
Además de abundantes referencias a los poemas de Gabriela Mistral y Pablo Neruda y las canciones de Violeta Parra, los intervinientes emplearon un tono solemne para describir el Chile con el que sueñan, y también hicieron un guiño a las iglesias evangélicas, que mañana celebran su festividad.
"Sueño con un Chile más moderno, que dé oportunidades a todos, que proteja a los que más lo necesitan y que apoye a los que quieren emprender", dijo Bachelet.
"Tengo experiencia, energía, fuerza y convicción de que lo que estamos proponiendo va a permitir que nuestro país sea más justo e igualitario", enfatizó la exdirectora de ONU Mujeres, quien subrayó que necesita la mayoría parlamentaria para sacar adelante las reformas que disgustan a la derecha.
Sobre las críticas recibidas por su manejo la noche del terremoto de febrero de 2010, Bachelet comentó que hizo "todo lo humanamente posible con la escasísima información de que disponía en ese momento".
Y aunque advirtió de que la economía chilena se va a desacelerar, aseguró que logrará retomar el crecimiento en torno al 5 %.
Por su parte, Matthei fustigó la propuesta de Bachelet de entregar educación universal gratuita en todos los niveles educativos.
"Pagarle la educación a los hijos de las familias más pudientes cuesta 3.500 millones de dólares. Ese cheque yo no lo voy a pagar", aseguró Matthei rompiendo ante las cámaras un papel que llevaba escrito con esa cifra.
"¿Queremos un país con igualdad total para todos o queremos un país en el que se premie el esfuerzo?", continuó diciendo la aspirante oficialista, quien aseguró que se enfrentará a Bachelet en una segunda vuelta.
Respecto a la dictadura, Matthei dijo que Augusto Pinochet "claramente no fue un gobernante democrático", pero puntualizó que junto a "cosas horrorosas", como la violación a los derechos humanos, también hizo "cosas buenas", como evitar una guerra con Argentina.
Y justificó que en 1999 ella protestara frente a las embajadas de España y el Reino Unido por la detención de Pinochet en Londres ya que a su juicio estos países carecían de legitimidad para juzgarle.
Por último, Matthei aseguró que si se cambia la Constitución -como propone Bachelet- los problemas cotidianos de los chilenos seguirán y encima se acabarán las subvenciones para los colegios religiosos y las clases de religión.
En tanto, Marco Enríquez-Ominami, candidato del Partido Progresista, propuso que en lugar de financiar a las Fuerzas Armadas, la llamada ley reservada del cobre se emplee para subvencionar la educación gratuita.
Tras confesar que siente "simpatía personal" hacia Bachelet, Enríquez-Ominami abogó por reformar el código penal para endurecer las penas por los delitos "de cuello y corbata", al tiempo que se mostró en contra de criminalizar a los inmigrantes.
El independiente Franco Parisi, que también apostó por "una educación pública gratuita y de calidad", denunció los abusos de que son víctimas los consumidores y afirmó que las entidades encargadas de supervisar el funcionamiento del sistema financiero no funcionan porque están dirigidas por personas designadas por favores políticos.
"Nos quieren quitar la oportunidad de soñar. Yo no le tengo miedo al poderoso, ni a la derecha ni a la izquierda. Yo quiero un gobierno de unidad nacional para dejar atrás el pasado", concluyó el que está considerado como el aspirante más populista.
Y mientras tanto, su jefe de prensa, Patricio Mery, protagonizó un incidente con un periodista al que reprochó lo que había escrito sobre Parisi y fue expulsado del foro.

Fuente: Agencia EFE