El presidente de Chile, Sebastián
Piñera, dijo este domingo que "no habrá impunidad" ni con los que
ejercieron "inusitada violencia" durante las manifestaciones en
Chile, que cumplen un mes este lunes y dejan 23 fallecidos, ni para agentes del
Estado que cometieron "atropellos o abusos".
"Lamentablemente, y a pesar del
firme compromiso y de todas las precauciones que tomamos (...) para proteger
los derechos humanos de todos, en algunos casos no se respetaron los
protocolos, hubo uso excesivo de la fuerza, se cometieron abusos o delitos y no
se respetaron los derechos de todos", afirmó el mandatario.
Piñera, quien compareció ante la prensa
en el Palacio de La Moneda, sede del Ejecutivo, agregó que el Gobierno está
comprometido con los derechos humanos, la verdad y la justicia y confirmó que
se están investigando estos casos.
"Están siendo investigados por
sumarios administrativos de nuestras Fuerzas Armadas o de orden, o por la
Fiscalía. (Que) sigan siendo investigados para que, en función del mérito de la
causa, puedan ser conocidos y juzgados por nuestros tribunales de
justicia", advirtió.
El presidente chileno expresó su
"solidaridad y condolencias" con las personas que fueron
"víctimas de esa violencia, con los que sufrieron lesiones y muy
especialmente" con los familiares de los fallecidos.
Hasta el momento, de los 23 muertos que
deja casi un mes de protestas, seis son ciudadanos extranjeros, y entre el
total de decesos cinco ocurrieron presuntamente por la intervención de Fuerzas
del Estado, ya sean las policías o las Fuerzas Armadas, cuando rigieron los
estados de emergencia en las primeras semanas.
Además, según el Instituto Nacional de
Derechos Humanos (INDH) de Chile, los heridos suman a estas alturas 2.381, de
los cuales 1.360 fueron por disparos (de balas, perdigones, balines o armas de
fuego no identificadas) y el resto por golpes, gases y otras formas de lesión.
Los casos más preocupantes para el INDH
son los manifestantes con heridas oculares fruto de disparos al rostro por
parte de Carabineros con armas de munición no letal, que sin embargo, dejan un
total de 217 lesionados de esta índole.
Además de la situación de las
protestas, Piñera también se refirió al acuerdo por una nueva Constitución
logrado en el Parlamento en la madrugada del viernes y que marca el camino
hacia una nueva Carta Magna, con la realización de dos plebiscitos ciudadanos
al comienzo y al final del proceso.
"Si la ciudadanía así lo decide,
avanzaremos hacia una nueva Constitución, la primera elaborada en plena
democracia y aceptada y respetada por todos", explicó Piñera, ya que la
actual Carta Magna es heredada de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).
El mandatario señaló que espera que la
nueva Constitución, en caso de que la población vote en favor de redactarla,
entregue "legitimidad y estabilidad" a un nuevo y necesario pacto
social, ya que según consideró, el actual "se resquebrajó" con el
estallido social.
La crisis chilena, que cumple un mes
este lunes, comenzó por una subida del precio del billete de metro y con los
días se convirtió en un clamor popular contra el desigual modelo económico del
país, la represión y el Gobierno, que decretó el estado de emergencia y el
toque de queda durante los primeros días.
Las protestas, las más graves desde el
retorno de la democracia en 1990, han dejado episodios de gran violencia, con
saqueos, incendios, destrucción de mobiliario público y fuertes enfrentamientos
entre manifestantes y fuerzas policiales, muy cuestionadas por la represión y
denunciados por presuntas violaciones a los derechos humanos.
Fuente: EFE