La
ocupación a la sede del Departamento de Evaluación, Medición y Registro
Educacional (Demre), convocada por la Coordinadora Nacional de Estudiantes
Secundarios (Cones), terminó con 15 estudiantes detenidos por Carabineros.
Los
jóvenes piden el fin de la cuestionada Prueba de Selección Universitaria (PSU)
y la renuncia de la ministra de Educación, Marcela Cubillos.
La
policía informó que un grupo de 20 jóvenes entró a primera hora de hoy al
recinto mezclándose con los trabajadores del Demre, y que luego se procedió al
desalojo a solicitud de la directora del recinto.
No
hubo daños ni lesionados
"La
enseñanza media (secundaria) que saltó de los torniquetes y dio una lección
moral de solidaridad con el pueblo entero, hoy nuevamente está en las calles,
bajo una de las consignas históricas del movimiento estudiantil: el fin de la
Prueba de Selección Universitaria (PSU)", señaló la Cones a través de un
comunicado.
Así
los jóvenes le recordaron a la opinión pública el inicio del estallido social
que partió con los estudiantes y siguió con más de un millón de personas en las
calles provocando la más grave crisis social y política desde el retorno a la
democracia en 1990 y abriendo el camino a un plebiscito para decidir si se
cambia o no la Constitución de 1980.
La
Coordinadora cuestionó el alto nivel de "segregación socioeconómica,
socioterritorial, de género y modalidad educativa" del actual instrumento
de admisión a la educación superior.
Por
ello demandaron al Demre el "fin a la PSU en miras a un modelo de acceso
universal, que tenga por objetivo un acceso equitativo y no segregado".
También
pidieron la renuncia "inmediata" de la ministra de Educación, Marcela
Cubillos, por "no dar garantía alguna de diálogo ni de flexibilidad para
abordar esta situación, colocando antes que el diálogo la criminalización y
arrojando al Demre y al CRUCh (Consejo de Rectores de Universidades Chilenas) a
dar respuestas equívocas".
La
ocupación del Demre se llevó a cabo a una semana de las movilizaciones que
impidieron una normal rendición del test luego que estudiantes se tomaran los
colegios que obligaran a la suspensión en más de 84 establecimientos afectando
a más de 40 mil estudiantes (20% del total).
Hubo
además enfrentamientos entre apoderados para concluir con la inédita
cancelación de la prueba de Historia después de comprobarse que se había
filtrado uno de los modelos de facsímiles.
La
opinión pública se dividió ante la forma adoptada por los estudiantes para
expresar su rechazo a la PSU, impactando también al mundo político que se
encamina a un proceso constituyente.
El
oficialismo salió con fuerza y aseguró que con este ambiente "no hay
garantías" para el Plebiscito del 26 de abril, como señalara la presidenta
de la Unión Demócrata Independiente (UDI), Jacqueline Van Rysselberghe.
La
oposición contestó que el oficialismo está buscando "cualquier
excusa" para negarse a escuchar una demanda ciudadana de mayor
participación y democracia.
La
Cones, junto con exigir el fin de la PSU y la renuncia de la ministra de
Educación, pidió que "ningún estudiante sea excluido del acceso a la
universidad por movilizarse y que se retiren las querellas por Ley de Seguridad
Interior del Estado presentadas por el gobierno en contra de 34
estudiantes".
Fuente:
ANSA