El presidente chileno Sebastián Piñera declaró el
miércoles que enviará esta semana al Congreso un proyecto de ley para reformar
el sistema de pensiones, que hoy deja a muchos jubilados viviendo en la
pobreza. Es una de las principales reivindicaciones de los manifestantes
en meses de protestas.
El presidente de Chile, el conservador Sebastián
Piñera, anunció este miércoles una reforma al criticado sistema de pensiones,
cuando están a punto de cumplirse tres meses del grave estallido social
que vive el país.
“Esta semana vamos a enviar al Congreso un proyecto
de ley que mejora las pensiones de todos los pensionados chilenos, actuales y
futuros, y muy especialmente las pensiones de las mujeres, la clase media y los
adultos mayores con dependencia severa”, señaló el mandatario.
Este cambio hacia un modelo más solidario es
una de las principales demandas de las protestas que estallaron en el país
desde octubre, y que son las más graves desde el retorno de la democracia hace
tres décadas. Han dejado al menos 27 personas muertas y miles de
detenidos.
Un modelo cuestionado
En Chile, muchas personas viven con pensiones
significativamente más bajas que el salario mínimo (300.000 pesos chilenos,
cerca de 400 dólares), aunque hayan trabajado la mayor parte de su vida.
"Esta nueva reforma representa un cambio estructural y crea un nuevo
sistema de pensiones", dijo Piñera, añadiendo que beneficiará a un millón
de pensionistas.
Así, la iniciativa propone un sistema previsional
basado en tres pilares: solidario, de ahorro individual y de ahorro colectivo y
solidario, financiado por los empleadores y también con un aporte inicial del
Estado.
Pretende implementar un aumento gradual del 6% en
las cotizaciones, que pasarían del 10% actual hasta el 16%. "Todos los
recursos de este 6% de cotización adicional serán administrados por una
institución pública autónoma y con muy exigentes requisitos de sustentabilidad,
profesionalismo, eficacia y transparencia", enfatizó Sebastián Piñera.
La iniciativa establece un aporte del 3%, adicional
y de manera gradual, que queda a cargo del empleador.
Además, los empleadores contribuirían otro 3% a un
fondo estatal denominado Fondo de Ahorro Colectivo y Solidario que iría
destinado a mejorar las pensiones actuales y futuras. Este Fondo va a entregar
"un aporte adicional a los jubilados actuales y futuros y beneficiará de
manera especial a las mujeres, la clase media y los adultos mayores con
dependencia severa", sostuvo el mandatario.
Según el gobierno chileno, esta reforma permitirá
un aumento de 56.600 pesos mensuales para los hombres, lo que significa un
aumento promedio de 20% de sus pensiones y beneficiará a más de 500.000
pensionados. En el caso de las mujeres, el beneficio será de 70.800 pesos al
mes, lo que significa un aumento promedio de 32% de sus pensiones y va a
beneficiar a más de 350.000 pensionadas.
“Chile ha sido un país
ingrato con nuestros adultos mayores”
En la actualidad, el modelo de pensiones de Chile
se basa en el ahorro individual obligatorio gestionado por empresas privadas,
las llamadas Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP). Fue implementado
durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990) por José Piñera, entonces
ministro y uno de los hermanos del actual mandatario. El promedio de la pensión
mensual pagada en agosto del año pasado por las AFP fue de unos 157.000 pesos chilenos.
"Chile ha sido un país ingrato con nuestros
adultos mayores. Uno de los grandes temores que acechan a muchos de nuestros
ciudadanos, además de la enfermedad o la delincuencia, es no tener los recursos
necesarios para enfrentar con dignidad la tercera edad", reconoció Piñera.
Estos cambios propuestos por el presidente se suman
a los ya aprobados el pasado diciembre para aumentar en hasta el 50% las
pensiones más bajas. Piñera dijo que estas reformas implicarían un costo
"significativo" para el estado, sin revelar las cifras.
Fuente: Agencias EFE y Reuters