jueves, 5 de noviembre de 2020

En tiempos de pandemia, nace en Chile un taller de costura solidaria

Ana Vicuña, oriunda de San Sebastián, provincia de Guipúzcoa, España, llega a Temuco el año 2013. A los cuatro años residiendo en la ciudad, desea sumarse al proyecto de Mónica Aliaga, quien realizaba venta de garage. Decidiendo ambas embarcarse en la creación de una tienda llamada Renueva-T, con el objetivo de plasmar el amor por la decoración antigua y entregar una segunda oportunidad a objetos en desuso, cosas que, por múltiples razones las personas no querían conservar en sus casas. Facilitando un servicio de ganancias, a medida que se concretaban ventas, para los dueños y dueñas de los objetos.

Otro proyecto que realizaban de forma paralela, es el que mantienen actualmente, considerando la situación COVID-19. Una plataforma web con venta y compra online, llamada www.renueva-t.cl, que consiste en entregar una alternativa a nivel nacional; gestionando, y organizando cada uno de los objetos, a través de: inventario, valoración monetaria, fotografías, promoción, convocatoria, entre otros. Sin duda, un servicio completo, que refleja compromiso y efectivas ventas, que se manifiestan a través de comentarios por parte de sus clientes y público general en redes sociales.

Ana Vicuña, quien comprende un gran compromiso por causas sociales, señala “Cuando hacíamos ventas, comentábamos a nuestros clientes sobre “Chasqui”, una corporación pública no estatal, sin fines de lucro, que busca contribuir al reconocimiento, respeto, protección y realización de los derechos humanos de niños, niñas y adolescentes. A través de Renueva-T entregan ayuda a las familias de escasos recursos, ofreciendo a ellos la opción de donar objetos y repartiéndolos a las familias que lo necesitan”.

Inicio de “La Mascarilla Solidaria”

En tiempos de pandemia, Mónica y Ana, se preguntaron internamente de qué forma podían seguir aportando a las familias de la corporación “Chasqui”. Considerando la crisis económica y falta de empleo. Es allí donde junto a los directivos, con quienes mantienen una estrecha comunicación, nace la idea de crear “La Mascarilla Solidaria”.

“En primera instancia, el objetivo era conseguir telas donadas para enseñar a fabricar mascarillas y repartirlas a personas de escasos recursos económicos. Conseguimos que nos donaran máquinas de coser, telas, insumos, entre otros. Comenzamos a crear un taller de costura destinado a mujeres sin empleo, enfocado en enseñar y que puedan adquirir las herramientas en el rubro. Además, gestionando y entregando posibilidades de introducirlas al mundo laboral, que dignifica a las personas. Siempre procurando valorar los productos hechos a mano, elaborados con dedicación, amor, y que merecen una remuneración justa”, comenta Ana.

De esta forma, comenzó a surgir un proyecto colaborativo en Temuco, dando cabida a diversas personas que decidieron aportar e hicieron que el taller se concretara.

Las primeras creaciones se enfocaron en mascarillas reutilizadas, con el paso de semanas, se fueron desarrollando diversos accesorios y línea de casa, que se ofrecen a la comunidad, con el objetivo de recaudar el dinero necesario para la remuneración de las creadoras.

Actualmente “La mascarilla solidaria”, cuenta con su taller en la ciudad de Temuco, pero realizan envíos y reciben pedidos de todo Chile. “Hemos tenido una gran aceptación, pero falta expandir la iniciativa. Queremos seguir ayudando a generar empleos, aportar al diseño nacional, contribuir a dar una segunda oportunidad a telas en desuso, y por supuesto, aportar socialmente”, manifiesta, Ana.

¿De qué forma puedo contribuir a la iniciativa?

De diversas maneras, por ejemplo, donación de telas en desuso, donación de maquinarias; para ampliar el número de costureras. También, comprando mascarillas, bolsos, fundas de computador, entre otros. Productos que realizan las costureras con materiales de alta calidad. Incluso, si alguien desea realizar aportes monetarios, también es una alternativa.

“Por su parte, si las personas desean impartir cursos de costura, patronaje, entre otros, este es un gran espacio donde agradecemos de corazón su colaboración”, comentan.

¿Qué proyectos vienen a futuro?

Continuar aportando socialmente, entregando oportunidades de oficio, dignificar a las personas, creando esperanza y concretando con acciones.

A futuro el objetivo es tener un taller de costureras/os que sepan coser muy bien, donde la comunidad pueda solicitar pedidos, y de igual manera, pero en cantidades mayores, distintas empresas. Es decir, crear bancos de trabajo.

Contamos con asesores de moda en Europa, teniendo en cuenta que tenemos seis meses de diferencia en las estaciones. Pretendemos que el mercado compre nuestros productos por tendencia, pero también por querer aportar socialmente. Como siempre lo señalamos, “No es consumismo, es solidaridad”, asevera su creadora.