El Papa Benedicto XVI
ha cesado al obispo de Iquique, Marco Antonio Órdenes Fernández,
investigado a raíz de una denuncia por abusos sexuales, informó hoy
el Vaticano.
"El Santo Padre ha
aceptado la renuncia al Gobierno pastoral de la diócesis de Iquique,
presentada por monseñor Marco Antonio Órdenes Fernández, en base al artículo
401/2 del Código de Derecho Canónico", señaló el Vaticano en un comunicado.
Esta es la fórmula que
el Vaticano usa cuando exige a un prelado que presente su renuncia.
El Código de Derecho
Canónico prevé en su artículo 401/2 que un obispo presente la renuncia de su
oficio al papa "si por enfermedad u otra causa grave quedase disminuida su
capacidad para desempeñarlo".
El Vaticano comunicó
además que, a partir de la misma fecha, Monseñor Pablo Lizama Riquelme,
arzobispo de Antofagasta, ha sido nombrado Administrador Apostólico “sede
vacante” de la diócesis de Iquique, con facultades de Obispo diocesano.
La noticia, que se ha
dado a conocer al mediodía hora de Roma, fue comunicada en Chile por el
portavoz de la Conferencia Episcopal local, Jaime Coiro.
El joven Rodrigo Pino, denunció que mantuvo relaciones sexuales con el obispo Marco Antonio Ordenes
cuando era menor. El prelado reconoció a un diario de cobertura nacional, esas relaciones,
pero precisó que el muchacho no era menor de edad.
"No siendo él
menor de edad, yo reconozco haber tenido un acto imprudente con él, de lo que
me arrepiento y de lo que pedí perdón en su momento. Pero no fue con un menor
de edad", dijo el prelado al diario "La Tercera".
Rodrigo Pino,
aseguró que mantuvieron relaciones cuando él tenía 15 años de edad, pero,
subrayó ante la fiscalía que lleva el caso, que no fue abusado por el prelado,
como había mantenido en un principio.
Las relaciones íntimas,
según el joven, las mantuvieron desde finales de 1997 hasta el año 2002,
momento en que se alejó del obispo.