“Actualmente, las empresas transitan por un camino donde predominan conceptos como economía verde y circular, revolución industrial 4.0, tecnología y energías renovables. Sin embargo, avanzar en esa dirección requiere un talento con las capacidades profesionales y humanas para convertir esta declaración de principios en realidad. Y ese talento no siempre es fácil de encontrar”, aseguró el director asociado de Robert Half Chile, Caio Arnaes.
En este contexto, las prácticas ESG (medioambientales, sociales y de gobierno corporativo por sus siglas en inglés) cobran un valor muy importante para el ejecutivo de Robert Half, ya que “se convierten en una hoja de ruta para que las empresas pasen del deseo a la concreción. Y para eso, contar con los profesionales adecuados es fundamental”.
Los factores ambientales, sociales y de gobierno corporativo ya no son una simple tendencia, se han convertido en una realidad. Y tanto las empresas como los profesionales están hablando en el idioma de la sustentabilidad.
La batalla por un talento consciente y escaso
Por un lado, según datos obtenidos por Robert Half, el 55% de las grandes empresas reconoce que las prácticas ESG son un factor competitivo para atraer y retener talento y las Pymes las siguen de cerca con 47%. Por otro, el 14% de los trabajadores encuestados considera que la buena imagen de una empresa hace atractivo trabajar en ella. Y parte del concepto de buena imagen hoy en día, está directamente relacionado con adhesión a prácticas relacionadas con la valoración del medioambiente.
Por lo tanto, para lograr un desarrollo sostenible sin degradar el medio ambiente, las empresas necesitan promover cambios significativos en materia de digitalización y tecnología, recurriendo a un manejo más eficiente de los recursos disponibles y muchas veces a la creatividad para analizar la situación desde otro punto de vista y descubrir caminos nuevos para solucionar sus problemas.
“En muchas áreas del mercado laboral, los profesionales relacionados con la tecnología e ingeniería son los primeros que asoman dentro de esta nueva ecuación y, por esa razón son altamente demandados, pero no son los únicos”, agregó Arnaes.
El éxito en la llamada transición verde requiere que todas las áreas se involucren. “Profesionales de toda la cadena logística, área informática, recursos humanos, mantención, finanzas, tanto a nivel ejecutivo como técnico, proveedores externos, entre otros, están llamados a incluir este concepto a su actividad particular y entenderla como un engranaje, una parte necesaria para lograr esa meta, y las empresas tendrán que trabajar duro para contar con esos profesionales”, dijo el ejecutivo.
Un gran porcentaje de los cambios requiere tecnología, pero sin el aporte de los profesionales eso no es sustentable. “Las empresas están buscando talentos que, además de sus habilidades técnicas, sean capaces de aportar su sensibilidad para compatibilizar esas capacidades con el idioma de la sustentabilidad. Hoy hablamos de un talento consciente, que sepa conjugar lo profesional con los desafíos de una economía verde”, concluyó Arnaes.