Lima retiró a su embajador en Santiago hasta tanto el episodio quede aclarado.
Además, elevó por nota al gobierno de Michelle Bachelet una enérgica protesta.
Tres suboficiales de la Armada peruana están siendo juzgados por brindar
información sensible al país vecino. Ollanta Humala analizó la situación con ex
presidentes.
El gobierno de Perú envió una nota
diplomática a Chile y llamó a consultas a su embajador en Santiago tras
conocerse el jueves último que tres suboficiales de la Armada peruana son
investigados por el fuero militar en relación a un presunto caso de espionaje
en favor de Chile, informó hoy un comunicado de la Cancillería peruana.
El gobierno peruano manifestó en la
nota diplomática “la necesidad de que el gobierno de Chile lleve a cabo una
rápida y profunda investigación a fin de procesar a los responsables de estos
actos y se informe a Perú del resultado de la misma”.
La nota fue entregada por el director
general de América del Ministerio de Relaciones Exteriores de Perú, Carlos
Pareja Ríos, al encargado de Negocios de la embajada de Chile en Perú, José
Miguel Capdevila, y en ella el gobierno peruano expresa “su más enérgica
protesta y rechazo por las acciones de espionaje en contra de la seguridad
nacional”.
En la comunicación, el gobierno
encabezado por el presidente peruano Ollanta Humala instó al gobierno de la
presidenta chilena Michelle Bachelet a brindar “las seguridades de que dichas
acciones de espionaje no se habrán de repetir”.
“En consideración de los hechos antes
descritos, el gobierno peruano ha tomado la decisión de llamar en consulta al
embajador del Perú en Chile”, Fernando Rojas, concluyó el comunicado.
El ministro peruano de Defensa, Pedro
Cateriano, informó el jueves que la investigación por el presunto espionaje
alcanza a tres suboficiales de la Armada peruana después de que la cadena
América Televisión desvelara el miércoles el caso del analista de información
de inteligencia Alfredo Marino Domínguez Raffo y del operador de comunicaciones
Johnny Richard Pilco Borja.
Según el reportaje, los dos
suboficiales fueron captados en 2011 y 2006, respectivamente, por presuntos
empresarios pesqueros italianos que eran, en realidad, oficiales de la Armada
de Chile.
Cateriano indicó que la Marina de
Guerra tomó conocimiento, en abril de 2014, “de una supuesta filtración de
información” e instruyó al procurador para formular denuncia contra los
técnicos bajo el fundamento de numerosos viajes al extranjero que no podían
sustentar económicamente.
El presidente de la Corte Militar
Policial, Juan Pablo Ramos, señaló el miércoles en conferencia de prensa que
los suboficiales Pilco y Domínguez “habrían enviado por correo electrónico
imágenes con detalles que estamos tratando de descifrarlos”, debido al uso de
“sistemas técnicos complejos”.
Absolución de
posiciones
Por su parte, el gobierno de Chile se
desmarcó del presunto caso de espionaje de tres suboficiales de la Armada
peruana que están siendo investigados en su país por filtrar supuestamente
información a Chile y aseguró que “no promueve ni acepta” ese tipo de acciones.
“Ante la situación planteada en Perú
en torno a una investigación sobre espionaje y respecto a la cual han emitido
opinión las más altas autoridades de dicho país, el gobierno de Chile señala
que no promueve ni acepta acciones de espionaje en otros Estados ni en su
propio territorio”, sostuvo en un escueto comunicado el Ministerio de
Relaciones Exteriores.
La Cancillería expresó también la
voluntad del Ejecutivo chileno de “continuar el proceso de fortalecimiento de
las relaciones bilaterales” y de establecer una “agenda de futuro” con Perú.
El revuelo que provocó la noticia del
presunto espionaje hizo que el presidente peruano, Ollanta Humala, convocara
una reunión con los principales líderes políticos del país para informarles de
los detalles del caso.
Antes de la cita, Humala advirtió que,
si se comprueba y confirma el presunto caso de espionaje, será un hecho
“gravísimo para las relaciones bilaterales” con Chile.
Fuente: EFE