La pandemia del coronavirus sigue
imparable en Chile pese a que el país cumple este miércoles tres meses bajo
estado de excepción, que regirá por otros 90 días para intentar frenar la curva
de contagios, que ya han afectado a más del 1,1 % de sus 19 millones de
habitantes.
Los expertos aún no vislumbran en el
horizonte el pico de la transmisión de la COVID-19 y la cuarentena obligatoria
que rige desde hace un mes en la región Metropolitana, donde se ubica Santiago,
el principal foco de infecciones, no ha logrado hasta la fecha reducir los
nuevos casos.
Con más de 216.000 contagios desde que
el pasado 3 de marzo se conformara el primer caso, y ante unas infructuosas
cuarentenas, algunas voces apuntan a ir más allá y sumir a la capital del país
y su zona conurbana en una "hibernación" que restrinja aun más los
movimientos.
El nuevo ministro de Salud, Enrique
Paris, se ha mostrado abierto a estudiar otras posibilidades y las analizará
junto al presidente Sebastián Piñera, quien pese a querer conjugar la
salvaguarda de la salud con una paralización sólo parcial del país ha tenido
que ir endureciendo las medidas en estos tres meses ante el avance del virus,
que tiene ahora a Chile como la tercera nación de América Latina con más
contagios.
Estos cinco puntos ilustran el difícil
momento que atraviesa Chile en medio de la crisis sanitaria:
Los contagios y muertes por COVID-19, disparados
Los fallecidos por coronavirus rozan
los 3.400, con un récord diario de 231 el pasado sábado, muy por encima de los
30 que se registraban hace un mes, cuando el presidente Sebastián Piñera
decidió confinar a los más de 7 millones de residentes de la región
Metropolitana.
Con los contagios subiendo
vertiginosamente las últimas semanas, Chile ya figura como uno de los países
con más casos positivos por millón de personas, según datos de la Universidad
de Oxford.
De los 19 millones de habitantes del
país, más de 216.000 se habrían infectado, lo que equivale a más del 1,1 %.
Tres meses más de estado de excepción
El presidente Piñera decidió el pasado
lunes prorrogar 90 días más el estado de excepción, una medida que le permite
limitar el tránsito, prohibir las reuniones en espacios públicos y establecer
cuarentenas o toques de queda.
Ante la perspectiva de vivir en estas
condiciones hasta al menos el próximo 16 de septiembre, algunas voces del
Gobierno apuntaron a un posible aplazamiento del plebiscito constitucional
convocado para el 25 de octubre, cuya campaña empezará un mes antes.
La votación sobre una nueva Carta Magna
que sustituya a la actual, que para muchos es el origen de la desigualdad
social, ya estaba prevista para el mes de abril y se tuvo que postergar tras la
llegada del coronavirus.
La politóloga de la Universidad de
Chile Claudia Heiss dijo a Efe que sería "bastante negativo" celebrar
un proceso electoral en un momento en que los derechos fundamentales están
restringidos.
Los principales partidos políticos
separaron el debate sanitario del político y negaron otra postergación.
Para Heiss, al alargar el estado de
excepción, el Ejecutivo quiere "dar un mensaje político de autoridad y de
control".
Vaivén de estrategias y cambio de ministro
Las "cuarentenas selectivas"
que el Gobierno aplicó los primeros dos meses de pandemia, cuando todavía
descartaba confinar todo el territorio o la región Metropolitana entera y lo
hacía por barrios, quedaron en entredicho con la explosión de los contagios a
principios de mayo.
"Las cuarentenas dinámicas no
tuvieron los resultados esperados, las personas no tomaron conciencia de los
cuidados y de no salir de sus casas", dijo a Efe Dennisse Brito, experta
en Salud Pública de la Universidad Diego Portales.
Por otro lado, Enrique Paris asumió el
pasado sábado como nuevo ministro de Salud tras la salida del exministro Jaime
Mañalich, cuya gestión de la pandemia y estrategia comunicativa estuvo marcada
por múltiples polémicas.
La última fue en torno a los cifras de
fallecidos después de que un reportaje del medio de investigación Ciper
revelara que los datos que informaba diariamente el Gobierno a la ciudadanía no
coincidían con los que entregaba a la Organización Mundial de la Salud (OMS), a
la que habría reportado unos 2.000 más.
Cuarentenas con efectos dispares
El impacto positivo del confinamiento
en los barrios acaudalados del este de la capital no ha tenido réplica en las
comunas vulnerables del sur, donde la pobreza y el hacinamiento son una
realidad.
"El tema es generar las
condiciones sociales (...) apropiadas para cada población, muy de la mano con
el nivel local. Sin duda el paquete de medidas sociales es clave, pero se ha
demorado mucho", sostuvo Paula Bedregal, epidemióloga de la Universidad
Católica.
La doctora lamentó en una entrevista
con Efe el "débil aislamiento" de los infectados menos graves en los
sectores afectados por el hacinamiento.
Una propuesta: Santiago en "hibernación"
Tras las críticas por el reiterado
incumplimiento de la cuarentena en la capital, donde no se han visto las
grandes avenidas vacías, el 'think tank' chileno Espacio Público propuso este
martes que la capital se sume en una "hibernación".
"La única posibilidad de terminar
con esta situación angustiosa, origen de la mayor parte de las defunciones del
país, es reducir franca y decididamente la movilidad en la ciudad", reza
el informe.
Por ello, Espacio Público considera
importante el "apoyo económico directo a las familias", una posible
"ampliación del toque de queda" y "restringir al máximo el
acceso al transporte público".
La experta en Salud Pública de la
Universidad Diego Portales Dennisse Brito valoró que "estas medidas
extremas en estos casos son necesarias", aunque siempre con
"precaución" y una "buena organización".
Fuente: EFE