martes, 28 de julio de 2020

Sebastián Piñera cambia parte de su gabinete en medio de fricciones internas


El presidente de Chile, Sebastián Piñera, cambió a seis de sus 24 ministros tras las tensiones políticas suscitadas por la aprobación de una controversial reforma que permite el retiro anticipado del 10% de las pensiones. El cambio más estruendoso es el del ahora exministro del Interior Gonzalo Blumel, cuestionado por no evitar que varios de sus parlamentarios votaran a favor de la medida, impulsada por la oposición.

Es el quinto cambio de gabinete de Sebastián Piñera desde que regresó a la Presidencia en 2018 y el segundo desde que la emergencia sanitaria del Covid-19 llegó al país austral.

Las nuevas modificaciones estuvieron marcadas por uno de los más grandes golpes políticos para el Gobierno en el Congreso: la aprobación de la reforma constitucional que permite a los ciudadanos retirar el 10% de sus ahorros en pensiones para paliar las consecuencias económicas de la pandemia.

Piñera, un fuerte opositor de la medida, promulgó la reforma en un intento por evitar disparidades sociales, pero cuya aprobación dejó fricciones en su equipo.

La segunda reorganización en nueve meses de casi todo el círculo político interno del presidente vio un giro hacia el llamado conservadurismo en las afiliaciones políticas de los nuevos ministros, en las carteras de Asuntos Exteriores, Defensa, Desarrollo Social, Presidencia y Comunicaciones.

"Pido a este nuevo gabinete y a toda la coalición Chile Vamos que comience un nuevo capítulo para nuestro Gobierno y para nuestro país, con un verdadero espíritu constructivo, convicción, unidad, fe y esperanza", dijo Piñera en la ceremonia de juramentación, este 28 de julio.

El cambio también llega cuando el país se prepara para las votaciones sobre una posible nueva Constitución, en el histórico plebiscito del próximo 25 de octubre.

Los críticos del mandatario lo acusan de recurrir a la derecha más radical de su coalición para pronunciarse en contra de las probables modificaciones constitucionales. "El presidente opta por un gabinete del "rechazo", fortaleciendo a los sectores más duros del oficialismo, quizás le permita acercar más las bancadas pero lo va a alejar más aún de la ciudadanía", aseguró Álvaro Elizalde, presidente del Partido Socialista de Chile.

Para Raúl Soto, diputado del opositor Partido por la Democracia, el cambio de gabinete "solo responde a las pugnas de los partidos de Chile Vamos (la coalición de Gobierno), no a la búsqueda de una mayor sintonía con el país".

El Ministerio del Interior, el cambio más sonado

La destitución más esperada, pero también más controvertida, es la de Gonzalo Blumel, en el Ministerio del Interior, y que ahora asume el senador Víctor Pérez, quien fue alcalde de Los Ángeles, en el centro de Chile, durante la dictadura de Augusto Pinochet.

Pérez es miembro del partido de extrema derecha Unión Demócrata Independiente, UDI, y con la designación se convierte en el tercer ministro del Interior, desde octubre.

Pese a la cercanía con el mandatario, Blumel sale del cargo tras ser responsabilizado de no haber impedido que varios de sus parlamentarios apoyaran con sus votos decisivos la iniciativa, impulsada por la oposición de centroizquierda.

Para gran parte del oficialismo, esta situación demostró la debilidad del comité encabezado por Blumel para evitar la fuga de diputados y senadores que respaldaron la votación.

Esa aprobación causó fricciones dentro de la coalición de Gobierno, integrada por cuatro partidos de centro-derecha y derecha. Fue considerada una derrota política para el mandatario, pues en reiteradas ocasiones mostró su rechazo hacia la medida. Sin embargo, una vez aprobada, Piñera dijo que no lo veía como un "fracaso".

Entre tanto, en el Ministerio de Asuntos Exteriores, el excanciller Teodoro Rivera es reemplazado por Andrés Allamand, del Partido Renovación Nacional, RN, fundado por Piñera. En el Ministerio de Defensa, sale Alberto Espina, para ser sustituido por Mario Desbordes, presidente de RN.

Estos cambios en el Gobierno chileno se producen en medio de la segunda mayor crisis que afronta el Ejecutivo: la pandemia del Covid-19, después del estallido social en octubre de 2019. En ese momento la dura respuesta de las fuerzas de seguridad a las mayores protestas desde el fin de la dictadura de Augusto Pinochet, en 1990, declinó la popularidad de Piñera a niveles históricos de hasta el 6%.

Desde entonces ha subido levemente. Según una reciente encuesta, el mandatario cuenta ahora con un 12% de aprobación, el peor índice desde la llegada del virus a la nación.

Fuentes: AP, Reuters y EFE