En el Congreso
de Chile se tramita un proyecto de ley impulsado por la oposición que permite a
los trabajadores rescatar una parte de su fondo de pensiones para enfrentar la
crisis de COVID-19, pero el Gobierno inició un enorme despliegue para detener
su aprobación.
"Los
ministros de Hacienda, Desarrollo Social y Secretaría General de la Presidencia
llegaron al Congreso Nacional a reunirse con diputados oficialistas de cara a
la votación por retiro anticipado del 10% de ahorros de pensiones",
informó el canal 24 horas.
En
los últimos días, y contra todos los pronósticos, esta iniciativa consiguió
reunir el apoyo de todos los partidos de oposición en bloque, logrando sortear
una serie de trámites legislativos hasta llegar al pleno de la Cámara de
Diputados donde sería votada el 8 de julio.
Pero
lo más sorpresivo fue que, a última hora, algunos parlamentarios del
oficialismo anunciaron que también se plegarán a la oposición, votando a
favor.
Esto
desordenó todos los pronósticos del Ejecutivo, que inició una serie de trámites
y reuniones para revertir esa situación.
Por
una parte, el Gobierno afirma que rescatar dinero del fondo de pensión es
"pan para hoy y hambre para mañana", es decir, que la gente tendrá
más dinero para enfrentar la crisis, pero sus pensiones durante su vejez
bajarán considerablemente.
En
el otro lado, los diputados opositores y los díscolos de derecha argumentan que
esto es una medida de sólo una vez, y que ayudará de manera significativa a los
más necesitados.
Las
gestiones urgentes
Piñera,
al comprender que muchos diputados derechistas se estarían desalineando, envió
a tres ministros a la ciudad de Valparaíso, donde se encuentra el Congreso, a
negociar personalmente con cada uno de ellos y convencerlos de rechazar.
Además,
el ministro del Interior, Gonzalo Blumel, organizó reuniones online desde la
sede de Gobierno, el palacio de La Moneda, con líderes de la derecha para
cambiar los votos de los díscolos.
Las
tratativas fueron particularmente tensas debido a que en las últimas semanas
buena parte de la derecha ha manifestado su descontento con la manera en que
Sebastián Piñera ha gestionado la crisis e incluso algunos líderes de
la Unión Demócrata Independiente (partido de Gobierno, de derecha) iniciaron
una campaña pidiendo la renuncia del ministro Blumel, argumentando que
carece de liderazgo.
En
medio de este clima de tensión y ad portas de la votación en pleno de la
Cámara, el Ejecutivo jugó su última carta para revertir la situación.
Luego
de haber recorrido gran parte del Congreso persiguiendo diputados por pasillos
y salones, los ministros de Piñera dieron a conocer un nuevo paquete de medidas
y beneficios para la clase media destinados a enfrentar la crisis
económica, con la esperanza de que esto calme los ánimos en la derecha y que
sus parlamentarios vuelvan a alinearse con el Ejecutivo.
La
oposición en la Cámara Baja tiene 83 parlamentarios; uno de ellos, el diputado
independiente Pepe Auth, ya anunció que votará en contra del proyecto, así que
la reforma requerirá 11 votos de la derecha para pasar a su siguiente trámite,
dejando aún todo en suspenso.
Fuente:
Sputnik