El Pacífico Sur
tiene una zona ubicada lo más lejos posible de la superficie. Se trata del Giro
del Pacífico Sur, llamado también desierto marino o cementerio espacial. Este
misterioso páramo es muy difícil de explorar, pero los científicos no se rinden
y revelan más secretos de uno de los mayores sistemas de corrientes circulares
oceánicas.
La
corriente del Giro del Pacífico Sur impide la entrada de aguas ricas en
nutrientes de otras partes del océano. Y los altos niveles de radiación
ultravioleta literalmente queman el agua en la superficie, así que no hay
plancton en esas aguas.
Cualquier
porción de tierra está demasiado lejos, por lo que allí no hay humanos ni
criaturas marinas, puesto que no hay comida para ellos.
El
Giro del Pacífico Sur es uno de los cinco enormes sistemas de corrientes
circulares oceánicas que ocupa una superficie de 37 millones de kilómetros
cuadrados.
En
medio de esta zona se ubica el llamado punto Nemo, el polo de inaccesibilidad
del Pacífico.
Aquí
es donde se tiran los satélites usados porque no hay riesgo de
lastimar a nadie. Por lo tanto, esta zona es a menudo denominada cementerio
espacial.
Aunque
el Giro del Pacífico Sur es muy difícil de explorar, un grupo de
investigadores, encabezado por el Instituto de microbiología marina Max Planck,
realizó una expedición de seis semanas en diciembre de 2015 y enero de 2016 a
través de esta zona en un viaje de Chile a Nueva Zelanda.
Los
científicos lograron seleccionar poblaciones microbianas en las aguas remotas a
profundidades de entre 20 y 5.000 metros. Y un sistema de análisis
recientemente desarrollado les permitió organizar e identificar muestras
orgánicas.
"Para
nuestra sorpresa, encontramos alrededor de un tercio menos de células en las
aguas superficiales del Pacífico Sur en comparación con los giros oceánicos en
el Atlántico", dijo uno de los investigadores, el ecologista microbiano
Bernhard Fuchs, en julio de 2019.
"Fue
probablemente el número de células más bajo jamás medido en las aguas
superficiales oceánicas", agregó.
La
distribución de estas comunidades de microbios dependía en gran medida de la
profundidad del agua, que influye en los cambios de temperatura, las
concentraciones de nutrientes y la disponibilidad de luz.
Una
de las poblaciones identificadas, denominada AEGEAN-169, era particularmente
numerosa en las aguas superficiales del Giro del Pacífico Sur, mientras que las
investigaciones anteriores solo la habían descubierto a 500 metros de
profundidad.
"Esto
indica un interesante potencial de adaptación a aguas ultraoligotróficas (de
baja productividad biológica) y de alta irradiación solar", dijo uno de
los miembros del equipo, la microbióloga Greta Reintjes.
La
investigación confirmó que el Giro del Pacífico Sur es un "hábitat
ultraoligotrófico único", donde la baja disponibilidad de nutrientes y
unas condiciones físico-químicas extremas restringen el crecimiento de
organismos y criaturas.
Pero
hay un lado positivo en toda esa ausencia orgánica: estas aguas distantes, casi
sin vida, son el océano más limpio de todo el mundo, observan los
especialistas, citados por Science Alert.
Fuente:
Sputnik