La
pandemia de COVID-19 y sus consecuencias económicas y sociales marcaron este
viernes el balance que sobre su gestión en el último año hizo el presidente de
Chile, Sebastián Piñera, quien anunció un millonario plan para superar los
"tiempos extraordinariamente difíciles" que vive el país.
Las
protestas sociales que estallaron a finales de 2019 y el plebiscito del próximo
25 de octubre, en el que los ciudadanos elegirán si quieren una nueva
Constitución, fueron otros de los asuntos destacados de la llamada "Cuenta
Pública" que el presidente hizo ante el Congreso Nacional, en la ciudad de
Valparaíso.
Entre
el estallido social y la pandemia, Piñera dijo que los últimos 9 meses han sido
"muy difíciles y exigentes para todos" y también para él, y pidió unidad
y diálogo a la oposición para "construir acuerdos" porque "un
país dividido no puede avanzar".
"Hoy
el mundo, Chile y los chilenos vivimos nuevamente tiempos extraordinariamente
difíciles. Son estos momentos los que más requieren unidad, colaboración,
diálogo y acuerdos", dijo el mandatario.
La
Cuenta Pública, que tiene lugar cada año, se realizó esta vez con un aforo
reducido y ante fuertes medidas sanitarias debido a la pandemia, que en Chile
ya deja más de 355.000 contagios y casi 9.500 muertes.
En
paralelo se produjeron algunas protestas y cacerolazos, tanto a las afueras de
la sede del Congreso como en Santiago de Chile y otras ciudades del país, en
rechazo a la gestión de Piñera.
Pandemia,
recesión económica y plan de recuperación
El
coronavirus ha asestado a Chile un duro golpe económico: el Banco Central del
país prevé una recesión del 7,5 % en 2020, el desempleo subió en junio hasta el
12,2 % y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) calcula
que la pobreza podría llegar al 13,7 % este año.
Piñera
enumeró las medidas que puso en marcha en los últimos meses para tratar de
contener esta situación, como un plan de 12.000 millones de dólares para
fortalecer la red de protección social del país, un ingreso básico de tres
meses y la entrega de canastas de alimentos para los más vulnerables, bonos y
créditos blandos a la clase media, programas de subsidio y financiación para
las pymes, y una ley de protección del empleo, entre otras.
"Algunos
dicen que la ayuda del Gobierno a las familias afectadas no ha sido suficiente
o no ha llegado a tiempo. Y en cierta medida tienen razón. Pido disculpas a los
afectados", dijo el presidente.
A
continuación, el mandatario anunció un plan de recuperación, denominado
"Chile se recupera", que contempla subsidios al empleo, inversiones
públicas, ayudas a las pymes e incentivos tributarios.
Detalló
que el programa de subsidios al empleo podrá beneficiar hasta a un millón de
personas y tendrá un costo cercano a los 2.000 millones de dólares, mientras
que la inversión pública en el período 2020-2022 alcanzará los 34.000 millones
de dólares, de los cuales 4.500 millones corresponden a inversión adicional,
con una capacidad de generar 250.000 nuevos empleos con obras en
"infraestructura física, social y digital".
Reforma
del sistema de pensiones
El
balance del presidente llegó apenas una semana después de que el Congreso
aprobara una ley para que los ciudadanos puedan retirar el 10 % de sus ahorros
en los fondos de pensiones privados y obligatorios como ayuda ante la pandemia,
una medida a la que el Gobierno se oponía y que generó una crisis en la
coalición oficialista, ya que algunos de sus parlamentarios votaron a favor de
ella.
Al
hilo de las pensiones, el mandatario reiteró su compromiso de hacer una reforma
estructural al actual modelo, basado en la capitalización individual, y avanzar
hacia un sistema mixto que introduzca aportes del Estado.
Estallido
social: Sin mención a denuncias por represión
Al
abordar el estallido social que vivió el país a finales de 2019, Piñera
reconoció el derecho de los ciudadanos a manifestarse pero recalcó que los
escraches, la violencia callejera y el vandalismo "son incompatibles con
una sociedad democrática" y lamentó que "en los últimos tiempos la
violencia y la intolerancia" han "afectando el debate
democrático".
Las
masivas manifestaciones que iniciaron los chilenos en demanda de un sistema
socioeconómico más equitativo causaron varias decenas de muertos y miles de
heridos, entre episodios de violencia callejera y presuntas violaciones de
derechos humanos por parte de agentes del Estado.
En
este sentido, el director del Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH),
Sergio Micco, criticó tras el discurso de Piñera que el mandatario no hizo
"ninguna mención a las víctimas de las graves violaciones a los derechos
humanos ocurridas a partir de octubre".
La
política internacional estuvo prácticamente ausente en el discurso del
mandatario, que tampoco hizo mención a las cumbres APEC y COP25 que iba a
acoger el país a finales del año pasado y que tuvo que cancelar debido a las
protestas sociales.
Piñera
sí se refirió al plebiscito del próximo 25 de octubre sobre una nueva Carta
Magna -una de las principales reclamaciones del estallido social y al que se
llegó tras un acuerdo de todos los grupos políticos- y comprometió la
responsabilidad del Gobierno para que ese proceso sea "informado, seguro,
transparente y participativo".
Fuente:
EFE