
El
presidente de EE.UU., Donald Trump, ofreció este jueves ayuda para combatir el
coronavirus a Chile, como ha hecho con otros países latinoamericanos con los
que mantiene una estrecha relación en materia migratoria o en lo relativo a
Venezuela.
Trump
conversó por teléfono con el presidente chileno, Sebastián Piñera, sobre
"los enfoques de sus respectivos países para abordar la pandemia del
coronavirus", informó la Casa Blanca en un comunicado.
"El
presidente Trump ofreció ayuda de Estados Unidos para ayudar a que Chile
proporcione cuidados cruciales a sus ciudadanos, y alabó el enfoque proactivo y
equilibrado de Chile para proteger la salud y el sustento de los
chilenos", señaló la Casa Blanca.
La
oficina de Trump no detalló qué tipo de asistencia propuso, pero, en las
últimas semanas, el mandatario ha ofrecido ayuda médica o respiradores a varios
países latinoamericanos con los que mantiene estrechas relaciones, incluidos
Colombia, Ecuador, Bolivia, Paraguay, El Salvador y Honduras.
Trump
ha definido a su país como el "rey de los ventiladores" y parece
querer recompensar con ellos a sus aliados políticos del continente, en
particular aquellos con los que EE.UU. ha logrado cooperación en materia
migratoria o respecto a Venezuela.
En
su llamada con Piñera, Trump también le agradeció su "apoyo inquebrantable
a la democracia y libertad en la región", en una aparente referencia a
Venezuela.
Piñera
confirmó la conversación en su cuenta de Twitter, donde dijo que habló con
Trump "sobre avances en vacunas, medicamentos y medidas para enfrentar
(la) recesión económica".
Aumento
de casos en Chile
La
oferta de Trump llega justo cuando las autoridades chilenas acaban de informar
de que, en las últimas 24 horas, el país registró el mayor aumento de contagios
del COVID-19 desde que la pandemia llegó al país el pasado 3 de marzo, con
1.533 nuevos infectados, lo que eleva a 24.581 el total de casos.
Desde
el comienzo de mayo, el número de nuevos casos se ha elevado a más de mil por
jornada, lo que ha supuesto un freno a la desescalada que el Gobierno pretendía
iniciar después de que a finales de abril se considerara que se había llegado a
una "meseta" en cuanto a los nuevos casos.
A
diferencia de otros países de la región con menos casos como Argentina o
Colombia, el Gobierno de Chile rechazó desde el inicio decretar el
confinamiento nacional y cerrar totalmente la economía y optó por
"cuarentenas selectivas y estratégicas", con restricciones que se
imponen y se levantan en cada comuna o ciudad en función de los nuevos
contagios.
El
país sí se encuentra bajo estado de excepción, con toque de queda desde las
22.00 hora local, con colegios, universidades y fronteras cerradas, así como la
mayoría de los comercios que no sean de primera necesidad.
Fuente:
EFE