jueves, 24 de marzo de 2016

Más de 6 mil personas conocen el Museo de La Tirana

Lugar cuenta con audioguías para recibir a los visitantes, abrirá sus puertas el sábado santo.

Desde septiembre de 2015 hasta febrero del presente año, cerca de seis mil 500 personas ya han visitado y conocido el “Museo de La Vivencia Religiosa del Norte Grande”, ubicado en el subterráneo del Santuario de La Tirana.

El lugar contiene en sus 342 metros de edificación importantes y delicadas piezas que dan testimonio del patrimonio que representa la principal fiesta religiosa del norte grande, todo ello acompañado con una música compuesta para el museo. 

Edificado y habilitado con aportes de Compañía Minera Doña Inés de Collahuasi a través de la Ley de Donaciones Culturales, el Museo tiene por objetivo reconocer, valorar, proteger y defender la identidad cultural nortina, donde lo religioso, con sus costumbres y tradiciones, constituye un elemento esencial.

Es por esa razón que la cifra de personas que han ingresado al lugar es más que positiva,  entendiendo que se trata de un sitio ubicado a 72 kilómetros de Iquique y que su funcionamiento depende de los voluntarios que conforman el Equipo de Gestión, quienes se hacen tiempo entre sus estudios o trabajos gran parte de ellos en Iquique, se trasladan a La Tirana con el compromiso de cuidar y mantener el museo, todo eso basado en el amor y fervor que tienen por la “Chinita”.

Fue la época estival en la que más visitas se registraron en el lugar, llamando la atención de turistas nacionales y extranjeros. Ad portas del fin de semana Santo el Museo informó que abrirá sus puertas el sábado santo desde las 10 hasta las 20.30 horas.

Recorrer las tres áreas en las que se exhiben las piezas demora aproximadamente entre 50 y 60 minutos, la visita puede ser realizada en grupos guiados conformados por 12 personas como máximo. Para facilitar el ingreso el Museo adquirió 20 audioguías, sistema electrónico que permite hacer el recorrido contando con un equipo cuyo tamaño es similar al de un teléfono celular, de fácil uso, con un teclado numérico que está asociado a las vitrinas y con alta voz. Por el momento sólo tiene versión en español, pero en el transcurso de los próximos meses se contará con traducción al inglés.

Para su mantención y sustentabilidad del lugar es la colaboración que realizan los visitantes, Karla Aguilera e Hilda González, del  Equipo de Gestión del Museo de la Vivencia religiosa del Norte Grande, explicaron que se necesita del aporte mínimo voluntario de ingreso que no supera los mil pesos, dinero que les permite comprar los insumos para aseo y pago de personal que debe estar diariamente.

Atención

El Museo está basado en el concepto territorial comunitario, que llama la atención de los visitantes, no sólo por lo que contiene, sino también su funcionamiento y lo que representa la festividad religiosa, que traspasa el 16 de julio.

El horario tradicional de funcionamiento es de miércoles a domingo de las 10:15 a 14 y de 15 a 18:15 hrs, martes de las 15:15 hrs a las 18:15 hrs.

El lugar contiene maniquíes con trajes de los bailes religiosos, entre las piezas que llaman la atención se encuentran dos trajes que datan de hace 100 años aproximadamente, cuando no existían agrupaciones religiosas como en la actualidad, que pertenecen a los bailes Pieles Rojas y Morenos.

Junto con la Fiesta de La Virgen del Carmen también se exponen piezas y explica la historia de la Fiesta de la Epifanía o Pascua de Los Negros; figuras religiosas antiguas, capas, instrumentos musicales de las cuales se desconoce su data y origen y que estaban guardadas en las casas de los feligreses que decidieron donarlo para la obra.


Tal colaboración comunitaria en la que se basa el Museo de la Vivencia Religiosa del Norte Grande demuestra el trabajo y compromiso de quienes decidieron dar vida al lugar, participando desde el origen con la determinación de la visión, misión, objetivos y definición de lo que se mostraría y por qué. Junto con ello además han participado en otros ámbitos como la elaboración de murales tallados en madera, limpieza de trajes, instalación de maniquíes, etc, contando con el apoyo desinteresado de todo los integrantes del Equipo de Gestión, así como también del historiador Benjamín Silva que de manera anónima colaboró en la iniciativa.