Fuera de los establecimientos de salud, los profesionales de esta área se encuentran en una situación de vulnerabilidad, que los expone a situaciones de violencia física o psicológica.
El monitoreo a distancia de los pacientes a través de aplicaciones, es una medida para evitar estos episodios.
Según datos entregados por el Ministerio de Salud, durante el 2020 se registraron 1.310 episodios de violencia contra el personal de salud y, en lo que va de este año, la cifra este año ya alcanza las 101 personas agredidas en ejercicio de sus funciones.
Uno de los riesgos a los que se ven enfrentados estos profesionales son las visitas domiciliarias, donde se encuentran en una situación de vulnerabilidad. Pamela Mayorga, enfermera jefe del equipo de monitoreo y gerente de la empresa Avis.Care, contextualiza que “al encontrarse fuera de los centros asistenciales, el equipo de salud no cuenta con los resguardos naturales que este proporciona, como cámaras de seguridad, botones de pánico, guardias, disposición de box o unidades de trabajo que faciliten la huida, además de la restricción de acceso a usuarios a las diversas dependencias del establecimiento de salud. El equipo también se encuentra expuesto a sufrir agresiones en el trayecto al domicilio a visitar, las que pueden ser físicas o psicológicas”.
La profesional agrega que estas agresiones físicas o psicológicas se generan por personas en situación de dolor o desesperadas, las que son proclives a realizar acciones violentas. “Sobre todo en un contexto social o familiar de riesgo, con pacientes con algunas patologías psiquiátricas, o usuarios de alcohol y/o drogas. Los trabajadores del sector salud mantienen contacto directo durante las visitas domiciliarias con personas con las características descritas anteriormente, por lo que son altamente susceptibles de sufrir agresiones y violencia”.
Atención a distancia como solución
El monitoreo y la rehabilitación a distancia constituyen una manera segura de atender a los pacientes, permitiendo un control permanente para todas las personas que tienen alguna condición crónica o requieren de rehabilitación kinesiológica, modalidad que ha cobrado mayor relevancia debido a la pandemia que estamos viviendo. “El Covid-19 podría complicar a quienes viven con estas patologías crónicas como la diabetes mellitus, hipertensión arterial o con alteraciones cardíacas, situación que empeora cuando el paciente está lejos de su hogar o incluso alejado de centros asistenciales, corriendo el riesgo de presentar alguna alteración y sin poder conseguir atención médica inmediata”, afirma la enfermera.
Es por ello que existen aplicaciones como Avis.Care (avis.care), que ofrece un monitoreo remoto de salud 24/7, que entrega una manera fácil de cuidar distintas patologías y que cuenta con el soporte de un equipo clínico conformado por médicos y enfermeras, y la APP MiRutina, que permite la prescripción de diferentes ejercicios kinesiológicos de forma remota, ofreciendo una monitorización constante que asegura el avance y aprendizaje progresivo de los pacientes a la hora de realizar sus ejercicios.
Pamela Mayorga agrega que el llamado es a evitar al máximo las situaciones que pudieran poner en riesgo a estos profesionales, que son los más relevantes en la actualidad debido a la situación sanitaria. “La pandemia ha incrementado los trastornos de salud mental y por lo tanto las agresiones y violencia en todo ámbito. Según la OMS, adaptarnos a estos cambios en los hábitos de vida y enfrentarnos al temor de contraer COVID-19 y a la preocupación por las personas próximas más vulnerables es difícil y puede resultar especialmente duro para las personas con trastornos de salud mental, por lo que hay que minimizar los riesgos”, puntualiza.